Ocho

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En tus ojos perdí mi lugar,
podría quedarme un rato
y me derretiría en tus ojos,
quédate conmigo,
descansa conmigo.

- Siempre te ves muy bien - dijo Luke, un estudiante de su mismo curso, que también llevaba la clase de Química con él.

- No más que tú - respondió Finn, recorriéndolo con la mirada.

Ambos se habían sentado juntos para trabajar en la actividad que había dejado el profesor. Como Jack aún no llegaba, entonces el castaño no había tenido más opciones. Aunque usualmente prefería estar al final de la clase sin hacer nada. Sin embargo, se había comprometido a mejorar su situación.

- ¿De verdad? - preguntó el joven, con su voz melosa y provocativa.

- Completamente - aseveró Finn, levantando una ceja.

- Entonces... ¿Hoy podemos ir a tomar algo después de clases? - empezó a acariciar su brazo con su dedo índice, mientras que con su otra mano jugaba con el cabello del castaño.

- No podría decirle que no a alguien como tú... - sintió un golpe en el costado y se giró para ver de quién se trataba.

Noah lo miraba negando con la cabeza, luego le señaló algo detrás de él. Jack estaba sentado en la última carpeta, con la mirada fija en el libro que tenía delante. Finn tuvo que tomarse un largo minuto para darse cuenta de lo que estaba pasando. Era obvio que el rizado lo había visto en una situación sugerente con Luke, aunque él consideraba que no tenía nada de malo que conversara con otros chicos.

- Ahora vuelvo - dijo, levantándose para acercarse a Jack y se sentó en el asiento vacío que había a su lado - ¿Cómo estás, mi amor? - quiso inclinarse para darle un beso, pero el menor lo esquivó - ¿qué sucede? - preguntó confundido por su reacción.

- Nada - contestó secamente, sin apartar la vista del libro.

- ¿Estás molesto? ¿Te sientes mal? - interrogó algo preocupado.

- No.

- Jack, ¿puedes decirme qué te pasa? - insistió Finn, tratando de mantener la calma.

- No, no puedo. Solo déjame en paz, por favor - habló entre dientes, sus mejillas se habían puesto rojas.

- Pero... quiero estar contigo - reclamó ante la negativa de su novio.

- Yo no quiero, Finn, así que puedes irte - sentenció de mala manera.

- ¿Cuál es tu problema? - el castaño perdió la paciencia y elevó la voz.

- Mi problema es que no quiero estar con una PERRA, no voy a ser la burla de nadie... si quieres ir y arrimarte con la primera persona que se te cruce en tu camino, puedes hacerlo... pero yo no voy a estar ahí para aplaudirte - no le importó que los chicos que estaban cerca a ellos lo hayan escuchado, finalmente todos en ese salón y en todo el colegio sabían la clase de persona que era Finn.

- ¿De qué estás hablando? - preguntó ofendido, pero sobre todo herido por las palabras que le acababa de decir Jack. Sintió que sus ojos empezaban a picar, sin embargo tenía que hacerse el fuerte.

- No te hagas el que no se da cuenta, porque estás muy lejos de ser el chico inocente - soltó el rizado, poniendo cara de indignación. No podía creer que el amor que supuestamente le tenía Finn haya durado tan poco tiempo. Se sentía tonto y vacío. Se levantó del asiento y salió del salón, para sorpresa del profesor que no pudo hacer nada cuando Jack cruzó la puerta de forma intempestiva.

El mayor no dudó ni medio segundo antes de salir detrás de él, al fin y al cabo él no era el estudiante más aplicado de la clase, así que no tenía mucho que perder. Aceleró el paso hasta alcanzar a Jack y lo agarró bruscamente del brazo, para que volteara a mirarlo.

Stay in my Heart ~ Fack ~Where stories live. Discover now