Capítulo 36: ¿Un juicio en la escuela?

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Jihoon estaba rojo hasta su orejas, la tonalidad sonrosada le daba un aspecto aún más tierno del que de por sí ya tenía todo el tiempo, aunque a él le costará admitir esta característica propia de su persona. El más bajito tenía en realidad una mezcla de sensaciones entre la molestia, el amor y la vergüenza, siendo todas ellas la razón del color de su rostro, y una sola persona era la causante de aquello y ese era Choi Seungcheol.

Jihoon golpeaba incesantemente en su costado a Seungcheol mientras este lo abrazaba haciéndole mimos frente a toda la familia Choi. Ellos entre dulces sonrisas se compadecían del pequeño chico, el cual no podía ir en contra del gran abrazo de oso que el azabache le daba en ese instante.

—Seungcheol, come tu desayuno.... —dijo algo mordaz, esperando que el mayor entendiera su indirecta un tanto directa.

—No quiero....

El más bajo dio un resoplido y se rindió dejando que el azabache lo abrazará como quisiera, últimamente era muy blando en cuanto a Seungcheol se trataba. Pero él lo atribuía al hecho que estaba estúpidamente enamorado del muchacho y no podía ir en contra de su propia mente, la cual de forma traicionera adoraba los ojos de cachorro del de largas pestañas cada vez que estaban juntos.

—Te han domado, hyung —susurró Hansol frente a ellos.

Los pequeños ojos de Jihoon se dirigieron a él con algo de molestia, los entrecerró en una clara advertencia que midiera sus palabras si quería seguir vivo. Hansol al observarlo decidió de forma sabia atragantarse con su cereal para evitar hablar cosas que no debía, y morir en el intento.

Jihoon podría haberse ablandado y abierto su corazón a sus demás amigos, queriéndolos a todos ellos, pero seguía golpeando bastante fuerte cuando lo creía necesario y continuaba teniendo una perfecta puntería con cualquier objeto lo suficientemente ligero para ser lanzado.

—¿Durmieron bien en la habitación de Cheol? —la mujer alzó las cejas de forma divertida.

La repentina pregunta de YiHyun, la madre de Seungcheol, tomo con la guardia baja a la joven pareja. Pero más que todo les sorprendió la forma en que la pregunta fue formulada, teniendo una clara doble intención, la cual solo hizo sonrojar aún más a Jihoon quien no sabía dónde esconderse al oír lo que insinuaba la madre de su pareja. Por su parte Seungcheol solo negaba con la cabeza, bastante divertido por la intención de su madre de molestarlos a ambos un rato durante esa mañana o más bien queriendo información sobre la noche anterior, en la cual ambos solo habían dormido.

Y es que la causa para que Jihoon esté a tan tempranas horas en la residencia de los Choi, era que su conversación del día anterior se había extendido más de lo debido. Dándose el caso que a cierta hora empezaron a caminar en dirección a la casa del azabache, sin darse cuenta, y cuando su conversación finalizo Jihoon había tenido un fuerte dolor de cabeza, por lo cual Seungcheol recomendó entrar a su casa y descansar en ella hasta el día siguiente.

—Sí, mamá. Jihoon durmió en mi cama y yo en un sleeping en el suelo. Pero el cuarto es bastante cálido así que descansamos bien.

La mujer bajo las manos, las cuales tenía cruzadas bajo su barbilla, haciendo un puchero y mirándolos con sus grandes ojos bastante decepcionada. En ese instante Jihoon comprobó, aún más, que Seungcheol y su madre se parecían en muchos aspectos, sobre todo en esos ojos de cachorro milagrosamente heredados por todos los Choi, los cuales servían para chantajear a cualquier persona.

—Pero.. seguros que no pasó nada más, digo son jóvenes y ...

—Deja a los muchachos en paz, YiHyun —Haeun, la madre de Hansol, quien comúnmente no estaba en su casa, trató de controlar a su hermana mayor.

Me odias, Me amas [JiCheol]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora