Rec° .- JIHAN.

Capitulo 11.-

Feliz cumpleaños Jihoonie.

El día miércoles se encontraban cantándole cumpleaños feliz a Jihoon en la oficina, con una pequeña tarta. Era el cuarto día que Joshua ignoraba al mayor y el primero en estar más de 10 minutos respirando el mismo aire. No lo miraba, no le hablaba, no lo escuchaba, pero Jeonghan decidió darle su espacio, sabía que, si presionaba a su ex novio, éste era capaz de cavar su tumba y celebrar su funeral, por eso debía esperar.

- ¡Aló! – contestó Joshua al número de su ex cuñada.

- Tío Shua – se escuchó una vocecita aguda y emocionada al otro lado del teléfono.

- Campeón – sonrió – ¿cómo estás? ¿Ocurre algo?

- Mamá dijo que te llame.

- ¿Cariño mamá está bien? ¿estás bien?

- Si, tío tengo una pregunta – A Joshua le hacía gracia la forma adulta de hablar del pequeño.

- Dime, soy todo oídos.

- ¿Puede el tío Han venir a la práctica? – Otra vez, Jeonghan.

Cada fin de semana Joshua hizo de su rutina cuidar de Dino, lo que implicaba fin de semana por medio sagradamente  acompañarlo a su práctica de futbol. Pero más que una tarde de tío y sobrino, era una ayuda para que Hye pudiese estar con su madre.

Dino aquella tarde iba más contento de lo normal, ya que, además de simpatizar rápidamente con su tío Jeonghan, este había llegado con un equipamiento nuevo de futbol, que emocionadamente quería mostrarles a todos sus amigos y presentarles a su genial tío. Para Joshua, era la peor tarde de todas las que había tenido con el pequeño.

- Chicos éste el nuevo Tío del que les hablé – Corrió hasta un grupo de niños – ven tío han – lo tiró del jeans para que apurara el paso – Es genial, me ha regalado muchas cosas, como estos zapatos – gritó emocionado – que me harán más veloz.

- Wow – se escuchó al unísono.

- Hola nuevo tío – se le acercó un pequeño niño hurgando su nariz, haciendo reír al mayor.

- Hola pequeño – acarició su cabeza con suavidad.

- Se llama tío Han no nuevo tío, bobo - dijo indignado.

- También tengo algo para ustedes – habló Jeonghan repartiendo a cada uno un caramelo - a ver ¿cómo se dice? – puso una mano en su oreja en señal de escucha.

- Grazzzias – respondieron algunos fascinados con el dulce.

- De nada – sonrió.

Joshua miraba la escena desde atrás, se veía adorable, tanto que incluso se parecía al Jeonghan del que se había enamorado y odiaba sentirlo.

- Ni conmigo tenías tanta paciencia con el fútbol, lo odiabas - rio - me parece adorable que seas tan bueno con Dino - cortó el silencio el mayor, ya que, llevaban unos buenos minutos en las gradas viendo la práctica sin decir una palabra.

- Siempre se trata de ti ¿no es así? – Joshua continuó mirando al frente, a la cancha donde se encontraba Dino y los demás niños.

- Que desagradable eres, estoy intentando llevar una conversación normal ¿está bien?

- Nada es normal en tu vida.

- Voy a fingir que no te escucho, no quiero pelear – dijo tranquilo.

- Bueno yo si – Jeonghan lo miró sin expresión alguna, para comprobar el nivel de enfado de su exnovio – Me parece una estupidez que luego de desaparecer de la vida de Dino por casi dos años, aparezcas con un montón de regalos haciéndote ver como un gran tío. La vida no es eso Jeonghan, él te necesita y necesitaba a la única persona que es su familia de sangre, pasar momentos juntos, que le diera un poco de afecto – botó el aire que sostenían sus pulmones - puede que por ahora él se vea ilusionado con tenerte en su vida y con todos los lujos que le están inventando, pero así no se construyen las relaciones y tus regalitos no serán suficientes cuando crezca.