4. Vendido III

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VOTEN Y COMENTEN, las obligo.


Luego de solucionar el problema de Damián, con enfado Lina condujo a La Venta ignorando por completo los semáforos y el límite de velocidad impuesto por la ley.

Al llegar al imponente edificio, Lina se estacionó y luego nos dirigimos al ascensor, que nos llevó hasta el último piso. Una vez allí, caminamos hacia la única mesa vacía que quedaba en el fondo del gran salón. Estábamos por llegar cuando una chica se nos adelantó y tomó asiento en la silla que Lana iba a ocupar.

-Fuera -le murmuró Lina a la chica, su enojo era evidente.

-¿Por qué? -habló la chica mirando el escenario, sin siquiera tomarse la molestia de mirar a mi amiga.

Inmediatamente reconocí su voz. Era Javiera, la chica de la disco.

-Yo me iba a sentar ahí. Vete - contestó Lina. Esto terminará en una pelea, lo sé.

Me senté junto a la chica, Javi, y miré el escenario a la espera del comienzo de la función. Lana me siguió y se sentó al otro lado de la chica. Pude sentir la mirada furiosa de Lina sobre mí y su hermana.

-Vete a la mierda -respondió Javi sin darle mayor importancia al tema. Al parecer aún no se da cuenta de mi presencia y la de Lana.

-A mí no me contestas así, hija de...

Se escuchó una silla caer bruscamente al piso y luego un golpe seco, similar al de un saco de papas al caer al piso.

Me giré rápidamente para observar que había producido tal ruido. Alcé amabas cejas, sorprendida.

-Con mi mamá no, jila culiá -su voz salió escalofriantemente tranquila.

Miré la escena. Javi tenía las manos de Lina afirmadas por sobre la cabeza de mi amiga, solo con su mano izquierda, y con la mano derecha sostenía un arma con la cual apuntaba hacia la cabeza de Lina.

-Mierda -murmuré y luego observé a Lana, ella se encontraba a punto de lanzarse sobre Javi para ayudar a su hermana.

Afirmé a Lana por sobre la mesa y luego grité con voz fuerte y clara: -Javiera, suéltala.

Ella soltó lentamente a Lina y luego, cuando estuvo parada frente a mí, me habló. -Te advertí sobre mi nombre, princesita.

Le sonreí fríamente. -Luego solucionamos eso, ahora, sentémonos, la función ya va a comenzar.

Y como si me hubiesen escuchado las luces del salón se apagaron, dejando sólo el escenario iluminado. Tomé asiento y, al parecer, las chicas igual. Alguien se movió en el escenario y yo lo observé con atención.

-Buenas tardes. Mi nombre es Josué, - se presentó un tipo de aproximadamente cincuenta años. Vestía elegantemente y su peinado era de lo mejor, pero esto no le quitaba su horroroso aspecto- y seré el presentador el día de hoy.

Nos recorrió con la mirada. -Como saben, la subasta del día de hoy será diferente -se paseó por el gran escenario sonriéndonos de oreja a oreja-. La mercancía de hoy es netamente masculina. Si, como oyeron. Hoy, luego de semanas preparándonos hemos logrado traer hombres.

La luz del escenario disminuyó ligeramente. -Espero que encuentren lo que buscan. Y no olviden que nosotros sólo traemos lo mejor de lo mejor.

El público aplaude y la luz se va por completo. Cuando la luz vuelve el primer chico hace acto de presencia en el escenario afirmado de tres "guardias". El chico es muy delgado, dejando en claro su desnutrición. Sus ojos son color verde, tiene pecas y el cabello entre rojo y naranjo. Es bastante bonito, pero su extrema delgadez es impresionante y le quita un poco el encanto.

Vendido. (En pausa)Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