Capítulo 19: Zed.

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En multimedia: Burn - Ellie Goulding

Capítulo dedicado a Darliz_304282

Juro por el mismo cielo que quiero llorar, sí, sí, soy un mariquita. Es que lo último que me esperaba es esta reacción. Creí que al terminar de hablar se levantaría de la cama y se marcharía y no ha sido así. Ha decidido quedarse conmigo. ¡CONMIGO!, que soy un intento de buen tipo para merecerla. Si antes me sobraban las razones para amarla, ahora creo que la lista es infinita. No voy a permitir que nada le pase y voy a protegerla, de todo y de todos. Incluida su propia madre.

—Mmm —me quejo cuando entierra sus dedos en mi pelo y tira un poco. Hasta ese inocente gesto me duele. Estoy molido de verdad, necesito descansar.

—Lo siento —se disculpa y me ayuda a volver a la cama.

Insiste en que necesito beber algún medicamento y le confieso que me han recetado unas cuantas cosas que aún no he comprado. Por más que le digo que las podemos pedir por teléfono ella ha cogido su bolso, su dinero y se ha marchado a la calle completamente sola a comprar mi medicina. Algo dentro de mí me dice que ha querido salir un momento para poder terminar de digerir todo lo que le he dicho. Ha sido el día de la verdad, he soltado todo. Excepto que la mujer de la foto es la esposa de mi padre.

No he querido decírselo, no en medio de todo lo que está pasándonos. Primero debo averiguar quién es realmente Margaret, y en qué condiciones fue que abandonó a Clarisa, no puedo simplemente revelarle que sé perfectamente quién es su madre, llevarla hasta ella y que se lleve una decepción más. Margaret es un asco de persona. Puede que mis quejas sobre ella se escuchen como el niño malcriado y caprichoso que quizás aún llevo dentro, pero es más que eso. Es una manipuladora de primera y si su hija le importara, aunque sea un poco, hubiera escapado con ella. ¿Quién deja abandonada a una niña con un maldito abusador?

Mañana veré a mi padre y entonces tendré una idea más clara de lo que aparentemente sucede. Odio profundamente a la mujer que trajo al mundo a mi copito y todo indica que tengo que respetarla. No quiero hacerlo. Esa mujer arruinó mi familia y nada hará que le dé la mínima oportunidad, ni siquiera siendo la madre de Clarisa. Por ahora daré un paso a la vez, el primero fue decirle la verdad a Clarisa.

Me quedo viendo el techo pensativo. Hablar de Donaldo con Clari me ha servido para hacer un recuento de los hechos y me doy cuenta de que mientras sigo únicamente acatando órdenes para proteger nuestras vidas no llegaré muy lejos. Tengo que hacer algo más, algo que me haga descubrir quién está detrás y al mismo tiempo me libere de Donaldo.

La dueña de los ojos gatunos regresa casi dos horas después y ya estaba iniciando a preocuparme. La escucho tirar las llaves sobre la mesa y un segundo después la tengo en la habitación. Me sonríe, pero sé que algo le ocurre. Tengo miedo, claro que lo tengo; tengo miedo de que lo haya pensado mejor y concluido en que todo lo que le he dicho es más grave de lo que cree y que es mejor alejarse. Sin embargo, la veo caminar hasta mí, darme un beso y acariciar mi frente y mi cabello con esmero. Se me queda viendo mucho tiempo, y vuelve a sonreír.

—¿Pasa algo? —pregunto estúpidamente. Pasan más de un millón de cosas.

—¿No volverás a la universidad?

—Algún día, cuando todo esto acabe quiero volver y ser el artista que siempre he querido ser.

—Yo también quiero que lo seas, quiero que cumplamos todos nuestros sueños Zed —murmura y vuelve a besarme.

RETANDO AL OLVIDO (+18) Where stories live. Discover now