RETANDO AL OLVIDO (+18)

Capítulo 17: Zed.

En multimedia: Dua Lipa - Bad Together.

Capítulo dedicado a AnaPaulaA0508 ❤️

Abro los ojos y me duele todo el puto cuerpo. Apenas y consigo ver de forma borrosa las paredes. Cierro nuevamente los ojos intentando recordar qué ha pasado, por qué no sé dónde estoy ni cómo he llegado aquí. Pronto las imágenes se reproducen en mi mente sin parar.

Estaba en la sala de mi casa, con Clarisa esperando por mí en mi habitación y mi jodido teléfono sonó. Estuve muy cerca de ignorar la llamada, hasta que mis ojos se fijaron en la fecha. No pude ser más estúpido, con las amenazas de Donaldo, el golpe que me habían dado como advertencia y todo el drama que Clarisa y yo provocamos cada maldito día olvidé por completo que esa noche teníamos una entrega. Aunque esa entrega no era como las demás.

Donaldo quiere subir el nivel un poco, ya no le bastan los intercambios de coches lujosos, ni los robos de estos mismos. Tiene muy metido en la cabeza hacer robos y asaltos a lo grande y cómo no, su primer intento y me quería a mí detrás del volante. Lo curioso de todo esto es que pasó más de un mes hablando del gran día sin decirme exactamente qué robarían sus hombres. La excusa se resumía en que no era necesario que supiera qué clase de mercancía era, yo sólo tenía que conducir y le encontré sentido porque después de todo es lo que yo hacía, conducir. Así que sin tener más idea que el lugar al que nos teníamos que dirigir, asomé mi cabeza por la puerta de la habitación y miré que Clarisa estaba profundamente dormida. Iván pasó por mí, ya que mi auto seguía en el taller. A pesar de lo que habíamos hablado sobre retirarse de ese maldito negocio, decidió acompañarme.

Pensé que, si todo terminaba saliendo como las demás entregas, no me tardaría más de dos horas y que con un poco de suerte volvería a casa, me acostaría a su lado y a la mañana siguiente todo seguiría de igual forma. Fue estúpido pensar así, a veces el cerebro no me funciona o es mi puta esperanza de que Clarisa no se entere de lo que hago y eso me empuja a actuar como un imbécil de mierda.

La noche empezó tranquila y con "tranquila" me refiero a que no noté nada fuera de lo normal. El protocolo fue el mismo. Las dudas saltaron en el momento en el que me enviaron en un auto que no he conducido antes y la única persona dentro del auto después de mí, era Iván. El resto de individuos se marcharon en otros autos. La orden era aparcar muy cerca de una casa de empeño y esperar a que los demás hicieran lo suyo. Me dijeron que lo que robarían vendría en pequeñas bolsas y que las meterían a mi auto. No sé por qué no pregunté nada y sólo obedecí. Quizás eran mis infinitas ganas de volver a casa lo antes posible.

Hice todo lo que me dijeron, tal y como me lo pidieron. Iván tampoco tenía órdenes de salir del auto solo de ser necesario. Las cosas se salieron de control, la policía llegó de pronto en autos particulares, no en patrullas que al menos nos pusieran alerta. Encendí el auto y me di a la fuga. Otro auto de Donaldo hizo lo mismo y me seguía el ritmo. Pronto nos vimos involucrados en una persecución que tenía pinta de ser una competencia más. El otro auto lleno de hombres que trabajan para Donaldo tuvo muchas oportunidades de escapar con más facilidad y sin embargo nos seguían como si nos estuvieran persiguiendo, no intentando huir. Sali del centro de la ciudad y busqué carretera abierta. Sabía que mi fuerte es la velocidad y en una carretera de seis carriles los perdería con más facilidad que en las angostas calles de la ciudad.

Por un momento creí que lo había logrado y sin darnos cuenta fuimos impactados por un auto desconocido. No pude controlar el auto a la velocidad que llevábamos y en un abrir y cerrar de ojos estábamos dando vueltas y cayendo a la nada. No dejé de pensar en Clarisa durante todo ese tiempo, me repetía sin parar que no me podía morir y dejarla sola, confundida, sin tener siquiera una idea clara de lo que estaba sucediendo.