Stay in my Heart ~ Fack ~

Once

¿Llegaremos al otro lado
antes de que no quede nada?
Nuestros cuerpos están débiles,
estamos cansados y adoloridos
¿Llegaremos al otro lado?
No lo sé, pero juro
qué moriré intentándolo.

Al ver que no podría seguir avanzando con Jack en brazos, decidió recostarlo sobre el tronco de un árbol. No era capaz de irse y dejarlo ahí mientras él buscaba la forma de ayudarlo, solo habían dos posibilidades: llevarlo de alguna manera  que aún no había descubierto o quedarse a su lado. La segunda opción no era viable, la noche podía caer en cualquier momento y la situación solo terminaría empeorando.

El menor tenía la cabeza gacha y sus rizos cubrían sus ojos, Finn los apartó suavemente con su mano y acarició su frente, tratando de hacerlo volver en sí. Su piel estaba muy fría, parecía que su temperatura había descendido rápidamente y eso le dio miedo.

- Cariño, por favor despierta... Tenemos que irnos... - susurró con la voz quebrada debido al creciente pánico que sentía - no puedo dejarte aquí...

Respiró hondo y se puso de espaldas a él para poder cargarlo. Hizo que sus brazos rodearan su cuello y agarró sus dos piernas con firmeza. No importaba lo que pasara, no podía quedarse esperando, así que si tenía que morir, lo haría intentando ayudar a Jack. Se puso de pie con mucho esfuerzo y acomodó el cuerpo de su novio a duras penas, antes de empezar a caminar. El peso era más de lo que podía soportar, sin embargo comenzó a dar pasos lentos, eso era mejor que nada.

Como si la vida no pudiera ser más perra en ese momento, grandes gotas empezaron a humedecer la tierra hasta convertirse en un fango pegajoso que ya no lo dejaba avanzar. Se detuvo y dejó al rizado sobre el suelo, su espalda dolía mucho debido al esfuerzo. Se sacó la casaca y se la colocó a su novio para tratar de protegerlo de la lluvia. En pocos minutos su ropa estaba mojada y su cabello escurría agua. No entendía cómo es que se habían alejado tanto de la cabaña si todo parecía haber sucedido en un abrir y cerrar de ojos.

- Jack, por favor, tienes que despertar, no puedo sacarte de aquí... Te juro que lo he intentado... Jack... cariño... - sacudía su hombro con más fuerza, cediendo ante la impotencia - no me dejes solo...

- Estás muy mojado... Te vas a enfermar... - la aguda voz del rizado se dejó oír a penas y Finn pensó que iba a morir de un infarto.

- ¿Te sientes bien? - preguntó sin poder contener su alegría.

- ¿Por qué estamos aquí?

- Creo que nos perdimos, lo lamento mucho. Te prometí que iba a ser perfecto, pero parece que estoy fallando... - se disculpó con cierta vergüenza - yo solo quería darte un bonito día que recordar en el futuro...

- ¿Por qué? Yo... ni siquiera te conozco... - la expresión de Jack era de confusión, como si tratara de recordar cómo había llegado hasta ahí.

- ¿Cómo? - Finn se quedó perplejo al escuchar sus palabras - mi amor, ¿qué pasa?

- ¿Por qué estamos en este lugar? ¿Dónde está mi madre? - empezó a mirar a su alrededor un poco angustiado, Finn aún sostenía sus brazos pero no sabía qué decir, ni qué hacer - ¿Quién eres tú? - sus ojos no tenían expresión, realmente parecía no reconocerlo en absoluto.

- Jack, no es gracioso... - dijo, tratando de aparentar que todo eso era solo parte de un juego, no podía concebir un mundo en el que el rizado lo mirara a los ojos de esa manera, como si fuera un extraño y nada más - soy Finn, tu novio... Tú me amas y yo te amo... No puedes olvidarme así...

- ¿Novio? ¿Cuándo sucedió? - abrió los ojos ampliamente y pasó sus fríos dedos sobre el rostro del castaño - no puedo creerlo...

- Créelo, cariño, yo soy el amor de tu vida... y te amo demasiado - lágrimas cayeron de sus ojos y las limpió con el dorso de su mano. Lo abrazó fuertemente, porque de repente sintió como si lo estuviera perdiendo y no era capaz de soportarlo.