Veintitrés

825 114 56
                                    

Dedicado a inexpert- y Finnwheleertozier. Mil gracias por su tiempo <3

***

Si no lo digo ahora,
seguramente me arrepentiré

como si abandonara
lo único que quiero

Cinco pasos, el ritmo se hacía más lento e inseguro. Tres pasos, su cuerpo se iba quedando inmóvil. Un paso, se quedó parado frente a la puerta, su corazón latiendo a un ritmo desigual, la respiración entrecortada. Envolvió el pomo de la puerta con sus largos dedos blancos y esperó en silencio, como si algo pudiera cambiar en ese instante.

- Disculpa, ¿buscas a alguien? - preguntaron detrás de él de forma tan repentina que se sobresaltó al darse cuenta de que ya no se encontraba solo.

- Sí - volteó lento, como si realmente no esperara encontrar a alguien.

Sus ojos se conectaron en perfecta sincronía. Los rizos reposaban sobre sus pestañas tan suave y tiernamente como los había recordado siempre. Su expresión proyectaba calma, sus labios dejaban ver una delicada sonrisa. Contuvo la respiración por varios segundos.

- Soy Jack, ¿puedo ayudarte? - sus ojos traslúcidos parecían no reconocerlo, era una mirada tranquila, pero ajena.

- Claro... ¿Podrías amarme otra vez, Jack? - preguntó, casi a modo de súplica.

- ¿Finn? - sus ojos se cristalizaron al pronunciar su nombre. Era una sensación rara, pero familiar. Era como si siempre hubiera estado ahí, esperando para hacerse notar.

El castaño se acercó y cogió su rostro con delicadeza. Se quedó apreciando cada una de sus facciones y pensó que era imposible pasar una vida entera sin verlo otra vez. No podía ni siquiera imaginarse a sí mismo buscándolo sin saber en dónde encontrarlo. La angustia se apoderó de él, un doloroso nudo se formó en su garganta impidiéndole hablar. Solo quería detener el tiempo, amarlo como si no existiera nada más.

- Todo va a estar bien, te lo prometo - susurró con cierta dificultad, no podía dejar que el rizado lo viera llorar.

El menor colocó su dedo índice sobre los labios del mayor, sonriendo tristemente. El contacto con su piel era como un nuevo soplo de vida y, al mismo tiempo, dolía tanto que no se sentía capaz de seguir en pie.

- Hay promesas que no se pueden hacer... Tú y yo sabemos que nada estará bien - dijo con resignación - no puedo recordarte, pero te siento, Finn, en alguna parte de mi corazón siempre estás presente. Sé que eres tú.

- Siempre, Jack, siempre estaré aquí... contigo. No importa a dónde intentes escapar, cuando voltees, siempre estaré detrás de ti...

Inclinó su cabeza y rozó sus labios suavemente, necesitaba sentir cada parte de él. Empezó a acariciar con la punta de su lengua y Jack abrió la boca para dejarlo entrar. El beso fue profundo, el castaño rodeaba su cintura para pegarlo a su cuerpo por completo. Jack estaba de puntillas, con los brazos entrelazados detrás de su cuello. Era perfecto. Eran uno.

- ¿Jack?

Ambos se soltaron al instante y el aludido volteó a ver quién lo llamaba. Sus mejillas se encendieron al ver a su padre parado justo detrás de él, con un vaso de café en la mano.

- ¿Qué estás haciendo aquí? - increpó, dirigiéndose a Finn. Hablaba con rencor y no estaba tratando de ocultarlo.

- Vine a ver a Jack, voy a quedarme con él - respondió con firmeza, sosteniendo la mano del rizado.

- ¿Acaso has venido a mentirme a la cara otra vez?

- Papá, por favor... - quiso intervenir Jack.

- Ve a tu habitación, no puedes estar de pie, tienes que descansar - ordenó, suavizando su tono de voz.

Jack miró a Finn en busca de alguna respuesta, este asintió y le dirigió una sonrisa. Posó un beso en su frente antes de soltarlo de la mano.

Una vez que la puerta se hubo cerrado, el castaño trató de buscar las palabras adecuadas en su cabeza, no estaba preparado para enfrentar una situación así.

- No tienes derecho a venir. ¿Por qué quieres dañarlo de esa manera?

- ¿Dañarlo? Jamás he querido hacer algo así, Jack es lo más importante en mi vida...

- ¿En serio? ¿Después de cuántos de años? Tú dijiste que estarías a su lado y después huiste sin decir nada. Lastimaste a mi hijo... le rompiste el corazón...

- Hice lo que él quería - refutó Finn - Jack me echó de su vida y no tuve más remedio que irme... - las lágrimas empezaron a caer - pero no puedo, ¿entiende? No puedo alejarme de él, lo he intentado de todas las formas posibles y... y no sé a dónde ir si no es con él... voy quedarme a su lado, aunque no pueda recordarme ahora...

- No va a recordar nunca. Las pastillas ya no funcionan, ni siquiera puede recibir un tratamiento. Solo estamos... esperando - la última palabra fue un susurro grave que retumbó contra las paredes.

- No, por favor, dígame que van a hacer algo... que lo van a curar... que vamos a estar bien... - pidió, negándose a aceptar la verdad.

El hombre negó con la cabeza, agachando la mirada para ocultar las lágrimas que se deslizaban por sus mejillas. El silencio se apoderó del lugar, solo se podía escuchar los latidos de sus corazones. Estuvieron de pie, sin decir nada, durante varios minutos.

- Si vas a quedarte, tienes que hacerlo hasta el final...

- No pienso ir a ninguna parte sin Jack, ya he perdido varios años intentando vivir sin él. No funcionó, ni va a funcionar.

- Debes comprender que no será fácil... Estar aquí todos los días, sabiendo que en algún momento solo encontraré una cama vacía... cada día duele más que el anterior y no hay nada que podamos hacer al respecto. ¿Entiendes cómo se siente? ¿Crees que podrás soportarlo?

- No quiero que se vaya, yo... daría mi vida por él sin pensarlo un segundo... - sollozó como un niño pequeño.

- Solo quiero que mi hijo sea feliz, y si puedes hacer eso, te lo voy a agradecer siempre.

- Voy a casarme con Jack - no había un atisbo de duda en sus palabras.

- ¿Estás seguro de lo que acabas de decir? - preguntó, algo confundido.

- Jack va a ser mío, incluso cuando ya no esté aquí, ¿entiende? Lo amo y si esto tiene que suceder, entonces él se irá siendo mi esposo.

Stay in my Heart ~ Fack ~Where stories live. Discover now