11. Nuevos celos. III

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Ethan

Abrí los ojos de golpe al sentir como agua helada impactaba directo en mi rostro. Miré a Javi con odio mientras me sentaba para secarme la cara con la sabana, sus carcajadas cargadas de burla no hacían más que aumentar mi mal humor.

-¿Te puedes callar un momento? –le pregunté al ver que sus risas no cesaban-. Ya cierra la boca, Javiera.

Como por arte de magia sus risas acabaron y con voz seca soltó: -No me digai Javiera, simio culiao.

Me lanzó una botella de plástico, la que anteriormente contenía el agua que utilizó para despertarme, y comenzó a caminar hacia la salida. Negando con la cabeza y aprovechando que me encontraba empapado, fui tras de ella y la abracé para que no se marchara.

-No deberías ser tan enojona, le hace mal a tu salud –ahora fue mi momento de burlarme mientras ella intentaba escapar de mi abrazo.

Me dio un codazo en las costillas que hizo que la dejara, se volteó y mirándome con el ceño fruncido y una sonrisa, me dijo. –No soy enojona, conchetumare.

-Si lo eres –me quité la camiseta y se la lancé con la intensión de que le llegara en la cara, pero ella la atrapó en el aire-. Y también eres una muy mala amiga, ¿¡por qué mierda me despertaste así y tan temprano!? No tienes tacto, maldita sea.

-Tenemos que salir –miró la hora en su celular mientras dejaba la camiseta en un mueble; yo por mi parte saqué ropa limpia y reuní lo necesario para ir a tomar una ducha y salir de ahí listo-. Haz lo que tengas que hacer, tienes quince minutos. Te espero en el garaje.

-¿Y Ether? –pregunté antes de entrar en el baño.

Despegó la vista del móvil y me miró con algo de molestia. –De momento me importa un pico Ether.

Sus palabras me extrañaron por un momento y decidí que luego le realizaría las preguntas.

Me di una ducha súper rápida y una vez listo, fui al garaje. Afuera aún estaba oscuro y todas las luces de la mansión se encontraban apagadas. Cuando llegué al lado de Javi, me quedé observando el jeep en el que se encontraba apoyada.

-Es un Jeep Scrambler, precioso, ¿no? –se montó en él y me hizo una seña para que hiciera lo mismo, y así lo hice.

-Preferiría que no fuera de color amarillo –me encogí de hombros a la vez que me ponía el cinturón de seguridad-. ¿Ya me dirás a dónde vamos?

Nos pusimos en marcha y rápidamente dejamos la mansión y sus comodidades atrás.

-Aun no es el momento, flaco. Estoy esperando una llamada primero, que seguramente no tardará en llegar.

—¿Qué llamada? Adelantame algo, no me agrada estar en el limbo.

—Solo tienes que esperar unos momentos, loco. Tu dueña ya no tarda en llamar.

—¿Por que te llamaría? No quiero tener problemas con ella, ya la cagué ayer y no quiero que la situación empeore.

—Ya la llamaste puta, situación no puede empeorar más. Hoy te he salvado del infierno que te esperaba, hueon, deberías estar agradecido de eso.

-¿Qué infierno, mujer exagerada? –pregunté rodando los ojos. En ocasiones Javi podía a llegar a ser muy dramática y estpy seguro de que esta es una de esas ocasiones.

-Si supieras lo que la princesa tenía planeado para hacerte hoy no me estarías haciendo esos gestos, gil culiao.

Suspiré y decidí hacerle la pregunta que llevaba mucho tiempo con ganas de realizársela. -¿Qué significa culiao? Es lo que más me dices.

-Algo así como abusado sexualmente –se rió desviando un poco la mirada hacia mí-. Pensé que me preguntarías sobre lo otro, hueon. Deberías ordenar tus prioridades.

Me encogí de hombros y miré por la ventana. Ya estaba comenzando a aclarar y sigo sin saber a donde mierda nos dirigimos ni por qué Ether no sabe de nuestra salida. Cuando me dispuse a hacer las preguntas pertinentes, el celular de mi amiga comenzó a sonar. Javi lo puso en altavoz.

-¿¡Dónde estás, maldita sea!? ¡Te llevaste a mi chico sin avisarme! Los quiero de vuelta en diez minutos, Javi. Si no llegas las consecuencias serán graves.

Javi sonrió entre burlona y malvada. –Tus amenazas vacías no me convencen, amiga. ¡Y relájate! El flaco está bien conmigo, lo llevaré a la playa a conocer chicas mientras tú te vas con Sean a donde sea que vayan.

-Javi, tú sabes lo que iba a hacer. ¡Pensé que estabas de mi lado, maldita hija de puta! Y nada de chicas, él es mío.

-Bájame el tonito po, celosa de mierda, ¿no ves que me intimidas? –Javi soltó con un exagerado sarcasmo-. Y si no quieres que Ethan se entere no reveles tus planes, estas en altavoz.

-Si serás...-Ether suspiró con frustración, nunca la había escuchado así-. Ethan, te quiero aquí antes de que parta nuestro vuelo.

-Si es con Sean, yo no voy –solté con sequedad. Javi me sonrió con aprobación mientras me guiñaba un ojo.

-Ya escuchaste al niño, princesa. Está cada vez más fiero, ahora sé porque lo deseas cada vez más –Javi rió con ganas mientras cortaba la llamada.

Mantuve el silencio mientras analizaba la llamada. ¿Ether va a viajar con Sean? Maldita sea.

-Si vas a ir al viaje, pero no a lo que Ether piensa, hay que darle un empujoncito a su relación y ya sé cómo –se estacionó fuera de un KFC y me miró, sus ojos indicaban que nada bueno se acercaba y que eso le divertía-. Ahora vamos a desayunar.

*-*

Estoy en plena época de pruebas y me pongo a escribir, seré hueona...

Que pa, miamores. Recordé que tenía historias y decidí retomarlas xd
Wn, ¿Cómo me soportan? Yo estaría puteándome todos los días en su lugar.

Ahora mismo comienzo a escribir el próximo capítulo para comenzar a recompensarlos.

Bye, nos leemos al rato.

Vendido. (En pausa)Where stories live. Discover now