Casa llena. "Larry"

C.17

Iba a entrar en una crisis nerviosa. Louis y Harry seguían platicando entre ellos ignorando el exterior, en el que obviamente, se estaba hundiendo ella sola.

Tuvo que enviar a alguien a por camisas nuevas para Faris y Ray con estos desapareciendo minutos después, corriendo por ahí. Ronney se negaba rotundamente a cambiarse a vestido y no lograba convencerla con nada. Darcy era el mismo cuento aunque se excusaba diciendo que aquel vestido era mejor que el que le había conseguido, mientras que Jay y Jules comían a escondidas más regalís causándole gran dolor de cabeza. Y Freddie, Freddie aún no escupía ese maldito chicle.

- Louis...- Le rogó viéndole desesperada con este parpadeando confuso.

- Creí que lo tenías todo arreglado.

- No es gracioso.- Murmura bajando la mirada.- Enserio necesito tu ayuda si no quieres que la prensa se entere de esto.- Rodea con sus manos a sus hijos mirándole con una ceja alzada.

- Son niños.

- Lo sé, lo sé. Pero, ya sabes cómo es la presa. Dirán cosas estúpidas como que no eres apto para ser padre o que incluso tu bebé no estará bien a tu cuidado y eso...

- ¡Patrañas!- Gruñe.- Sí esos hijos de...

- ¡Louis!

- ¿¡Qué!?- mira a Harry con irritación farfullando mientras este rueda los ojos suspirando.

- Solo, controla la situación.- Le sonríe animándolo. Gruñe cruzándose de brazos viendo a Lina que suelta el aire agradecida al rizado.

- Bien.- Masculla volteándose a donde sus hijos residen, caminando hacia ellos.- Atención.- Aplaude un par de veces llamando su atención, con estos viéndole fijo.- Las camisas.- Le dice a su asistente que asiente y corre hasta donde las nuevas camisas de los gemelos estaban.- Lewis, tu cambiaras a Faris y a Ray, si por alguna razón les veo objetando, olvídense de su fiesta de cumpleaños en Disneyland.- Les mira serio. Ambos gemelos respingaron ante su tono de voz asintiendo y quitándose las camisas.- Y más les vale no acercarse más a es fuente. Tú, Rooney, ve y ponte un maldito vestido si no quieres que desconecte tu consola de juegos de tu habitación durante un mes.- La chica abre la boca con sorpresa negando.

- No te atreverías, papá...

- Pruébame.- Le responde ladeando el rostro con una sonrisa. Esta solo gruñe en su sitio caminado hacia atrás y yendo a Lina, extendiendo la mano para que esta la llevara a por el vestido.- Esperen. Darcy irá igual, si no quieres que a la tarjeta de crédito de tu padre se le agregué un código de verificación antes de realizar una compra.- La menor abrió los ojos viéndole con la boca abierta y negando.

- Que bajo has caído.- Volteando el rostro.

- Freddie, bota ese chicle. Si te veo de nuevo mascando uno, juro que lo sacaré de esa boquita tuya y lo pegaré a tu pelo.- Sonrío encogiéndose de hombros viendo al chico mirarle indignado y ofendido.- Y luego ayuda a las gemelas quitándoles ese regalís, lavándoles las manos y dándoles un poco de café. Con eso se les baja.- Bufó asintiendo sin más.

Louis asintió aplaudiendo y sonriendo a la vez:- Bien. Ya que cada quien tiene una misión, los quiero aquí en cinco minutos. ¡Corran, ya, ya, ya!, demostrémosle a esos malditos que no puedes más que nosotros.- Dijo con saña y una sonrisa en el rostro. Y aunque todos estaban hastiados de hacer cosas que no querían, mantuvieron esa sonrisa también.

Cinco minutos después, Freddie se soplaba las uñas puliéndolas después sobre su saco habiendo quitasoles a las gemelas el regalís, limpiado sus manos y haberles dado una probada de café amargo que las hizo entrar en sus cinco sentidos. Darcy apretaba la boca reteniendo su enojo ya vestida de rosa, con Rooney a su lado que tenía uno azul con un moño en el pelo. Los gemelos se hallaban de igual modo limpios tomando cada uno un respectivo jugo.

- Gracias.- Suspiro Lina viéndoles aliviada.- Ya que todos estamos listos, solo queda ser llamados para que la entrevista empiece.- Todos asienten esperando unos cuantos minutos hasta que las primeras quejas llegaron.

- Este vestido es horrible.- Gruñe Rooney.

- Ni me digas. Este gusto es espantoso.- Añade Darcy mirándose.- El rosa no es mi color.

- Yo mastico chicle para los nervios y ahora no podré ni hablar sin decir palabras raras como "burbuja".- Dramatiza su
primogénito.

- Queremos más chocolate.- Los gemelos.

- Nosotras más regalís.- Las gemelas.

- Yo solo quiero ir a casa, papá.- Comenta con fastidio Lewis.

Entonces se vuelve un interminable mar de habladurías dejando a Lina con un tic severo, saltando en su sitio cuando la llaman para que avise a la familia Styles que saldrá a escena.

- Louis...- Le llama. Aún así, este sigue de igual modo quejándose de la prensa y de sus pies hinchados.- Louis.- Dice de nuevo desesperado. Mira a Harry pero este ya está perdido hincado hacia el castaño masajeando sus piernas.- ¡Louis!- Grita.- Este logra hacerle caso señalándole el foro donde saldrán para la entrevista.- Nos van a descubrir...- Murmura hiperventilando. El castaño gruñe cruzándose de brazos, viendo cómo son llamados por última vez a escena.

- Si no salen ahora, la entrevista se cancela.- Dijo uno de los encargados. Lina le miró una vez más y entonces...

- Ya.- Dio la orden. Todos se fueron callando casi enseguida viéndole atento. - Freddie cállate. Darcy, deja de jalarte el vestido. Ronney, solo aguanta una hora y luego quemas esa cosa que tienes encima. Faris y Ray, no más chocolate por hoy.

- ¡Pero papá!

- Recuerden que mañana tienen una fiesta. Si quieren que les deje comer dulces ahí, ahora deben obedecer a papi. ¿Entendieron?- Asintieron sin más viéndole continuar.- Jules y Jay, tómense el maldito café y salgan a escena. Y tu, Lewis, tú también cállate.- Aprietan sus labios pensándolo bien y para cuando son llamados por última vez, ya están listos, saliendo a sentarse en los sillones de entrevistas que tenían colocado ahí. Sonriendo cada quien como si fuera la mejor familia del mundo.

Bueno, de lejos lo estaban, aunque a su manera, lo eran.