Fragmentos Tomo 2

Mundo Distorcionado

...a veces todo parece un sueño,

¿pero si el sueño es tu realidad

y tu realidad,

solo es lo que tu imaginación,

quiere que pienses?...

"Fragmento de la novela: Mundo Distorsionado: El Primer Amanecer, colección: Otros Universos No Tan Paralelos...

Últimamente, cada noche sin falta, sueño cosas extrañas, seres tan increíbles, que no habría forma de que estuvieran presentes en la realidad, todo es tan remotamente distinto a lo que conocemos, que evidentemente se trata de un sueño, no lo catalogo como una pesadilla, pues es claro que en estas, debe de haber un temor tan grande, que es necesario el despertar para poder escapar, pero en mis sueños, las cosas son tan raras y al mismo tiempo parecen tan normales, que es casi como si me hubiera acostumbrado a ellas, sin duda el despertador es mi héroe favorito, aunque no niego que en mas de una ocasión, siento como si me hubiera despertado en el peor de los momentos, pues al menos a mi parecer, es en ese preciso instante antes de despertar, en donde pareciera que están a punto de revelarme los secretos más grandes de aquel mundo, me he visto tentado a escribir lo que veo en ellos, pues estoy seguro de que al hacerlo, podría ser un éxito total en las mejores librerías, aunque por otro lado, también cabe la posibilidad de que un psicólogo o psiquiatra lo utilice para condenarme en algún manicomio, después de todo, estoy seguro de que nadie común y en perfecto estado psicológico, vería lo que yo veo...

Me encuentro de pie nuevamente en este sitio, cientos o miles de cuadrados de luz me rodean, la luz es blanca, pero no resulta molesta para nada, es allí donde comienzo a caminar sin un rumbo especifico, no porque quiera, sino porque mi cuerpo así lo ha decidido, después de ver esta escena en mi cabeza una y otra vez, al fin he aprendido a simplemente dejarme llevar por lo que parece ser una película en mi cabeza, un paso tras otro, en lugar de acercarme a aquella pared que se encuentra a muy poco espacio de mí, esta parece moverse a voluntad propia, haciendo que los cuadrados se inclinen al mismo tiempo que doy mis pasos, convirtiendo el muro en una parte mas del piso, siempre pasa lo mismo, me siento como un hámster encerrado en su rueda, pero al paso de unos cuantos minutos, las cosas se aclaran, mis pies se detienen de golpe, giro la cabeza en ambos lados, esperando encontrarme con algo, pero nunca hay nada, es entonces cuando escucho aquel sonido ensordecedor, pareciera un timbre o el golpe conciso sobre una campana, cubro mis oídos con mucha fuerza, pero el sonido sigue entrando, mis ojos se cierran por inercia y al abrirlos, los cuadros han desaparecido, en su lugar, estoy al borde de una montaña, tras de mí, una obscuridad total y al frente, la visión borrosa como si algún tipo de niebla o humo, me impidiera ver lo que hay más allá de ello.

Un punto de luz comienza a surgir a lo lejos, no es muy grande, casi imperceptible, pero conforme mi respiración se acelera y el sonido se hace mas frecuente, va creciendo, hasta que me ciega por completo, cubro mi rostro con las manos y miro hacia el piso que ha desaparecido, ahora es casi como si flotara o volara, pero llego a distinguir unas siluetas extrañas bajo de mí, además de estas, esta la forma de dos chicas, no logro ver sus rostros pero escucho sus voces, en definitiva, nunca antes les había escuchado, ellas mueven las manos y los brazos de cierta forma que parece casi inhumana, no dejan de hacerlo por ni un momento, mientras vuelvo la vista al frente, la luz se ha hecho menos resplandeciente y me topo con aquella imagen que me causa un poco de arritmia, unos colmillos gigantes se abren frente a mí, casi como si se rompiera el plano existencial en el que estoy, logro desviar un poco la mirada, pero solo es para toparme con una garra de cada lado, lo que parecen ser manos abominables con afiladas uñas se acercan feroz y lentamente a mí, trato de ver hacia arriba y las formas de unos ojos se abren al mismo tiempo, las pupilas son únicas, con varios puntos en tonos rojos y anaranjados que giran en lo que parecería ser el iris, me miran fijamente a los ojos, no importa hacia donde mire, ellos me siguen, el sonido aumenta y cuando aquel ser diabólico abre la boca para devorarme, mis ojos se abren...