Casa llena. "Larry"

C.7

La puerta sonó yendo a abrirla sin muchas ganas. Lina sonreía de oreja a oreja alzando una mano y saludándolo entusiasmada.

- Hola señor Styles, ¿cómo está?- Louis suspiró dejándola pasar.

- Sigo vivo.- Dijo sin más. Ella soltó una risita caminando hasta la sala de estar donde Harry le dio una sonrisa chueca. Una bolsa de hielo que ocupaba lugar en su parte baja.

- Señor Styles... Hola a usted también...- Murmuró la chica con nerviosismo.- ¿Se encuentra bien?

- ¿Que no ves que solo necesita descansar?, mejor siéntate y escucha por que te he llamado, hoy no amanecí muy bien.- Gruñe el castaño.

- Mi esposo siempre tan lindo.- Suspiró el rizado.

- Tú cállate que sino te los vuelvo a pellizcar.- Amenazó. Harry asintió sin más sin volver a hablar. Linda tartamudeó antes de sentarse y mirar a su jefe.

- ¿Qué ocurre?

- Como sabrás, estoy embarazado.- Soltó enfurruñado.

- ¡Oh!, ¡lo sabíamos!- Aplaude entusiasmada saltando en su lugar haciendo al castaño gruñir cruzándose de brazos.- Felicidades, jefe. Seguro será un bebé hermoso como todos sus hijos.

- ¿Verdad?, eso mismo le he dicho yo.- Dice el rizado señalándose.

- Harry.- Gruñe de nuevo el más bajo. El mencionado le mira con ojos de amor asintiendo.- En fin. No te llamé para que te alegres por mi, Lina. Te hablé, por que quiero que hagas un comunicado a la prensa. No muy ostentoso, anunciar mi nuevo embarazo, seguro les parecerá cansado ya que después de tantos, bueno... No hay comentarios, no habrá entrevistas. ¿Puedes hacer eso por mí?- La muchacha enseguida sacó su celular sonriente y tecleando varias cosas a la vez.

- Enseguida señor. Cuente con ello.- Le guiñó el ojo. Louis suspiró asintiendo sin más viendo a su asistente trabajar y luego mirando a su esposo quien parpadeaba haciéndole ojitos.

- ¿Qué?- Pregunta algo brusco.- ¿Necesitas otra bolsa?

Suspiró cansado dando la vuelta y estacionando en la entrada del jardín de niños.

Vio la entrada de esta repletas de madres que recogían a sus criaturas mientras charlaban en la entrada entre ellas como un club de universidad.

Salió del auto abrigándose bien ya que había algo de frío.

Harry estaba en cama puesto que la bolsa de hielo no le era suficiente y de cierto modo se culpaba por ello, pero extrañaba a sus pequeños, así que si o si tenía que ser él quien fuera por ellos.

Caminó hasta la entrada viendo a la maestra de estos quien le sonrió.

- Señor Styles.- Asintió.

- Hola, qué tal. Vengo por Ray y Faris.- Ladeó el rostro. Ella asintió llamando a estos quienes salieron entonces yendo hasta él y abrazándoles.

Sabía que debían ser los primeros por los que tenía que ir, después de todo, no tenían tanta maldad o memoria para recordar estar molesto con él.

- Papi está en casa. Nos espera.- Les informó.

- ¡Si!- Dijeron ambos a la vez, avanzando a cada mano tomada pasando por el grupo de madres de la entrada.

- !Oh, Louis!, ¡qué milagro verte aquí!- Dijo una de ellas. El castaño miró tras suyo y luego hizo una mueca.

- ¿Enserio?, estoy seguro de que me vieron pasar hace unos minutos por aquí.- Añade. La rubia de pechos bonitos pero operados suelta una risita falsa, negando después.

- Oh, claro que no. Pero no importa. ¡Que bueno que te vemos!, solo queríamos recordarte la fiesta de Halloween. Se acerca pronto y hemos decidido que la comida será ensaladas.- Levanta un dedo guiñándole el ojo.

- ¿Cuándo decidieron eso?- Pregunta viéndole incrédulo, bajando luego la mirada a sus hijos que se encogen de hombros.

- Fue una junta a la que no asististe por que tenías un compromiso. Nada relevante Louis. Lo de siempre.- Ríe. Aprieta los labios.- Tranquilo. Sabemos que con tu súper ocupada agenda no podrás colaborar demasiado así que te hemos asignado el guacamole.- Contrae el rostro evitando hacer gesto desagradable y asiente.

- Guacamole... Vale. Cuenten con ello.- Farfulla empezando a avanzar.

- Si. Por cierto, un consejo es que lo compres en tiendas orgánicas. No te preocupes, sabemos que no podrías hacerlo así que hemos pensando en todo. ¿Te pasó el nombre de la tienda?- Un tic severo le invade en el ojo mientras niega y ríe.

- No. No, no. Yo lo prepararé.- Afirma.

- ¿Seguro?- Asiente.

- Claro, claro.- Ríe.- Ya veras, se chuparan los dedos.- Les guiña el ojo avanzando aún más.- Nos vemos chicas.- Caminando entonces hacia su auto mientras voltea el rostro y rueda los ojos. Bufa.- Guacamole. Huh.

- Peo tú no sabe hace guamole, pa.- Murmura Faris. Louis le mira de reojo sonriéndole excesivo.

- Tú tranquilo, amor. Nada que Google no arregle.