Capítulo 28: Paris #4- ¿Consejos? no, de esos no tengo.

32.4K 1.4K 83
                                    

Nos sentamos en “Castel café”. Afuera, preferí quedarme donde el radiante sol sin rastro de la lluvia de anoche brillaba, hacia todo un poco más feliz,  aun me encontraba medio que superando el momento, pero el día estaba espectacular. De una manera en que sabes que ya nada malo puede pasarle a ese día, de que el cielo se volverá azul Zeev, y que cada segundo que seguirá, vendrá con una sonrisa adjunta.

Estaba muy ansiosa, hoy  por primera vez en 3 años veré a mi Nollie, a la mejor amiga que una persona podría tener, una chica sin pepitas en la lengua que me decía exactamente lo que quería cuando quería, es una cabrona, en el mejor sentido de la palabra. Ella es única.

Zeev parecía muy divertido con mi impaciente estar, no lo había disculpado por golpear mi mano, y no lo haría aun. Pero el enojo no me iba a durar mucho, si él me trataba como yo deseaba que fuera. Yo daba palmaditas, me mordía los labios incluso, de la emoción, Peter y Nollie eran mis únicos amigos en la secundaria. Y ambos me dejaron por ir a cumplir sus sueños, digo una beca a cumplir lo que siempre has soñado no tiene precio. No me oponía a eso, pero en su momento me sentía tan mal porque ella me dejara en ese lugar de mierda, si no fuera porque en mi último año Tonny casi fue arrollado y yo evité lo peor, estaría sola.

La cámara alrededor del cuello de Zeev, estaba apoyada en sus manos y flasheó contra mi entusiasta rostro, quería reclamarle, pero la verdad ni siquiera sabía que vería a Nolls y Pet hoy. Zeev y Lena lo planearon.

Vi a un chico con una camisa blanca y pantalón caqui, besar a una diminuta chica de vestido rosa, y ambos reían sin sentido. Eran ellos. La emoción me pudo, y me levanté ansiosa.  Nollie pareció notarme y se detuvo en seco, una sonrisa le cubrió el rostro, su cabello tenía pedazos rojos, ya no era la pelinegra pequeñita y de ojos redondos que conocía. Aunque la hubiera visto mil veces en webcam, no era nada comparado a esto.

Ella se aproximó a mí rápidamente, y digamos que no pude contenerme y también avancé, casi en el medio de la calle, aquella chica y yo, nos fundimos en un abrazo. Oh mi Dios, como la extrañaba, extrañaba a mi pendeja favorita.

Nos apartamos un poco y ambas con lágrimas de felicidad en los ojos volvimos a otro abrazo.

-¡hay Cloesun, no tienes idea de cuanta falta me hiciste!-decía ella.

-y tú… ¿Cómo te atreviste a dejarme?, estar sola con Tonny es traumatizante, lo sabes.

Sentí como alguien nos apretaba como si fuéramos un emparedado.

-¡Abrazo grupal!, ¡Cloe, me hiciste más falta que loquillo! ¿Puedes creerlo?-gritó Peter.  Loquillo era su perro, el que aún vivía con su mamá, allá en casa.

-Hola Peter, yo también te extrañé.-le dije. Los tres nos separamos y ellos entrelazaron sus manos. Caminamos hasta Zeev, que aún flasheaba contra nosotros, supongo que lo había estado haciendo desde que me había levantado de la silla.

-¡Hola!, tu desde ser Zeev.-Nollie extendió la mano y el asintió, ambos la estrecharon firmemente.-Encantada de conocerte.

-El placer es todo mío. ¡Vaya!, eres mucho más guapa en persona Nollie.- al segundo, Peter se aclaró la garganta y extendió su mano.

-Peter Hernández, novio de Nollie, espanta tiburones de Cloe.- Zeev rió.

-¿ese no es el nombre real de Bruno Mars?-preguntó entre risas. No quería reír, porque ese ya era entre nosotros chiste viejo.

-sí, y parece que tú también te reirás de eso.- Peter bufó con una sonrisa en su rostro, tal parecía que si le tocaban a “Bruno Mars” en una conversación ya terminaba con que la persona le agradaba.

Anónimamente Yo. ©Where stories live. Discover now