RETANDO AL OLVIDO (+18)

Capítulo 15 : Zed.

En multimedia : Selena Gomez - Nobody

Capítulo dedicado a todas y todos los que se tomaron un poco de su tiempo este 2017 y leyeron tanto drama junto <3

Estoy más que asombrado, han pasado demasiadas cosas en pocas horas. Apenas y me repongo de lo que había ocurrido en la carretera. Le he confesado a mi novia algo que creí jamás haría y le he hecho el amor, bien, bien... supongamos que esa era la idea, pero... la he terminado follando. No sé qué esperan que haga, cuando esa mujer está desnuda frente a mí no me puedo controlar. Ya es bastante trabajo controlarme al verla con ropa, sin ella pierdo la poca cordura que conservo. Recordar lo suave que es, lo fácil que se pierde en el deseo, la deliciosa experiencia de probarla, sentirla, tocarla, invadirla. ¡Mierda!

Creí que después de la perfecta noche que hemos tenido nada podría arruinarlo y no ha sido así. Mi padre continúa insistiendo en recuperar una relación que yo ya doy por muerta. Clarisa como siempre ha abierto mi pecho, escarbado en mi alma y encontrado lo que en realidad me enfurece... sí, lo que ha dicho es totalmente cierto y una vez más es ella quien enciende esa luz que creí perdida. Extraño a mi viejo, y no lo extraño porque tenga recuerdos agradables de él; lo extraño porque es precisamente la carencia de recuerdos la que empuja ese sentimiento de querer darle otra oportunidad.

Ha dicho un par de palabras claves, el primer día que lo vi dijo que quería recuperar lo que nos han robado y hoy ha dejado más que claro que ha descubierto cosas en Margaret que le han quitado la máscara que siempre ha presentado ante él, o eso quiero pensar. ¿Qué puede salir mal si acepto verlo, hablar y toda esa mierda?

La imagen de papá regresa a mi mente. Es increíble lo mal que se ve, como si estuviera enfermo. Me paso las manos por el rostro y decido ducharme. Mi padre no es la única persona con la que deseo hablar. El problema con Leila se termina hoy y tengo que buscar respuestas que sólo Donaldo puede darme. Picoteo un poco de la fruta que mi novia ha dejado en la encimera de la cocina y me dirijo al piso de Leila. No tardo ni dos minutos en llegar. Como era de esperarse está embutida en un diminuto camisón. Yo sigo en la luna, así que su figura expuesta no me provoca nada. Sonríe de forma extraña. ¿Qué cree que vengo a hacer?

—¿Te cansaste de la insípida de tu novia?

¡Qué demonios!

—Sabes qué, he tratado de comportarme como un hombre debe comportarse después de ponerte en una situación tan incómoda como la que yo provoqué. Lamento muchísimo haberte propuesto que nos acostáramos. Jamás te mentí Leila, siempre estuviste consciente de lo que sentía por Clarisa... de lo que siento. No quiero que nuestra amistad termine de esta forma, eres una chica increíble y por alguna razón contigo es muy fácil hablar de cualquier mierda, no tengo ni que pensar en si lo que diré va a ofenderte o no, nada te alarma, nada te asusta, pero sólo puedo ofrecerte mi amistad. Clarisa es mi novia y si algún día realmente me consideraste tu amigo, respétala o conocerás al Zed que pierde la razón cuando se meten con ella.

—¿Sabes lo ridículo que te escuchas diciendo palabras que solo saldrían de un títere, un remedo de hombre, un jodido nerd?

—¡Pero qué coño te sucede! No te puse una pistola esa noche, no te obligué, te dije que seríamos adultos responsables, que nos acostaríamos y eso sería todo.

—Acepta que tuviste miedo, Zed. Acéptalo, no seas tan cobarde. No me digas que todo este teatro de niño bueno es porque amas a esa chica.

—No voy a discutir más, estoy siendo razonable y bastante comprensivo. Sé que necesitas el empleo, que no recibes ningún apoyo de tu familia y eres nueva en la ciudad; pero si continúas molestando a Clarisa tendré que despedirte del estudio.