cap 30

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*Narrado desde el punto de vista de Rubius*
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Escuché que Mangel salía de casa, seguramente a dar una vuelta o algo, ahora estaba a solas con la puta de Sandra, joder... Entonces salí de mi habitación para coger algo de comer en la cocina y apareció Sandra, apoyada en la puerta.

-Bueno... ¿a qué esperas?

-¿De qué? 

-Pues... de tratarlo mal, quiero ver como le insultas y le gritas o si no... pues ya sabes -respondió vacilándome.

-Mira, a mí déjame en paz ¿vale? Te puedo quitar ahora el móvil de un puñetazo...

-Ey, cuidado, tú pégame de nuevo y llamo a la policía a ver a quien creen... Bueno, cuando vuelva quiero que hagas eso que he dicho.

Y la muy puta se fue, riéndose, joder es que le reventaba la puta boca para que se callará de una vez. Que asco la tenía, ¿por qué coño Mangel tubo que conocer a alguien así? Dios... al final le daría una paliza pero bien, y me daría igual si llama a la policía que si llama a su puta madre. Ojalá se vaya pronto de nuestras vidas.
Me vestí y salí también a dar un paseo. Pasaba de estar cerca de esta tipa todo el rato. No sabía que hacer, ¿me tendría que ir por alguna temporada a casa de mi madre? ¿Y Mangel? Joder, le quería tanto, necesitaba tanto sus besos, sus abrazos...
Alomejor la gente no piensa tan mal de nuestra relación, aunque no sé, me da un poco de cosa... puede que se lo tomen a mal y nos empiecen a insultar o algo así y no quisiera arruinarle la vida a Mangel, nunca.
¿Debería olvidarlo e irme de esa casa para siempre?

Si Sandra quería conseguir eso, lo había hecho, me ha metido todo el miedo en la cabeza. De pronto me llamaron al teléfono, y me di cuenta de que era ya muy tarde.

-¿Si? -pregunté.

-Soy yo, Sandra, quiero decirte que Mangel está en casa, quiero que vengas y le digas algo, te doy media hora y si no vienes... pues subo el vídeo.

Colgó, sin poder decirla nada, joder ¿qué coño? ¿Ahora la tenía en el móvil también?
Se vio un rayo, a los pocos segundos se escuchó un trueno gigantesco y empezó a llover, como no. Fui corriendo lo más rápido que pude, me empapé todo, de arriba a abajo. Cuando por fin llegué y abrí la puerta vi a Mangel en el pasillo, en dirección al salón.

-¡Rubiuh! Vieneh empapao' ¿dónde hah ehtao'? 

Apareció Sandra por detrás, en señal de que le dijera algo a Mangel. Pero no podía joder, estaba allí, parado, mirándome con sus ojos negros...

-No-no es asunto tuyo -le respondí de forma seria, entrando en mi habitación.

Joder... ¿qué había hecho? Le he hablado a Mangel de mala manera. Ahora pensaría que no le quería... Eran las once y media, me acosté en el cuarto apagando la luz y abriendo la ventana, escuchando la lluvia caer, no quise pensar en nada, solo dormirme y esperar a que esto fuera un sueño, no quiero hacerle daño a Mangel...

mangel y rubius gayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora