-¿Eva te parece si me ayudas a hacer mi lista de invitados?
-David, ¿No sería mejor que eso lo vieras con tu esposa?
-Creo que tienes razón, además tú no conoces a muchos.
-Así es.
-Oye y ¿cómo te va con tus castigos?
-Preferiría no hablar de eso.
-¿Qué es lo que ha pasado?
-Nada interesante.
-Bueno, sino quieres hablarlo no te forzaré, además siento que ya había conocido antes a tu profesor.
-¿Cómo puede ser eso posible? - Mi sistema de alarme se encendió.
-No lo sé, pero cuando regrese a Italia, se me hizo familiar su cara.
-Tal vez son alucinaciones tuyas.
-Pueden ser. No estoy seguro.
-¿No lo creo? ¿Acaso eres Eva?
-¡Nicolás! Me alegro de verte. – Me levante de un salto de la silla y corrí a abrazarlo.
-¿Cómo ha estado mi prima consentida?
-Bien gracias y ¿Tu? No puedo creer que aquel muchachito tímido seas tú.
-Ya nada de tímido querida. Ya soy todo un galán.
-Es lo que veo.
-Hey David, ¿Cómo van los preparativos?
-¿Eva eres tú? – El príncipe heredero se acercaba a nosotros
-¿Carlos? No puede ser, ¿Acaso todos han crecido más que yo?
-Mírate, ya casi no te reconocía. – La expresión de Carlos era de asombro.
-¿Dónde han quedado aquellos enanos con los que corría?
-Aún siguen haciendo travesuras Eva. – Una voz reconocible se nos acercaba.
-¡Tío!
-Pequeña. – Me dio un abrazo.
-Veo que hay una reunión en el jardín, ¿Por qué no avisaron antes?
-Papa mira quienes han llegado. – Grite como una niña entusiasmada.
Entre mis tíos y primos saludaron a mis padres y ellos hicieron lo mismo, todos estábamos reunidos como en los viejos tiempos.
-Díganme que no se han olvidado de mí.
-¡Tía Ingrid! Wow, usted sí que no ha cambiado para nada, se ve igual de joven.
-Gracias por el cumplido cariño, pero los años me han pasado, en cambio tú, mírate ya eres todo una señorita.
-Sofía, pero mírate ¡Que bella estas! – Tía Íngrid saludo a mama.
Yo aún no podía creer que esta fuera mi familia, que esta familia a la que desde muchos años no veía estaba otra vez estaba unida. Los sirvientes que estaban cerca juntaron dos mesas de jardín y todos gustosamente nos sentamos juntos. Mientras nos traían nuestras bebidas y frutas para merendar nos divertíamos con anécdotas del pasado y cada uno contaba en que había mejorado durante estos años, así como las cosas que los Reynolds nos habíamos perdido.
-¿Eva ya viste la ciudad por primera vez de nuevo?
-No aun no Nicolás, no he podido salir, pero creo que pronto lo hare.
BẠN ĐANG ĐỌC
¿Jugamos? EDITANDO.
Lãng mạnEva Charlotte Valentina, princesa de Italia. Es una joven universitaria que se ha mudado a Canadá con sus padres para salir de la prensa italiana y vivir una vida normal. Sin esperar nada de su nueva vida, el destino la sorprende y su nuevo profesor...