Cuarto Obscuro

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... no todo es lo que parece,

no todo está en la vida real,

los miedos siempre nos pueden dominar,

la vida, en cualquier momento,

se puede acabar...


"Fragmento escrito para Noelia :3 un placer conocerte y dedicarte este pequeño relato, su majestad..."


Abrir los ojos, es la tarea más sencilla del mundo, no es gran ciencia y sin embargo se convirtió en la tarea más complicada de mi vida, no era porque me costara trabajo el despertar o porque estuviera recién de la cruda de un día anterior, era más bien que no servía de nada, hace algún tiempo, no sé exactamente cuánto, aparecí en este sitio, un lugar completamente extraño, pero recuerdo lo que ha sucedido desde la primera vez que desperté, en aquella ocasión, fue algo un poco traumático, abría los ojos como lo haría en cualquier otro día, más para variar, no era igual que el resto de mis gloriosos días, pues a mi alrededor no había más que esta plena y cruda obscuridad, de esas que en definitiva no te dejan ver ni la palma de tu mano aun teniéndola frente a tu cara, cerré nuevamente los ojos con la esperanza de seguir dormido y que eso no fuera más que un extraño sueño o una pesadilla a causa de la cena, sin embargo, esto no fue así, en verdad me encontraba hundido en todo ese mar de sombras, me sacudí completamente en un intento de ver que había a mi alrededor, mas no importaba cuanto caminara, en que sentido, si saltaba o me agachaba, nada me daba una pista de lo que era ese lugar, recorrí cada espacio que estaba a mi alcance, más parecía no acabar en ninguna parte, tal vez solo era mi cabeza jugándome una extraña y muy pesada broma, pues quizás, para mi pasaban horas o días y no era más que uno o dos minutos, trate que mi vista se adaptara, pero la ausencia de siquiera una pequeña abertura que dejara pasar una partícula de luz, hacía de eso, solo un sueño imposible, mi respiración se aceleraba y sentía como mi pecho se comprimía con cada absurdo y ridículo intento de calmarme, fue entonces que mi claustrofobia y paranoia me ataco, sentía que me miraban y que las paredes se iban acercando cada vez más, al punto de que aun extendiendo mis brazos a todo su longitud y comprobando que esto no sucedía, seguía escuchando el constante y leve movimiento de engranes metálicos moviendo las paredes, el sudor no tardo en hacerse presente sobre mi frente, frio, escurría lentamente por mi cara y mi espalda, casi como si hubieran abierto un tipo de llave sobre de mí, por unos instantes me convencí de que allí se encontraba una corriente de aire suave que hacía que este se deslizara más rápido, pero tampoco era así, el sonido de mis latidos golpeaban de manera agresiva contra de mis oídos, se aceleran cada vez más y el ruido que provocan aumenta su volumen hasta ser ensordecedor, me dejo caer de costado sobre el piso y tan pronto mi cabeza choca fuertemente contra el pavimento, quedo dormido...

Segundo despertar...

No sé bien si es otro día o simplemente me he desmayado por unos cuantos minutos, tal vez horas, pero todo sigue igual o al menos eso es lo que quiero pensar, pues la obscuridad parece abrazarse más a cada pequeña silueta a penas distinguible, sonrió pensando que no puede ser peor que la vez anterior, ahora pareciera que ya me estoy acostumbrando a ese sentimiento de soledad y tristeza que provoca el tono de negro profundo, sin embargo, a otros les causaría una paz y tranquilidad inmensa, casi como estar muerto, así que lo único que viene a mi mente, es, "estoy muerto, esto es una ataúd..." estiro los brazos hacia el frente y no sé si es el poder de mi mente pero siento aquella madera fría sobre la palma de mi mano, mi espalda plana y puedo jurar que no estoy de pie, estoy recostado boca arriba, muevo los brazos a los lados pero es inútil, me encuentro completamente atrapado, me agito inevitablemente, comienzo a gritar con fuerza, "estoy vivo, estoy vivo, sáquenme de aquí, no pueden dejarme morir así, estoy vivo..." el llanto ahoga mis palabras y comienzo a sentir que algo cae sobre mí, un poco de ello entra en mi boca e intento escupirlo, pero el sabor a tierra es tan malo que solo logro ahogarme un poco, entre la tierra, el llanto y el vómito provocado por esa combinación, impiden que pueda gritar, dejo de respirar de inmediato y pienso en toda mi vida, en el desperdicio de tiempo, en las oportunidades perdidas, en todo lo malo que hice y en las deudas que termine por dejar en el camino, cierro mis ojos y me resigno a aceptar dicho destino, pues no hay una salida aparente, pero para mi sorpresa, siento un peso indescriptible sobre la planta de mis pies, abro los ojos y aunque me encuentro dentro de aquella obscuridad, se perfectamente que estoy de pie, intento hablar pero mi voz se ha ido por completo, mientras escucho el caminar lento de alguien sobre un piso de madera...

Fragmentos Tomo 2Where stories live. Discover now