Capítulo 21: Realidades.

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A un mes y medio de la boda, estaba ajetreada, llena de trabajo, que si las flores del centro de mesa combinaban con la decoración y el pastel. Y necesitaba un ramo de chocolate cosmos. ¡¡¿Cómo consigo un ramo de chocolate cosmos?!!

Miraba desde mi ventana, a aquel vidrio que me dejaba ver al chico que tanto inquietaba mi pensamiento cuando no tenía otra cosa más que Zeev en mi cerebro.

El chico del piso 64, del edificio de al lado. Había descubierto quien era.

Había llevado mis dos últimas cartas a Zafiro en mi bolso, hasta que escuché al hombre de recepción hablar con alguien…

“-este paquete es para el señor Zafiro Z.C.

Obviamente mi instinto al escuchar eso fue frenar y disimuladamente, fingiendo revisar mi teléfono me quedé a escuchar la conversación, ya que ¡hey!, estaba a punto de saber dónde estaba mi alma gemela… poéticamente hablando.

-oh, es el edificio de alado piso 64 habitación A.”

Así que a esa misma dirección simple mandé las cartas al otro edificio.

Entonces como toda fan, me puse analizar este sistema, si mi habitación era la B y estaba a un lado, eso dejaría la A del otro lado y la C en el medio, por lo tanto la ventana de Zafiro tendría que toparse con la mía, no frente a frente pero sí. Conté los pisos que debía abajo, según yo… Zafiro Z.C. es el chico que veo de vez en cuando desde mi ventana, así que él tiene un tatuaje y cabello oscuro, eso era algo, pero Cloe… más de la mitad del planeta tierra tiene cabello marrón y tatuajes, ¿no?, uff.

Zeev había salido con Drew a comprar sus vestidos y yo aún estaba en pijamas mirando por la ventana. No, hoy no aparecerá, regularmente lo veo cuando Zeev no está, porque eso me da tiempo a jugar a la acosadora, pero muchas veces, me quedo esperando, como hoy. Y no sale él.

Tiene que ser mucha casualidad ahora. Aunque hace tres noches, Zeev no estaba aquí y Zafiro tampoco.

Me aburrí de mirar por la ventana, me dirigí a mi hermosa biblioteca y tirándome como una niña sobre el escritorio, tomé un bolígrafo y papel, para empezar a escribir.

“Querido Zafiro:

Sé que no te importa pero aquí voy otra vez más.

Me confundo. Y seguido.

La verdad quisiera poder ser un personaje de tus historias, alguien sencillo con una vida placentera, aunque no desearía nada sus vidas amorosas, como en ¿Por qué no me amas?, pero sí que me gustaría estar perdida en algo diferente a esto.

Mi corazón se vuelve un estresante tormento, late por un chico que no le corresponde, lo sé.

Pero mi cerebro piensa en otra persona, la misma de la que te he hablado en mis cartas anteriores. Es algo estúpido y fuera de lugar, pero es así.

¿Es posible amar a alguien y pensar en otro?

Dime que lo es porque la verdad estoy empezando a sentirme como una idiota, o incluso como una zorra, sé que no lo soy.

Sé que no lo soy, digo, solo he tenido encuentros o aventuras (como prefieras decirle) con un solo chico, pero me siento como una mierda rotunda en esto. Porque mi mente me tiene fuera de lugar y me hace estar desprevenida.

Créeme últimamente me siento tan mal, que ni un pote de helado y canciones de Taylor Swift podrían arreglar el asunto ni por un minuto. Y eso ya me ha funcionado antes.

¿Pensar mucho en una sola persona es malo?, ¿acaso debo pensar que estoy pecando seriamente por que una persona, solo una, permanece en mis pensamientos?

Anónimamente Yo. ©Where stories live. Discover now