Fragmentos Tomo 2

Atento

... siempre hemos creído que

lo más tenebroso es aquello que se esconde,

mirándonos desde su escondite,

pero el verdadero miedo,

esta frente a tus ojos ...

"Fragmento del Prólogo de la novela: Visible Y Paciente, colección: Esto Es Terror ¿O Que Diablos es? ..."

"La industria del cine y la televisión, así como las novelas de terror, nos han hecho creer que lo más tenebroso que hay en el mundo, es un ser extraño y malvado, aparentemente invisible u oculto en alguna parte de la habitación, que se mueve entre las sombras o busca un lugar tan ridículo como la tina, bajo la cama o el closet para esconderse, pero en realidad no conocemos el miedo, hasta que estos seres aparecen en nuestras vidas, en dichas circunstancias establecidas por los escritores de terror, sentimos más adrenalina o estamina al instante de casi poder ver aquello que los está persiguiendo y terminamos decepcionándonos cuando estos aparecen en la pantalla, un mal traje, buenos efectos visuales o el personaje más ridículo jamás visto, saltan frente al protagonista con una frase tan trillada, que más que causar miedo, da risa o nos recuerda inmediatamente a otro personaje de alguna otra franquicia o en el peor de los casos, de otro género como comedia o romance, no me mal interpreten, el cine antiguo tenía muy buenos fundamentos para causarnos un miedo incontrolable, no podemos culpar a la falta de tecnología, ya que ellos eran realmente maestros en el uso de nuestros temores, al grado que un payaso, un loco con mascara de hokey o un tipo quemado con un suéter rayado de navidad, nos tenía al borde del asiento esperando por saber lo que pasaría, si a eso le aumentamos el hecho de los peligros que teníamos y las probabilidades de hacer algo o entrar en su territorio, realmente te hacían orinarte en la cama, porque vamos, el payaso iba sobre niños, el de la máscara sobre parejas jóvenes que tuvieran relaciones sexuales o estuvieran haciendo algo indebido y por dios, el del suéter te atrapa en tus sueños, que más podíamos esperar que estar en pendiente de no hacer nada.

Sin duda, volver a esos viejos tiempos, sería muy difícil, aunque en mi opinión personal, no conozco el miedo a partir de las películas nuevas, un celular malvado, un asesino en redes sociales o un video maldito, son cosas que de verdad no me impactan, no me causan ese temor que quisiera sentir y ni siquiera me da ganas de ver..."

Estas, fueron las últimas palabras del crítico Maxmoll Bayle, las respondió a una entrevista personal en varios de los programas más conocidos del cine y lo repitió en cada conferencia que dio, fuera para convenciones o universidades, nunca cambio ni una sola palabra y se mantuvo firme en su opinión, al menos así lo hizo hasta aquella tarde, mi grupo de amigos no es el grupo habitual de los más guapos o inteligentes, ni mucho menos de los deportistas y porristas, somos ese grupo neutral en donde absolutamente todos, pueden entrar, siempre y cuando nos caigamos bien, si a esto le sumamos el hecho de que nuestras edades son muy variadas, deberíamos tener un tipo de premio o galardón, venga aunque sea un reconocimiento por ser el grupo más abierto y extraño...

En fin, aquella tarde invitamos a los tres exponentes a venir con nosotros a comer algo, éramos yo y mis siete amigos más el crítico Maxmoll Bayle, el experto en lo paranormal Raymond Dudle y el psíquico y cineasta Diego Maleik, en un intento de hacerlo más personal, los llevamos a casa y pedimos la comida para llevar, nos sentamos en el gran comedor y repartimos los platillos y la gaseosa, las tres eminencias frente a nosotros parecen integrarse al grupo, a pesar de sus grandes diferencias profesionales, en cuanto a nosotros, realmente admiramos a estas personalidades, de no hacerlo no los habríamos invitado.

