cap 34

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*Narrado desde el punto de vista de Mangel*
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Dioh, hacerlo con Rubiuh era algo incomparable, no se podía explicar con palabrah, algo único, mejor que hacerlo con una mujer. Suh gritoh, gemidoh y jadeoh me excitaban cada vez máh y máh. Rubiuh me pedía que fuera máh rápido, eso me daba a mí mucho máh placer todavía. Llegamoh al orgahmo loh doh juntoh, gritando aún máh fuerte y no pude evitar correrme en su interior.
Paré pa' dehcansar y ver la cara sudorosa de Rubén, sonriéndome.

-¿Otra? -me preguntó con algo de timidez.

-Por mi encantao'.

Ehta vez él se puso encima mía. Le cogí por la cintura y comencé a penetrarle de nuevo, loh doh íbamoh al mihmo ritmo. Se encurvó un poco, ehtirando loh brazoh y poniendo la manoh en el colchón. Lah penetracioneh cada veh eran máh rápidah, el jadeaba y gemía. Por segunda veh llegamoh al orgahmo, sintiendo máh placer que anteh.

-Te amo joder -dijo túmbandose al lado mía.

-Yo máh -y le besé, ya ahí entonceh noh fuimoh a dormir.
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Me dehperté bahtante tranquilo, nadie me molehtó, vi a Raspberry que ehtaba al lao' mío pero no vi a Rubiuh por ningún lao' de la habitación. Me levanté poniéndome la ropa interior y fui al salón.

-¡Joder Mangel! -gritó Rubén, saliendo del baño.

-¿Qué te pasa?

-¡Qué me duele! -dijo acercándose a mí.

-¿El qué?

-Joder eres idiota, ¡pues el culo! Me dan pinchazos -empecé a reírme-. No te rías, esto es serio, jamás he sentido tanto dolor en mi vida. Creo que lo dejaremos por algún tiempo.

-A todo tiene que acostumbrarse el cuerpo, ¿no? -me reí de nuevo.

Me dio un golpe y se fue hacia el pasillo. Pobre Rubiuh, aunque bueno él lo ha querido así pueh así lo ha tenio'. Me senté en el sofá y apareció Rubén con una caja de galletah, sentándose al lado mía. Quise coger una mientrah encendía la televisión pero Rubiuh me dio un golpe en la mano.

-Son mías, eso te pasa por reírte de mí -dijo cogiéndo lah galletah hacia un lao', parecía un ratón.

-Venga, no seah malo. Encima que te hice pasar el mejor momento de toda tú vida.

-Bueno... te perdono por eso, pero a la próxima ya verás -y me besó.

De repente sonó mi teléfono que ehtaba al lado de la televisión, lo cogí y me volví a sentar.

-¿Sí? -pregunté-. Ah hola. Sí, yo ehtoy bien ¿y tú?. Me alegro -miré a Rubiuh, parecía celoso-. ¿Qué? ¿Mañana? ¡Claro! Hahta luego -colgué.

-¿Quién era? -preguntó enseguida Rubiuh.

-Mi otro novio -él hizo una cara de "¿WTF?"-. No mentira, tú ereh mi novio idiota. Era mi madre, dice que mañana vayamoh al pueblo, bueno dice que vaya yo, pero tú también irás. Eh que el sábado que viene tengo la comunión de un primo mío y eso... ¿Bueno quiereh venirte o qué?

-Tú eres tonto o te lo haces. Claro que voy, no te dejaré ir a ninguna parte solo -sonrió-. Pero... tus padres no saben que eres homosexual y menos... pareja conmigo.

-No te preocupeh, seguro que se lo toman bien, ya se lo diremoh de algún modo. Tarde o temprano lo tendrán que dehcubrir.

-Tienes razón. Bueno que, ¿ahora qué vamos a hacer?

-Recoger la casa y preparar todo. A Raspberry la tendremoh que dejar en casa de Cheeto.

-Me parece bien.

Y seguimoh hablando una media hora máh, dehpué' empezamoh a recoger la casa poniéndonoh música y to'. Rubiuh era lo mejor que me había pasao' en toda mi vida, le quería y jamáh le iba a dejar.

mangel y rubius gayDove le storie prendono vita. Scoprilo ora