En Memoria

16 4 0
                                    


... siempre estarás con nosotros,

nos cuidaras y acompañaras,

desde el fondo de nuestros corazones y

en cada enseñanza que nos dejaste...


"Fragmento escrito para Raúl Ramos Rendon, mi abuelito, que dios te tenga en su santa gloria y te cuide siempre, te amo abuelo..."


Dicen que la persona con la que siempre compartirás tu luz es aquella con la que abres los ojos por primera vez, si, esa persona a la que ves justo después de nacer, curiosamente, en el día más triste de toda mi existencia hasta el momento, me han dicho que ese al que observe al abrir los ojos después de mucho tiempo de tenerlos cerrados, fuiste tú, mi querido abuelo, aquel viejito enojón que no escuche ni una sola vez en el vientre de mi madre, me tomaste entre tus brazos llenos de bello y al acurrucarme entre ellos pronunciaste mi nombre, por increíble que parezca, al instante de oír tu voz, mis ojos se despegaron y aunque no sé que tan cierta sea la leyenda de "los ojos que copian", estoy seguro de que mi mirada, se fijó en la tuya, copiándose por completo.

Es triste el estar sentado en este lugar en donde solías estar tú, llenando el espacio aun cuando estuvieras callado o simplemente discutiéramos por alguna cosa que no tuviéramos en común o un punto de vista diferente, tal vez sea porque los tiempos son distintos y sin embargo, puedo decir que aun siendo de esta forma, siempre tuvimos mas de lo debido en común, nuestra relación no era la habitual entre un abuelo y su nieto, lo nuestro era mas allá, una compaginación total que parecía ser de padre e hijo, en donde como buen guía, me enseñaste el camino y me escuchaste en los momentos que nadie parecía hacerlo, compartiste conmigo momentos tan grandes, dolorosos, alegres, tristes y de una ira incontrolable, pero siempre estuviste allí.

Aún recuerdo las largas historias que siempre repetías al sentarnos a comer, tus chistes apropiados e inapropiados y tu forma de lanzarnos indirectas ante lo que fuera que tu pensaras sobre cierto tema, nunca te quedabas callado y aun cuando decías que ya no opinarías, lo seguías haciendo, te molestaba el hecho de que nosotros habláramos cuando tú lo hacías y te imponías ante nosotros con una mirada retadora y dura, pero cuando sonreías, todo cambiaba por completo.

También guardo en mi memoria aquellos viajes en los que me llevabas acompañado de mi abuelita, cuando aún les decía papá abuelo y mamá abuela, siempre estaba con ustedes y realmente me querías y tratabas como tu hijo, gracias a ti conocí la playa, probé los chapulines y aprendí a hacer tantas cosas que jamás habría aprendido por mi cuenta, siempre me decías que mi talento se desperdiciaba al no darlo a conocer o al no mostrarlo ante la gente y nunca te quise creer, pero vamos abuelito, mi más grande fan siempre fuiste tú.

Ahora incluso después de los nueve días de tu partida, entro en mi habitación y todo me dice a gritos tu nombre, el rifle que me regalaste después de pedírtelo para una exposición, los auriculares de aviador, el balero, los yoyo's, cada trofeo del deporte que me enseñaste a jugar, eso nunca lo olvidare, el acompañarlos y verlos divertirse con todas sus amistades y el que tu fueras quine me instruyo en como desenvolverme en el juego, siendo quien me pidiera que les ayudara en aquel primer partido, del mismo modo, la lampara que me ayudaste a hacer, el cuadro con tu nombre y el de mi abuelita, los muebles que me ayudaste a tallar, pintar y barnizar, todo abuelo, todo me recuerda a ti y eso es algo que nunca cambiare.

Hablando personalmente, mi carácter y mi forma de ser también tienen mucho de ti, mi carácter fuerte y enojón en casos, sin duda es herencia tuya, el querer tener la razón y buscar la respuesta si estamos mal, también me lo enseñaste, el meter las manos en lo que fuera que presentara un problema para la casa o alguno de nosotros, también fue obra tuya, el preparar vinos y dulces como los higos cristalizados, los cacahuates garapiñados o las mermeladas, sin duda son enseñanzas tuyas, siempre me dijiste que había una forma de lograr las cosas de manera más fácil y rápida y sin duda, no te equivocaste, me aconsejabas sobre mis amistades y sobre guardar de la manera debida la forma de hacer las cosas que tenía, confiabas en mi para contarme tantas cosas que nadie más sabia y me entregaste sin pensarlo dos veces, las recetas que por años guardaste, siempre me querías ayudar y no me arrepiento pues en varias ocasiones te acercabas a ver lo que hacía y me dabas tu opinión, pero siempre ante todo, estaban tus palabras de apoyo y aliento.

