-Señorita Reynolds ¿Por qué hasta ahora en mi clase? – Me detuve en la puerta con todos mis libros en manos.
-Mi clase anterior se tardo mas de la hora, lo lamento profesor, ¿Me permite pasar?
-Temo que usted se quedara después de clases, adelante, tome asiento sin molestar a los demás.
-Algunas personas deberían ser suspendidas por interrumpir las clases de otros. – Lucia no desaprovechaba la oportunidad.
-¿Acaba de decir algo señorita Cornell? – El profesor le preguntó.
-No señor Diamond, o bueno tal vez sí. ¿Me deja repetirlo en voz alta?
-Adelante señorita.
Tome mi lugar en la parte trasera y ella se levanto para quedar con todos de frente.
-Los invito a todos a una fiesta que se esta organizando en mi casa para mañana en la noche, para los que han ido a una fiesta en mi casa, sabrán que solo necesitas tener buen entusiasmo y de preferencia llevar condones, no queremos bebes corriendo el próximo año. – Miro a Diamond. – Profesor usted también está invitado, mientras más personas maduras lleguen el ambiente es mejor.
Lo dijo en doble sentido, su voz no era anti-mentiras.
-No señorita Cornell, fiesta de jóvenes con altas hormonas no es lo mío, pero gracias. – Miro al salón de estudiantes. – Si no hay más inconvenientes me gustaría continuar con la clase pasada.
Durante cincuenta minutos solo logré escuchar números, números y números, nada que llamase mi atención en estos momentos, a pesar de haber tenido una maravillosa noche relajante me sentía tan cansada; que durante todo mi día de instituto mi cerebro nunca prestó atención a las clases, siempre vagaba por otras alturas y sin que nadie lo notara cerraba las pestañas por un momento.
Sentí un brazo moverme. Mi cabeza estaba recargada sobre mis brazos y mis ojos apenas se acomodaban a la luz solar.
-¿Qué ha pasado? – respondí media adormilada.
-Te has quedado dormida en mi clase, he tenido que mentir para no despertarte y hacer un tremendo teatro con todos en clase.
-¿Qué has inventado?
-Que has quedado fuera de mi clase por todo el año.
Lo mire sorprendida y por una vez en toda la vida el sueño se había desvanecido.
-¿Qué has hecho qué? – Casi grité.
Se rio, como siempre ante situaciones serias.
-No Charlotte, casi nadie se dio cuenta que te habías dormido e hice como si no existieras en mi clase. Las participaciones se las ha llevado Lucia.
-¿Fue un grano en el culo?
-Fue el peor de todos.
-¿Por qué mis amigos no me levantaron?
-Lo iban a hacer, pero les dije que no lo hicieran, que de todas formas ya tenias un castigo conmigo y que esto seria doble.
-Es cierto lo olvidaba, ¿Aún tengo un castigo?
Asintió con la cabeza.
-Y doble. Cuéntame, ¿Por qué has llegado tarde y te has dormido?
-No lo sé al parecer tengo muchísimo sueño y eso que he dormido bien en la noche. Y he llegado tarde porque en verdad el maestro anterior quiso terminar bien su clase, aunque su hora ya había acabado.
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¿Jugamos? EDITANDO.
RomanceEva Charlotte Valentina, princesa de Italia. Es una joven universitaria que se ha mudado a Canadá con sus padres para salir de la prensa italiana y vivir una vida normal. Sin esperar nada de su nueva vida, el destino la sorprende y su nuevo profesor...