Llamame Nat...

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"No sabía que esperar de ella,

pero una fuerza extraña,

me decía que tenía que estar allí..."


"Fragmento del Prólogo de la novela: Los Juguetes De Morrigan, colección: Mundos..."


Aquella linda mañana del mes de junio, un joven caminaba rumbo a su nuevo colegio, recién iba llegando a la ciudad y realmente, no se sentía como algo especial, mas bien, era como cualquier otro pueblo al que hubiera tenido que mudarse por el trabajo de su padre o por unas vacaciones espontaneas, lo único que lo hacia un viaje distinto, era la duración de este, sus padres habían desaparecido misteriosamente durante el traslado de una empresa a otra, por lo que solo había quedado una opción tangible y esa era la de enviarlo con uno de sus familiares, el mas cercano posible, así que había parado en aquel sitio, en la casa de un primo de su tío, ya que era el "único" disponible...

La verdad es que aquel chico siempre había sido alguien "especial", su carácter explosivo y sus ataques de una aparente paranoia, lo hacían ser alguien de mucho cuidado y difícil de entender o soportar, lo cual debería ser algo que tu propia familia no podría decir.

Cualquiera que fuera la razón, había quedado allí varado, con la penosa necesidad de tener que presentarse en una escuela nueva, con personas que en su vida había visto y lo que era más, con temas y tiempos distintos a los suyos o al menos, a los que había conocido en cada viaje que había realizado.

Muchos creían que este tipo era alguien extraño, tenia ideas y pensamientos que no eran algo común para un chico de su edad, no hablamos de un salvajismo intenso o de un criminal en potencia, pero siempre se presentaba un detalle importante en lo que sucedía a su alrededor y es que por mas que intentara evitar el hacer evidente lo que le pasaba, siempre terminaba sucediendo algo similar, pues al parecer, lo sobrenatural era algo que tenia que estar en él o con él o como quiera que se le pueda decir y en este viaje obligado, las cosas no cambiarían.

Mientras el joven dedicado se dirigía al colegio, se topo con una caja de cartón arrinconada en una de las esquinas de la calle, la caja estaba muy maltratada y abierta de par en par, en su interior, escondido entre las solapas dobladas y medio humedecidas, se topo con unos pequeños ojos azules brillantes, de inmediato, tras un maullido agudo, salta de la caja un pequeño gato blanco que se impulsa con las patas traseras en su pecho y sale corriendo hacia el lado contrario en cuestión de nada.

El chico al ver que atraviesa las calles infestadas de perros y autos, corre despavorido tras del pequeño animal, desviándose de su curso y terminando en una calle privada sin salida mas que por donde había llegado, entonces, allí, agazapado en el centro de la calle, se encuentra el pequeño gato, el joven se acerca cautelosamente para no espantarlo e intentar atraparlo con mayor facilidad, sin embargo, mucho antes de que de el primer paso, el gato se altera, los pelos de su espalda se ponen en punta y el gato se encorva dejando salir un sonido de furia, el chico no entiende el porqué, pero al dirigir su mirada hacia donde el gato veía, se topa con algo extraño y monstruoso...

Un ser muy raro se encontraba entre ambos, era una figura arqueada y obscura, llena de bolas y con movimientos erráticos que lo ponían nervioso, parecía que cientos o miles de pequeños seres se movían sobre de su piel, posiblemente simulando aquel pelaje que se le notaba, una gigantesca boca se abrió de par en par y dejando caer un tanto de baba viscosa y apestosa, comenzó a acerarse al gato, que para ese momento, mas que ponerse a la defensiva, parecía solo estar petrificado por aquel ser.

Fragmentos Tomo 2Where stories live. Discover now