Anónimamente Yo. ©

Capítulo 47: Otra vez.

-¿moscas?

-sí, tu amada Lulú Anne.-rodé los ojos y me senté junto a él este me sonrió y puso el libro en su regazo.

-¿mi amada Lulú Anne?-levantó las cejas en un gesto cómico.

-sí, ella. Parece muy anclada a ti. No creo que tenga las cosas claras.

-pues yo he sido muy claro.-me sonrió.

-no lo creo. Ella parece estar pegada a ti como mosca en dulce.

-¿vamos a discutir por eso en serio?

-no…o ¿sí?, no sé. Pero me parece que pasa algo con ella y no me quieres contar.-suspiré.- tienes tres para empezar-lo miré desafiante.-… uno...dos…tres…-él abrió mucho los ojos como si no se esperara eso de mí.

-¿Qué quieres que diga?-dijo agarrando mi muñeca derecha como si intentara detenerme de algo.

-lo que pasa…

-no pasa nada.-rió otra vez, pff… creeré que nada pasa.

-okay, nada pasa.

-¿así de sencillo?-casi se le cae la mandíbula de sorpresa.

-sí, así de sencillo.-le susurré ya más cerca de él.

-sabes hay algo que no he hecho en un tiempo y estoy pensando… ¿Qué es lo que me detiene?- fruncí el ceño ante eso.

Pasó su mano por mi mejilla y luego por mi cuello, usando este para acercarme más…

Nuestros labios se juntaron de tal manera que parecía como que hubieran sido hechos para estar juntos. En ese momento me valió un pepino la razón de mi existir, porque aunque no fuera esta. Para mí lo era. Él y yo.

Mi teléfono sonó mientras Zeev y yo escuchábamos música.

Hice un gesto de pereza, no tenía ganas de contestar, él miró la pantalla y me lo extendió, sabía que era alguien importante.

“Zoe”

Fruncí el ceño, ella no me llama a esta hora.

-¿aló?

-Cloe...-la voz despedazada de un hombre del otro lado del contestador.

-¿Miles?-pregunté, un escalofrió recorrió mi cuerpo y Zeev me estaba intentando tranquilizar pasando su mano por mi brazo de arriba abajo.

-Zoe… Zo…Zoe… ella, ay Dios mío.

Sentí como si algo me hubiera caído encima.

-¿Qué pasa con Zoe?, ¿está bien? Y… ¿Calum?

-pues… Calum está bien, acaba de nacer… pero, Cloe te necesito aquí, ella está…-jadeaba y aprecia llorar.-me sacaron de la sala… y, el sonido se hizo largo y… -su voz se quebró y mi corazón con esta.

-voy para allá.

Zeev me miró levantarme y casi salir corriendo.

-¿A dónde vas? ¿Qué pasó con Zoe?

-tuvo un parto prematuro, y ahora todo está complicado y…-mis ojos comenzaron a escocer, me mordí los labios con desesperación.-me voy.

Su instinto fue intentar levantarse, fruncí el ceño.-ni se te ocurra hacer alguna estupidez.

Lo señalé y salí corriendo por los pasillos directo a maternidad.