10. Nuevos celos. I.

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Al ver como Ethan se marchaba a paso rápido de la sala me sentí mal y el tener a Sean frente a mí me impidió ir tras él. Claramente Javi no tardó en hacer lo que no pude yo, antes de que se fuera pude ver su rostro marcado por la culpa.

Cuando una de las empleadas me indicó que la habitación destinada a Sean estaba lista, lo llevaron hasta ahí y este no tardó en quedarse dormido gracias a los sedantes que le aplicaban para su dolor.

Le di una rápida vista a la habitación antes de marcharme, no era tan grande como las de los pisos superiores, pera era la mejor del primer piso. No teníamos como subirlo a una mejor, definitivamente necesito un ascensor.

Fuí a mi cuarto para ducharme y cambiarme ya el vestido que llevo puesto desde ayer. Luego de todo esto iré donde mi chico.

Narra Ethan.

—Asume de una vez que te gusta, chico. Están destinados a estar juntos y entre menos te demores en aceptarlo más rápido comenzarán a ser felices —siguió Javi luego de mi negación, se encontraba sentada frente a mí viendo cómo golpeaba el saco. Mi única amiga en este lugar me trajo aquí luego de decirme que me funcionaría para descargarme, y no mintió—. Quiero que luego se pongan en acción para que me den un sobrino antes de que me marche, ¡y exijo ser la madrina luego de todos los consejos que te he dado!

Negué aunque la idea no se me hizo tan mala. Dispuesto a cambiar el tema pregunté: —¿Marcharte?

Me dió esa sonrisa misteriosa que últimamente suele usar mucho. —Volveré a mi antiguo lugar.

—¿Chile? —pregunté sentándome en el suelo para descansar.

—Prisión.

—¿Que planeas hacer? —pregunté con el ceño fruncido—. Lo que sea, no lo harás, te necesito aquí conmigo.

Javi alzó sus manos y sonrió mientras agachaba la cabeza, cuando la levantó supe por su mirada que yo no era suficiente para detenerla.

—Ahora pasa a la próxima —me indicó una máquina para ejercitar las piernas—. Te dejaré siendo un bombón para Ether.

Negué con la cabeza divertido, hasta que recordé a Sean. Él ya es un bombón para Ether.

—¿A qué se debe esa nueva de asco, flacucho ya no flacucho?

—A nada —respondí y me puse en marcha. Sin duda este será mi nuevo lugar en la mansión.

—Sean no es competencia —adivinó mi preocupación—. No te llega ni a los talones. A parte, he notado como la princesa te mira, te adora, y tú a ella. Ustedes son terrible ahueonaos, si fueran más inteligentes ya estarían con planes de boda.

Soltamos una carcajada ante lo último, y en eso entró Ether. Javi se levantó y caminó hasta a ella, le susurró algo y luego se marchó dándole un pequeño empujón con su hombro.

Ether cerró la puerta con seguro y luego se acercó lentamente a mí. Sus ojos no se apartaban de los míos, y aunque quisiera yo tampoco los apartaba.

—Quisiera que conmigo te rieras de igual forma —comentó con sequedad. Tomó un mechón de mi cabello y jugó con él, me hubiese gustado no estar tan sudado—. ¿Por qué con ella hasta ríes mientras que conmigo ni siquiera eres capaz de mantener una conversación?

Me levanté de la máquina para quedar a su altura, o mejor dicho, unos centímetros más arriba. —¿Qué quieres que te diga?

—Cualquier cosa, cariño, con lo que sea soy feliz —lamió su labio y tomó mi mentón.

Aparté su mano sin pensarlo, con esas manos toca a ese chico, no hará lo mismo conmigo.

—¿Por qué me apartas? —sonrió con malicia—. ¿Es por él? Hace unos pocos días no te hubieses alejado de mi tacto.

Me dispuse a irme, pero Ether, a instantes de abrir la puerta, me acorraló contra ella. —No escaparás de mí, no más.

Atrapó mis labios con los suyos, haciéndome notar su necesidad. No pude evitar responderle mientras la tomaba por la cintura. Justo en ese momento me sentía demasiado bien, disfrutaba cada segundo junto a ella, hasta que Sean volvió a mi mente.

—¿Por qué lo trajiste? —la pregunta escapó de mis labios sin enterarme.

—¿Estás celoso, cariño? —me sonrió con burla—. Es mi amiga desde hace años, le guardo un gran aprecio y no podía dejarlo en esa clínica.

—Ve con él —escupí sin ocultar mis celos injustifucados, ya que no eramos nada.

—No, te tengo a ti —besó mi cuello y yo cerré los ojos disfrutando.

—¿No aceptaste su propuesta?

—Jamás lo haría —me murmuró entre besos—. Estoy centrada en ti, Ethan. Deja la inseguridad de lado y correspondeme.

—Con gusto.

Abandonó mi cuello al escuchar mis palabras y me miró con sorpresa, no le di tiempo a hablar y la alcé tomándola por las caderas. Ella me rodeó con sus piernas, y esta vez fuí yo el que atacó sus labios primero, sonrió entre el beso. Me di la vuelta para que quedara entre la pared y yo, la presioné contra ella y a Ether se le escapó un gemido. Mierda. Interrumpió el beso para sacarme la camiseta y yo la ayudé con ello, luego reanudamos nuestro desesperado beso.

—¿Señorita Ether? —preguntaron trás la puerta—. El señor Sean a despertado y solicita su presencia.

Al escuchar eso la dejé en el piso, toda mi emoción de evaporó al escuchar el nombre de ese idiota.

—¡Voy! —me miró con disculpa y al notar mi descontento rió—. Si quieres puedes venir conmigo.

Observé su cabello desordenado, su agitación y mi camiseta en el suelo, es evidente lo que hacíamos. Sonreí al escuchar la voz de Javi en mi cabeza.

Marca territorio.

Tomé la mano que Ether me extendía y la seguí hasta el primer piso. Me guío hasta un sector de la casa que aún no había recorrido, entramos en una habitación y allí se encontraba el idiota. Su rostro se encontraba destrozado y no sentí ni un poco de pena por ello. Sean le sonrió a Ether y al notar mi presencia se puso serio.

—¿Qué hace él aquí? —miró nuestras manos juntas.

—Vive aquí, Sean —Ether intentó soltar mi mano, pero yo no se lo permití.

—¿Están juntos? —preguntó dolido.

—No —solté yo, el tipo no era más que uno de los enamorados de Ether, en ese estado no merecía que lo atacara con todo el arsenal. Dejé la mano de Ether y me sentí indefenso, ya no sé qué es de mí y en qué momento me volví tan dependiente de ella.

—Aun no —aclaró Ether, volteó a mirarme y me guiñó un ojo con coquetería, no pude evitar sonreír ampliamente olvidando la presencia de Sean.

Por primera vez en este lugar cumplí uno de mis impulsos, le di un beso en la mejilla, corto pero significativo, y luego me marché para darles privacidad, aunque fue más por la necesidad que sentí luego de huir para calmar mi vergüenza.

—*—
Mi Ethan se está enamorando de Ether:c pobrecito.
A los 100 votos vuelvo a actualizar, he dicho ¡Caso cerrado!

Vendido. (En pausa)Where stories live. Discover now