Capítulo 26: Paris #2- echémonos una carrera.

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 Caminábamos por un lugar lleno de personas, aunque la verdad no estaba aglomerado, era muy energizante. Jason hablaba sobre el lugar como un aburrido guía, mientras yo miraba el carrusel frente a la torre Eiffel, quería montarme como una niña y dar vueltas.

Aunque la verdad me aburría mucho el hecho de que Jason solo hablara tonterías, como lo que el hiso en los lugares, la verdad no quería saber eso. Miré de reojo a Zeev, este miraba la torre, como quien examina cada pieza.

Es tarde, alrededor de las 9:45 de la noche, y aun no anochecía.

Mi vestido verde ya estaba en la habitación, listo para usarse el gran día, era perfecto, digo era todo para mí y solo para mí, al contrario de un montón de cosas en mi vida. Siente la indirecta Zeev.

Zeev tomó mi mano y haló, no me había dado cuenta de lo distraída que estaba mirando el carrusel. Así que caminamos bajo la torre.

Es preciosa.

Jason estaba todo extraño mirando con el ceño fruncido a Zeev y cuando lo capté, hiso un gesto como si yo fuera a olvidar lo que estaba haciendo y me sonrió.

Caminábamos pero yo prestaba atención a el lugar, habían personas que no eran permitidas en el lugar, e incluso yo diría que estaba de más como vestían, algunos con sacos y corbatas, otras con los vestidos más llamativos. Digo nosotros estábamos algo así pero previamente estábamos trabajando.

-¿Qué es este lugar?-pregunté, Zeev también frunció el ceño en una sonrisa, y miraba su alrededor confundido, sé que había viajado, pero tal parece no a Francia.

-este lugar es “La Suite”, es una disco muy concurrida. Pertenece a la familia Guetta, ¿si sabes a lo que me refiero?- Jason me sonrió y guiñó un ojo.

-a la familia de David Guetta, lo sé.-dijo Zeev, rodando los ojos.

-wao, no sabía eso.-dije, le fruncí el ceño a Zeev en un “¿Qué pasa?” y este negó.

Había una cola interminable de personas, pero Jason caminó al frente y le enseño algo los hombres en la puesta, nos señaló y entramos.

Un lugar demasiado lleno e iluminado. Las luces me cegaban de tal manera que no podía apreciar nada. Habían en serio demasiadas personas, caminaba y tropezaba o me empujaban, gracias a Dios porque mis zapatos me llegaban hasta las orejas sino alguien me pisaría también.

-¡Aush!-okay ni tanto, me pisaron. –Zeev… ¿podemos salir?, esto está muy lleno.

-¿no quieres toda la experiencia de Francia?

-si quiero que me pisen, en casa también lo hacen. Vámonos.-él agarró el hombro de Jason y este se detuvo, no había visto que este llevaba a una hermosa francesa de la cintura. Vaya que es rápido.

-Jason… nosotros nos vamos, esto está muy lleno.-dijo Zeev moviendo la mano en gesto de todo el lugar, Jason solo me miró a ver si yo estaba segura, asentí.

-¿saben cómo llegar solos?-preguntó el rubio.

-sí, tranquilo.

Salimos del lugar, golpeándonos otra vez con el vaivén de los cuerpos de las personas bailando, esto sí que está lleno. Ni por dinero me quedo.                   

Al fin, llegamos a fuera, tenía mis manos en la cintura y respiraba profundamente, era horrible tener el olor de tantas personas pegado de mi nariz.          

Anónimamente Yo. ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora