Capítulo 11: Zed.

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En multimedia: Beautiful Thing- Grace VanderWaa

Capítulo dedicado a Sandy987659 ❤️

           

Volver a casa con Clarisa a mi lado como si esos putos seis meses no hubieran pasado es malditamente reconfortante. A diferencia de todas esas otras ocasiones que hemos viajado en el mismo auto esta vez no dejamos de hablar ni un segundo. Ella me cuenta cada detalle de su vida en mi ausencia y mientras la escucho no puedo evitar pensar que yo sólo le he confesado un par de cosas. Lo que me resta por decirle no son cosas buenas y temo mucho arruinar lo que está ocurriendo. Lo último que deseo es discutir con ella, o peor aún, perderla de nuevo.

La ayudo a bajar del auto como un puto caballero y entrelazo nuestras manos. Entramos de esa forma al edificio y también al elevador. Dormir con ella después de lo que pasó en el estudio de tatuajes será tarea difícil. La deseo como un loco, como un enfermo, ni siquiera necesito verla desnuda para que mi jodida polla se despierte. Me basta con besarla algunos segundos, incluso verla más de lo que una persona promedio mira a alguien cuando hablan es razón suficiente para excitarme.

Es tan jodidamente bonita. Clarisa es natural, sencilla, y a pesar de todo lo que ha vivido la sigue rodeando un aura inocente que te hace querer abrazarla y no soltarla nunca. La atraigo hacia mí tomándola por sorpresa y le doy un beso rápido. Si no quiero arruinar esto, tengo que comportarme.

Las puertas del elevador se abren en mi piso y hay alguien esperando en el pasillo No es cualquier persona, a esta persona la conozco muy bien. Me tenso de pies a cabeza, me siento como si fuera unos de esos hombres que se acuestan con dos chicas a la vez y este no es el caso. En primer lugar, no me acosté con Leila y en segundo lugar Clarisa no es una aventura. De igual manera el hecho de tenerlas a ambas frente a frente sabiendo que aún no le cuento a Clari que Leila es quien en realidad me animó a abrir el estudio de tatuajes y que trabaja conmigo me pone muy nervioso.

La situación se vuelve muy incómoda al salir del aparato metálico y Leila no se mueve, nos observa detenidamente, luego mira nuestras manos y termina acribillándome con sus ojos como si no pudiera entender qué estoy haciendo.

—¿Me buscabas? —se me ocurre preguntar. ¡Idiota! Pero es que es obvio, está en mi piso.

—Sí.

—¿Qué pasa? —Quiero llevar esta situación a un término común y corriente, con naturalidad y no se siente así. La mano de Clarisa presiona con fuerza mi mano y lo capto—. Oh, lo olvidaba... Clari ella es Leila y Leila ella es Clarisa, mi novia.

¡Mierda! Nunca pensé que estaría en una situación como ésta. Leila no disimula nada, una risa irónica se pinta en sus labios y me enfurezco. ¡No me arruines esto, por favor! Ninguna de las dos se dice ni una sola palabra y Clarisa suelta mi mano, me preocupo al instante. Sin embargo, se pierde entre mi brazo y mi pecho y envuelve mi cuerpo con ambos brazos, se me ha pegado como una lapa. ¿Celos? ¿Dónde? La verdad no me importa, la pego a mí aún más como si eso fuera posible.

—Sí, ya nos conocíamos. En fin, sólo venía a decirte que Ernest tiene cita para mañana, no quiere que nadie haga su tatuaje a menos que seas tú. Buenas noches —habla finalmente Leila. Se marcha.

En cuanto Leila desaparece Clarisa se aparta de mí bruscamente.

—Clari... —tanteo el terreno y la miro al fin.

—Quiero que me lleves a la residencia —declara y bufo frustrado.

—¿Por qué?

—No creas que soy tonta. ¡Te acostaste con esa chica! —afirma, joder, no.

RETANDO AL OLVIDO (+18) Kde žijí příběhy. Začni objevovat