Capitulo 14

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Mi cabeza dolía a morir y me pulsaba demasiado, pero el estúpido sonido del celular no dejaba de sonar.

-Sebastián, apaga ese maldito celular – Sin abrir mis ojos le grite.

Como no escuche su respuesta alguna, me vi en la necesidad de abrir mis ojos para apagar el estúpido celular que no dejaba de sonar. Cuando ya me encontraba despierta visualice que ninguno de mis amigos estaban en la habitación, estaba solo yo con la blusa anterior puesta. Sin pensarlo más, me levante a recoger mi celular que estaba tirado al lado de la puerta y sin ver quien era solo conteste.

-¿Hola?

-Gracias al cielo que estas bien, ¿Dónde estás? – Susana se escuchaba preocupada.

-En el hotel.

-No te muevas de ahí, enseguida llegamos.

Sin decir algo mas solo colgué y me regrese a la cama para seguir durmiendo ya que la cabeza me dolía mucho y para colmo no me acordaba de lo que había pasado ayer, ni de como llegue.

-Gracias a la divinidad que estas viva.

Susana me estaba aplastando con su cuerpo encima del mío y eso hizo que mi cabeza palpitara demás.

-Déjame dormir. – La tire al suelo y me tape la cara con la almohada

-Charlotte, ¿Cómo llegaste aquí?

-Supongo que agarre un taxi – conteste por debajo de la almohada. - ¿Dónde estaban ustedes? – Pregunte ya mirándolos a aquellos dos que se veían más mal que yo.

-¿Por qué mejor no bajamos a tomar un café? – Sebastián solo se presionaba las sienes

-No bajare con ropa de fiesta y además, no tengo ánimos para cambiarme.

-Bueno, está bien, pediré que nos traigan el desayuno.

Para ese momento Susana solo hablaba a la recepción para que nos trajeran el desayuno, mientras que yo analizaba a Sebastián y a ella, para saber cómo ellos habían terminado en otro lado y yo estaba aquí.

-Ya Charlotte, déjanos de analizarnos.

-¿Y qué quieres que haga Sebastián?

Ambos me quedaban mirando como diciendo que ellos tampoco se acordaban de nada de ayer.

-Además ¿De dónde sacaste esos lentes oscuros? Porque de que yo recuerde tu Sebastián no lo llevabas ayer y tu Susana, ¿Dónde están tus zapatillas y que le paso a tu cabello? Porque les aseguro que así anoche no estaban.

-Te lo explicaremos todo en el desayuno.

Como mi cabeza aun no dejaba de taladrarme me levante de la cama y mejor me metí a bañar, en verdad quería recordar lo que paso ayer pero no podía solo recordaba hasta el punto en donde yo había salido a bailar con Sebastián, pero lo demás se me hacía imposible, hasta el saber cómo llegue aquí. Cuando termine de bañarme como no tenía ropa limpia, me tuve que poner la ropa interior de ayer y una bata encima, pues apenas buscaría mi ropa con la que llegue al hotel, ya que no quería volver a ver la ropa de aquella noche. Al salir de la ducha lo primero que visualice fue la mesita que había entre las dos camas y el desayuno que tenía un olor agradable, sin perder tiempo alguno solo tome una tostada, la embarré de mermelada y me la metí a la boca.

Me senté en la cama para deleitarme con el grato sabor de la tostada y empezar a buscar respuestas.

-Y bien, ¿Me contaran que les paso?

¿Jugamos? EDITANDO.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora