Veintidós

910 101 42
                                    

Dedicado a TheSmokingIsGood. Gracias <3

***

Solo por tus ojos
te mostraré mi corazón

Había pasado un mes desde la última vez que se vieron, de aquella noche sublime que ahora parecía un sueño. Finn miraba el techo blanco sobre su cabeza, como cada noche, mientras todas las posibilidades de su vida se atropellaban dentro su pecho con un dolor agudo que le impedía tomar una decisión.

Jack siempre había sido el amor de su vida, había pasado todos esos años imaginándolo a su lado otra vez y, aunque su corazón latía con la misma intensidad de antes, la cosas ya habían tomado otro rumbo. No se sentía capaz de ceder a su egoísmo, de correr como siempre tras de él, de dejar atrás todo lo que había construido. Observó a Daniel que dormía tranquilamente a su lado y la culpa creció como la espuma blanca de un vaso de cerveza, que al mismo tiempo embriagaba su buen juicio. Se sintió morir en ese instante.

Se puso de pie sin hacer mucho ruido y se encerró en el baño, tratando de aclarar su mente. Necesitaba encontrar una salida o terminaría perdiéndose sin remedio. Miró el celular con cierto temor, el nombre de Jack brillaba en letras negras y hacía que su corazón doliera miserablemente. Apretó la tecla "llamar", tenía que escuchar su voz otra vez. El teléfono timbró un par de veces antes de que alguien descolgara.

- ¿Hola? - preguntó la voz suave de Jack.

- ¿Cómo estás, cariño? - susurró Finn, sin poder contenerse.

- ¿Quién habla?

- Soy Finn, pensé que reconocerías mi voz...

- ¿Finn? Disculpa, creo que te has equivocado de número - explicó un tanto desconcertado, pero sin dejar de ser amable.

- ¿De qué estás hablando Jack? Soy yo... - insistió sin dar crédito a lo que estaba escuchando.

- Lo lamento, pero no sé quién eres... yo soy Jack Dylan Grazer, probablemente estés cometiendo un error...

- Soy Finn Wolfhard... - musitó con tristeza, tratando de contener sus lágrimas - soy yo, cariño, no puedes olvidarme así.

- ¿Eres un amigo de la escuela? Realmente no me suena de nada - respondió apenado - pero es posible que sea yo...

- Déjame hacerte recordar, ¿si?

- Creo que podemos intentarlo...

- Nos conocimos en la escuela, era el primer día de clases y yo me estaba besando con un chico que ya ni recuerdo. Cuando me di cuenta, tú me estabas mirando con tu cara de tonto, después descubrí que estábamos en el mismo salón... tú no podías dejar de mirarme y eso me causaba mucha gracia...

- Tengo que admitir que es algo que haría... - comentó alegremente.

- Luego fuimos a mi casa a hacer una tarea, subimos a mi cuarto y yo tenía una erección porque me gustabas mucho. Tú pensaste que te iba a violar y saliste corriendo... nos conocimos por algún tiempo, hasta que te pedí que fueras mi novio. Me dijiste que no muchas veces, aunque yo no entendía por qué hasta que al final, cuando pensé que ya nada podía mejorar, aceptaste estar conmigo. Estaba borracho, en la sala de tu casa, pidiéndote una oportunidad para ser feliz...

- ¿Estaba muy enamorado de ti, Finn?

- Estábamos demasiado enamorados, pero... fui muy estúpido, me equivoqué muchas veces y me dejaste. No sabía qué hacer, no podía verte y estar sin ti al mismo tiempo, así que me fui lejos... solo quería escapar y fingir que todo estaba bien... No lo logré...

- ¿No te busqué?

- No, Jack, tú nunca me buscaste hasta que yo decidí escribirte para invitarte a mi boda... no imaginé que responderías, pero lo hiciste y no pude dejarte ir de nuevo, así que te busqué y cuando te vi... era como si nada hubiera cambiado... te hice el amor...

- ¿Fue hace mucho? - preguntó con la voz entrecortada.

- Fue hace un mes... pero tampoco me buscaste esta vez y yo... me cuesta mucho dejarte ir... no quiero hacerlo - suspiró, mientras las lágrimas bajaban por sus mejillas en silencio.

- Lo lamento, yo... he estado en este hospital desde hace varias semanas y no logro recordar nada, aunque sería increíble poder hacerlo porque... ya siento que estoy enamorado de ti con solo escuchar tu voz... ¿Te amo, Finn? ¿La última vez te lo dije?

- ¿En un hospital? - repitió el castaño, esa era la única palabra que se había quedado retumbando en su cabeza como una daga que se iba hundiendo de a pocos.

- No quiero que te asustes, pero creo que no podré verte otra vez... creo que estoy muriendo, Finn, y lamento tanto no poder recordarte...

El corazón del mayor dejó de funcionar por unos segundos, era como si de repente todo sucediera a cámara lenta, incluso su respiración. Se sentía sofocado y al mismo tiempo era como si hubiera demasiado oxígeno en sus pulmones. Un zumbido doloroso se instaló en su cabeza.

- No vas a morir, Jack, no voy a dejar que eso pase nunca, ¿entiendes? No vas a dejarme esta vez - aunque trataba de sonar convencido, su voz entrecortada delataba todos los miedos que invadían su cuerpo en ese momento.

- No llores, Finn, no quiero que llores por mi culpa... - pidió con la voz más tierna que había escuchado en toda su maldita vida.

- No te preocupes, cariño... Todo va a estar muy bien - prometió con firmeza antes de colgar la llamada.

Se limpió la cara con el dorso de su mano y empezó a buscar desesperadamente en su lista de contactos.

- ¿Finn? ¿Por qué llamas tan temprano? - contestó una voz adormilada.

- ¿Por qué no me dijiste que Jack estaba en el hospital, Noah? ¿Qué mierda tienes en la cabeza? - gritó con rabia, necesitaba desahogarse de alguna manera.

- Cálmate - dijo un poco asustado - tienes que entender que... Jack no quiere verte. Sé que ahora no recuerda muchas cosas, pero le prometí que no te diría nada... él quería que seas feliz sin verlo mo... en esta situación...

- No, Noah... No puedo entenderlo y no me importa lo que le hayas prometido. Vas a decirme en dónde está, ahora... - demandó bruscamente.

- Solo será más difícil para los dos...

- Ni siquiera lo insinues - advirtió se inmediato - yo no voy a dejar que pase...

Stay in my Heart ~ Fack ~Where stories live. Discover now