Mientras platicamos, surgen diversos puntos de vista, como era de esperarse al tener a tres especialistas diferentes, no llegamos a catalogarlo como una discusión, sino más bien como una conversación fuerte o un debate sobre lo que cree cada uno, Diego defiende claramente el hecho de que el miedo en sus historias, es miedo real, ya que sus locaciones son lugares que le han dado una señal o vibra en alguna ocasión y basándose en ello y en una sesión especial que realiza, es como sabe que historia debe realizar y que enfoque darle, mientras que Raymond le refuerza al decir que no somos los únicos en este lugar, lógicamente existen diversos planos existenciales y estos al igual que una tela, tienen ciertos pliegues, desdobles y rasgaduras, que nos permiten interactuar con el resto, pero Maxmoll no coincide, el asegura que nada de ello es cierto, que solo se trata de unos cuantos personajes tratando de generar miedo con lo que a ellos les asusta y sin más cobrar miles o millones por las esperanzas de jóvenes que quieren sentir aquel temor.

La discusión comienza a subir de nivel con el paso de los argumentos y las respuestas, además de la aparición de una que otra botella de ron, vodka, whisky y tequila, sin darnos cuenta, se ha hecho de noche y las horas han pasado sin siquiera dejarnos saber que hemos hecho, tan pronto termina de hablar uno, el otro arremete con su respuesta y más tarde el otro sin interrumpirle comparte su pensamiento, pero es entonces cuando el psíquico, juega su arma secreta...

- Maxmoll dices no sentir miedo con las cosas actuales o será que nunca has sentido miedo en realidad

- Vamos Diego, Maxmoll bien podría ser un miedoso disfrazado de héroe moderno, ya sabes, un Juan sin miedo de esta generación

- He sentido el miedo, lo he vivido, pero déjame decirte que nunca con una de las películas o historias de esta generación, más bien lo he conocido mediante experiencias vividas o con el cine antiguo, ahora nada de lo que presentan tiene sentido

- Eso es porque nunca has visto una de mis películas, Raymond te podría confirmar la presencia de seres extra dimensionales dentro de los sets o que han sido capturadas psicofonías sin querer

- Así es Maxmoll, las películas de Diego tienen muchas cosas que uno no esperaría encontrar, si las ves detalladamente, podrías sentir un poco de temor

- Venga señores, no asusten a estos chicos con sus sandeces, quien le creerá que de lo que ustedes hablan es algo real

- ¿Quieres ver algo real Maxmoll?

- ¿Qué me mostraras Diego? A ese hombre alto y trajeado sin cara y que parece tener un pulpo porque usa tentáculos, ¿de dónde sacaste eso hermano?, eso no le da miedo a nadie

- Eso es algo nuevo amigo, a los jóvenes les llama la atención, los crean ellos mismos y desarrollan sus historias a partir de ello, es buen material, ¿Por qué no te agrada?

- Porque eso no es real, ni siquiera se acerca un poco a lo cotidiano

- A los chicos les parece entretenido, toman seres...

- No amigo, toman la creación de alguien más y le dan un giro tremendamente sangriento para poder crear terror ficticio, eso no es real de ninguna manera

- Raymond ¿Cómo se llamaban aquellos seres que recién investigamos juntos?

- Espera, creo que tengo el nombre aquí apuntado, su nombre era...

- ...Presencials... ¿cierto?

- ¿De qué hablas Diego? Eso suena tan ridículo, ¿cierto Raymond?

- A decir verdad, es algo preocupante Maxmoll, es una historia que en verdad me hiela la sangre

- Bien, cuéntanos, ¿de qué se trata?

Raymond comenzó a sudar levemente, notábamos su nerviosismo al hablar y en el temblor de sus manos, miraba hacia una esquina, tal como si esperara permiso para poder hablar, sus ojos se desorbitaron por unos segundos y tras ello, dio un trago grueso de saliva, cruzo sus dedos juntando ambas manos y dijo...

"Está bien... pero no me hago responsable de lo que pase después de contarles esto, casi nadie de los que lo sabemos, se mantiene aún con vida, los pocos que quedamos, hemos sido encomendados en llevarle el mensaje a más personas para que estas se unan a ellos y si no lo hacemos, simplemente vienen por nosotros y nos toca un destino aun peor, por ello, solo se lo he contado a moribundos y pacientes terminales, pero hare una pequeña excepción si así lo quieren, todo comenzó cuando..."