Tres

3.7K 374 502
                                    

Cuando me abrazas
Cuando me sostienes en tus brazos
Puedo sentir tu corazón latiendo

- No sería una mala idea si organizamos algo en tu casa - opinó Sophia, mientras conversaban en el almuerzo - sé que no quieres una gran fiesta, pero podríamos hacer algo.

- Claro, suena genial... Podemos pasar la noche viendo películas o algo así - apoyó Finn, mirando a Jaeden en busca de aprobación.

- Gracias, chicos... Entonces quedamos para hoy en la noche - aceptó alegremente - ¿También irás, Jack?

- Sí, por supuesto... gracias por invitarme - le devolvió la sonrisa y ambos se quedaron mirando por unos segundos.

- Llevaré algunas cervezas - dijo Finn de mala gana.

- ¡Quince años no se cumplen todos los días! - exclamó Sophia emocionada, abrazando a Jaeden de los hombros.

Cada uno se dirigió a su última clase del día. Finn llevaba Francés ya que su familia era Canadiense y querían que él también aprendiera parte de su cultura. Al castaño le daba bastante igual, aunque era muy bueno para los idiomas, así que prácticamente no tenía problemas para sacar buenas calificaciones.

Al entrar al salón, lo primero que llamó su atención fue el rizado que estaba sentado en la primera carpeta, para variar. Era como si todos los planetas se hubieran alineado para hacerlos coincidir. Se dirigió hacia él y se sentó a su lado. El menor ni siquiera lo miró, sino que continuó leyendo un libro en... ¿francés? ¿Qué tan aplicado podía resultar un adolescente de 14 años?

- ¿Qué lees? - preguntó Finn, quitándole el libro sin mucha brusquedad.

- El principito...

- ¿Aún te gustan los cuentos antes de dormir? ¿O eres una princesa en busca de su príncipe azul? - se burló ojeando el libro sin mucho interés, solo deteniéndose a ver los dibujos que acompañaban el texto.

- Sabes que no se trata de eso, ¿verdad? - preguntó el rizado a la defensiva.

- Sabes lo que es una broma, ¿verdad? - Finn le devolvió el libro y se quedó en silencio unos segundos - ¿Por qué no me miras cuando me hablas? - interrogó repentinamente.

- ¿Es en serio? - Jack volteó a mirarlo un poco harto y un poco nervioso.

- Así me gusta... - el castaño acercó a su rostro, observando sus labios con mucha atención. Hace tiempo que quería besarlo, pero no se atrevía. En otras circunstancias lo habría hecho sin ningún problema, sin embargo con Jack era distinto. Había algo en él que le hacía actuar de una manera muy particular. Sonrió de medio lado, antes de alejarse.

El rizado había sentido cómo miles de mariposas aleteaban en su estómago al tener los labios de Finn tan cerca. En el fondo sabía que sentimientos extraños empezaban a surgir y no pensaba tomar el riesgo, por eso había decidido alejarse de él. No quería descubrir qué era lo que le estaba pasando. Simplemente no tenía la intención de que algo pasara.

Empezó a tomar apuntes, ignorando completamente al mayor. La campana  por fin sonó y en cuestión de minutos el salón quedó vacío, Jack había salido sin siquiera despedirse de su compañero. Aunque era consciente de que no podría evitar verlo en la noche otra vez. Jaeden le caía muy bien y solo por eso iría a su fiesta, no quería que se sintiera descepcionado.

Antes de ir a su casa entró al baño, ya había tenido problemas por no hacerlo con anticipación. Se lavó las manos y se acomodó la mochila en la espalda. Al cruzar el patio vio a Finn besándose con un chico, esta vez no era el rubio, era un pelirrojo que lo abrazaba por el cuello como si estuviera tratando de que no se escapara. Pasó por su lado porque le parecía ridículo tomar otro camino por culpa de ellos dos. El castaño lo miró de reojo y apretó las caderas de su acompañante.

Stay in my Heart ~ Fack ~Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora