Capítulo 17: Cambio de planes.

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Luces, era lo único que veía, luces al final del pasillo como si me esperaran, ¿Qué tenía de interesante todo eso?, ¿Por qué me atraía tanto aquella estúpida luz?

-Cloe…-escuché, las luces se apagaron, mis ojos me ardían, comencé a parpadear, mis pesados parpados al fin se levantaron.

-oh…, buenos días.-dije  presioné la manta contra mi pecho, sentándome en la cama junto a él. Llevaba el cabello revuelto, en un hermoso desastre.

-¡jah!, buenas tardes, querida.-¿tardes?... oh no.-son las 12:30 del mediodía, ¿Qué tal tu sueño?

-pesado, como siempre…

-¿Qué tal tu noche?

-pues activa.

-me alegro… hay desayuno por si quieres, pero si quieres hacemos el almuerzo.

-sí, eso suena bien.

-y… bien, ¿luego que quieres hacer?

-no sé.-dije con picardía, ¿en serio? ¿Yo dije eso?

-bueno podemos improvisar.

Improvisamos, sí, después de mi almuerzo-desayuno.

A veces las cosas vienen en paquetes inesperados, ¿Quién iba a pensar que yo podría hacer estas cosas? Reír, gritar y ser unida a la parte más primitiva de mí.  Tenía un libro entre mis mano, estaba acostada con los pies la cabecera, al revés. Tenía una de mis pijamas favoritos… una camiseta. Zeev estaba afuera, en mi mini balcón, que solo eran un par de ventanas gigantes que se abrían directo a la calle, pero aún así, la vista era espectacular.

Dejé el libro junto a mí, y me aventuré a contemplar que hacia Zeev, caminé sin hacer ruido por los pasillos, crucé la sala y estaba sentado en el suelo, oh bueno solo veía sus calcetines, el resto era empañado por la cortina de la ventana. Había un olor extraño en la habitación.

-Zeev…-murmuré, y quité con mi mano derecha la cortina de mi vista, y allí estaba… dormido. Nunca esperé ver algo tan gracioso en toda mi vida, estaba dormido y tenía un cigarrillo en la boca. ¿Eso podía suceder enserio?, que mier… Zeev fuma y no lo sabía.  Pero en vez de escandalizarme como se suponía que debía, lo que hice fue comenzar a reír. El comenzó a quejarse en sueños, y lo que tenía en su boca calló en su regazo, consumiéndose en sí.

-Zeev… despierta.-dije pateando ligeramente su muslo.

-Clo…Cloe… ¿Quién lo mató?, ¿ellos no eran los buenos?

-¿Qué?- oh no… él también habla medio dormido, reí estrepitosamente otra vez, y eso sí que pareció despertarlo.-¿Quién, Zeev?

-¿Qué cosa?- se restregó los ojos, pasó sus manos por su negro cabello, y dirigió su azulada vista a mí.

-hablaste de que alguien mato a otros que eran buenos, al parecer.

-¿Qué?, ¿en serio?- decía mientras ponía una mano en el barandal para levantarse. Y Bam, modo hormiga activado, ¿Por qué tenía que ser tan pequeña?, mido solo dos o tres pulgadas por encima del tamaño que debe tener un adulto normal.

-sí.

-me agarraste en mis 5 segundos de pendejo.

-¿5 segundos de pendejo?

-sí, todos tenemos esos 5 segundos, a veces pueden ser 5 minutos.

-Zeev… son las 9:00 p.m., tengo hambre, ¿puedes cocinar?

-¿Por qué no lo haces tú?

-tengo una relación complicada con la cocina, ella y yo no somos compatibles. La última vez me quemó, es en serio me quemé un poco en el antebrazo.

Anónimamente Yo. ©Where stories live. Discover now