Non Face Guy

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... en el momento indicado,

el hombre se vuelve héroe,

el héroe se vuelve villano

y el villano se vuelve salvación,

pero siempre bajo la misma razón...


"Fragmento del Prólogo de la novela: Non Face Guy 1: Se Un Héroe Sin Importar La Consecuencia..., colección: Leyendas de un hombre que ha perdido la cordura..."


La tarde tenía un clima seco y frio, esto no era para menos, la atmosfera gris y triste nos acompañaban ante el funeral de un ser querido, tal vez yo no era su tipo favorito, ni del difunto, ni de su familia que aquí se reúne, pero sin duda, era ella, mi persona especial y no podía dejarla sola ante dicha situación, prometí estar a su lado en cada momento que marcara su vida, fuera bueno o malo, aunque aclaro que no se trataba de un matrimonio o algún tipo de laso similar, era simplemente el cariño que le tenía y ese gran amor que había crecido poco a poco con el tiempo.

Nuestros primeros encuentros no fueron muy agradables, me di cuenta, porque prácticamente para ella, yo era invisible, vivamos en la misma calle, con una pequeña diferencia de un par de casas, sin duda yo la había notado desde hace ya un tiempo, su presencia era única y vamos, no soy de piedra para no darme cuenta de la chica linda que estaba cerca de casa, a pesar de ello, nunca había tenido el suficiente valor para hablarle o si quiera saludarla, más sin dudarlo, salía a comprar dulces o cualquier tontería a la tienda, para tener la oportunidad de verla.

Su piel era completamente blanca, casi como la nieve, sin confundirnos con aquel conocido cuento de Disney, unos labios carnosos que presumía al natural, sus ojos en un café claro brillante con un marquillo entre verde y amarillo, su nariz fina y delicada y un cabello castaño obscuro y largo que me hipnotizaba, no podía parar de verla, aunque definitivamente siempre me hacia el desentendido si lograba llegar a verme, hasta aquel día en que cruzamos palabras, nunca antes, le había podido sostener la mirada y el día que lo logre, fue completamente extraño, pues a pesar de estar hablando, sentía entre un odio y una atracción, increíblemente fuerte.

Todo paso después de años de saber sobre su existencia, durante los años de secundaria y preparatoria, me había encargado de poder observarla al menos una vez al día, sin saber que el destino o la casualidad, nos toparía en la universidad, ella, era un año más grande que yo y aunque no sabía su nombre era claro que no dejaría de gustarme en ningún momento, aquella mañana, salía como todos los días recién bañado y con prisa dirigiéndome a la universidad, por primera vez en la vida no me la encontraba al cruzar el pórtico de su casa, era algo extraño, siempre estaba allí a la hora que yo salía, en fin, como era mi costumbre, recorría las mismas calles, no era como que existieran muchas opciones por donde llegar a la escuela, sin embargo si había una que otra opción, pero para mí, esa era la mejor, era el mismo camino que pasaba para ir a la casa de mi abuelita y en otras ocasiones, para llegar al lugar en donde jugábamos cartas los amigos, así que se podría decir, que dicho camino, ya tenia mi nombre impreso.

Así fue que nos encontramos en la esquina que esta justamente frente al último cruce para llegar a nuestro destino, ella venia caminando desde la calle que se encontraba a mano derecha y a pesar de haberla visto, fingía no ponerle atención para no ridiculizarme como era habitual, pues era claro que a pesar de conocerla desde hace tiempo, me seguía poniendo nervioso al mirarla, entonces, viéndola de reojo, llego a percibir que se acerca más de lo debido, por lo general siempre se detiene a mitad de la calle para poder cruzar, pero esta vez, viene directo a mí, a toda prisa y con una mirada de no ser muy amistosa, de inmediato giro el rostro por completo, mirando hacia el frente para evitar cualquier contacto de vista, pero eso no me salvaría aquel día, pues ella sin dudar, golpeo mi hombro con seriedad y firmeza, no puedo creerlo pero aun así doy media vuelta y la miro, fijamente a los ojos, ella hace lo mismo, pero a diferencia de mi mirada tierna y de tonto enamorado, ella tiene una de enojo y resentimiento, mi mirada se desvía hacia sus labios y no puedo evitar el pensar en besarlos, pero el temblor de mis manos y el sudor de mi frente me delatan con ella, que solamente tiene una cosa para mí y eso, es una bofetada fría y seca, que sin duda, deja una marca sobre mi rostro.

Fragmentos Tomo 2Where stories live. Discover now