Vicios Y Adicciones

17 2 0
                                    


...de algo he de morir

y cuando lo haga,

espero sea por una buena razón,

de lo contrario, mi vida,

habrá sido una pérdida de tiempo...


Total obscuridad a mi alrededor, nada mas que un silencio perturbador y la respiración agitada me acompañan en mi situación, de la nada, el tono cambia a un rojo opaco, mis ojos se comienzan a abrir lentamente, percibo los rayos de luz chocando contra del transparente cristal y cruzando sin ningún problema la tela percudida de las cortinas viejas, cierro los ojos y me doy cuenta de que solo se trata de un día mas en el que no he soñado con absolutamente nada, no es raro, ya me ha pasado por mas de una semana, mi boca completamente seca y en contraste, mi cuerpo frio, temblando constantemente por el clima extremo, es algo peculiar el encontrarse justo junto a la ventana, cubierto por varios sarapes gruesos y aun así, ser vulnerable al ambiente, giro un poco mi cabeza, el cuello me duele al igual que todos los días, no es contractura, ni mucho menos el que me haya torcido, es mas bien que la vida ya es pesada para mí, aun así, me doy cuenta de que me sigo aferrando a mi almohada aun estando dormido, mi brazo se encuentra debajo de ella, tal como quisiera abrazar a aquella persona, tal vez sea patético, pero antes de dormir, susurro como si pudiera oírme todo aquello que quisiera decirle, expresarle mis sentimientos y reafirmarle día tras día, que le sigo queriendo, sin más, la abrazo pegándola fuerte contra de mi pecho, con la breve esperanza de que se de cuenta de lo acelerado que esta mi corazón con solo pensarle, pero es inútil, solo se trata de una almohada, por mas magia que exista en el mundo, nunca llegaran esas palabras a sus oídos y por consiguiente, solo serán palabras muertas que expresan un sentimiento no correspondido y perdido en el viento, pues en su búsqueda de los oídos indicados, nadie le tomara enserio, aun a sabiendas de esto, no dejo de hacerlo e incluso antes de levantarme, le doy un beso en donde debería estar su mejilla, repito te quiero y quiero estar toda mi vida junto a ti, después paso sobre ella y me despojo de los sarapes.

El frio es intenso y lo sé, porque si me he acostumbrado a algo, es a dormir en mi ropa interior y sin importar el clima, siempre me he podido levantar sin ningún problema, no quisiera salir de la cama, pero mi vejiga me traiciona, el frio no es tanto como la presión que se ejerce en mi vientre, tengo que orinar y si no salgo de la cama por voluntad propia, lo hare por el accidente que no quiero cometer, me coloco los zapatos de baño y me dirijo al mismo, bajo el bóxer y procedo con mi objetivo, por tonto que parezca, miro el techo de la habitacion y pienso contantemente en que es lo que paso con mi vida, yo no era así, cada noche había un sueño distinto que me daba una conversación segura con cualquier persona, mis ánimos para levantarme eran incomparables, nunca era demasiado temprano y si es que se me ocurría algo en la madrugada, simplemente me levantaba y lo hacia antes de que la idea se fuera, a estas horas de la mañana, ya habría preparado el desayuno, limpiado la casa, estaría bañado y vestido, además, muy probablemente me encontrara sentado frente a mi ordenador trabajando, pero ya no es así, de un tiempo acá, las cosas cambiaron levemente, en pequeños detalles casi imperceptibles, que a la mayoría le parecerían insignificantes, pero que al menos a mí, me movieron el mundo, las ultimas gotas caen, subo mi bóxer y jalo la palanca, voy hasta el lavadero y lavo mis manos, el agua esta helada y hace que duela el simple hecho de tocarle, sin embargo, necesito limpiarles, voy de nuevo a la habitacion, me enfrento al dilema de vestirme o volver a caerme sobre la cama, me pongo la misma ropa del día anterior y esta pertenecía a tres o cuatro días antes del mismo, así que ya llevaba un poco de historia y tristeza de otros días.

Fragmentos Tomo 2Where stories live. Discover now