No tengo nada que reclamarte abuelito, al contrario tengo mucho que agradecerte pues en cada momento de mi vida, estuviste presente, el reunirnos en familia y recordar ahora tantas historias que tal vez en su momento no fueron valoradas adecuadamente es algo que me llega al fondo del corazón, pero sin duda, no es algo que recuerde con tristeza, sino que lo hago con una gran sonrisa en la cara, mi infancia fue genial a tu lado, recordábamos los guantes de box, las pistolas de agua, el que nos enseñaras a tirar con charpe, los momentos en los que parecía que nos ibas a regañar y terminabas jugándonos una broma para hacernos reír, aquellas bromas que te hacíamos y terminabas molestándote por que para ti se trataba de algo serio o aquellas veces en las que solo discutíamos o peleábamos Raúl y yo por saber quién se sentaría a tu lado o quien iría en el coche contigo, los dulces que siempre atesorabas y que sin duda nos obsequiabas uno al vernos o las largas charlas con el peluquero mientras nos acompañabas a cortarnos el cabello.

Sin duda abuelo, en mis veinticinco años de vida, he tenido muchas cosas que ver contigo, mucho que aprenderte y un gran ejemplo al que seguir, pues aunque fueras necio en muchas ocasiones en las que se te quería ayudar, así te queríamos y así te querremos, pues contigo abuelo, aproveche cada momento que pude, te abrace en cada ocasión que lo quise hacer, te bese cuando sentí esa motivación y siempre te dije que nos hacías mucha falta en tus momentos de flaqueza, trataba de levantarte el ánimo y me entristecía el hecho de verte tan desanimado o deprimido.

Tantas veces nos hablaste del día que no estuvieras y nos dijiste que serias el primero en partir y el mismo número de veces, te dije que no, que aun te quedaba mucho tiempo con nosotros, tristemente, yo no pude controlar el tiempo que estuvieras conmigo y Dios te llamo a su presencia, que si bien sabes que no soy una persona religiosa, tu siempre fuiste un gran católico y lo respete, por lo que te dedico cada noche y mañana unas oraciones por tu descanso eterno y en paz, ahora solo me puedo preguntar si estarás junto a Dios preguntándole y resolviendo todas aquellas dudas que siempre tuviste en tu cabecita, respondiéndote todo eso que siempre te causo curiosidad y sonriendo por poder al fin conversar con él.

Lo único que me consuela y me mantiene tranquilo es exactamente eso abuelito, que al fin tienes la paz y tranquilidad que tanto pedias, al fin puedes estar libre de todos aquellos problemas y molestias que te acosaban aquí, por fin tienes aquel descanso que tanto anhelabas y eso abuelo, es lo que te mereces, pues aunque la gente pueda decir lo que sea, fuiste un buen padre, un buen esposo, un buen amigo y un buen abuelo, porque lo veía yo y no porque me lo contaran, ya que siempre quisiste solo una cosa para todos nosotros y es que te recordáramos con el mismo ánimo y cariño con el que tu recordabas a tus padres y a tus abuelos y créeme abuelito, aunque no estés en cuerpo físico con nosotros, siempre te llevaremos en nuestro corazón y aunque sé que la mayoría hace esto, te prometo nunca decepcionarte, al contrario, hacer que estés orgulloso de mi a donde quiera que estés, pues hay algo que debes saber abuelito y eso es que siempre serás mi motivación para salir adelante, por la familia no te preocupes abuelo aunque te pido que nos cuides, pues todos nos haremos cargo de mi abuelita y te recordaremos en cada ocasión, pues aun cuando te fuiste de repente y sin previo aviso, sin saber muchas cosas o creyendo de manera errónea algo, debes saber que tu familia, estará unida, tal vez más que nunca y todo es gracias a ti, te amo abuelo, mi viejito que ahora descansa en paz y se ganó sus alas de ángel...

En contraste con lo que dije al principio, tú fuiste al primero que vi al nacer y yo fui el ultimo que te vio cuando tu cerraste tus ojos, ahora tal vez haya perdido un poco de ese brillo pues no fue algo muy lindo, pero nuestro lazo se fortalece más cada vez abuelo y recuperare ese brillo, cada vez que te recuerde y cada vez que te nombre, pues abuelito, fuiste mi segundo padre y siempre te lo dije, gracias por tu guía, gracias por tu apoyo, gracias por tenerme en tu casa y enseñarme tantas cosas que nadie más me habría enseñado, gracias por tus palabras, tus consejos, tus historias, tus chistes, tu compañía, en fin abuelo, gracias por ser tú mismo y por ser mi abuelito, gracias por estar en mi vida y por todo el tiempo que convivimos, gracias por todo...

"Te amo abuelo, descansa en paz y Dios te tenga en su santa gloria Raúl Ramos Rendon, mi viejito necio..."

Fragmentos Tomo 2Where stories live. Discover now