Mi Propio Demonio [Libro 1] |H.S|

Capítulo 5: ¡Despierta Hope!

No tengo la menor idea de cuánto llevamos en el suelo sujetándonos la una a la otra de esta manera, mis brazos duelen y los ojos me arden como si mis lágrimas fueran fuego, los gimoteos de mamá parecen desvanecer en ocasiones, pero de pronto se vuelven más fuertes, está rota igual que yo, jamás me había puesto a pensar que esto pasaría algún día, siempre pensé que moriría yo primero, "pero al terminar el día no todo es lo que parece"

—Mamá lo siento tanto— le susurro muy cerca de su oído tratando de no sollozar mientras lo hago, ella solo me abraza aún más fuerte y acaricia mi espalda con su mano, ambas estamos destrozadas

—Hope no es tu culpa amor— su voz cortada y débil me hace sentir ese vacío y el dolor en mi pecho aún más fuerte, sé que necesito tener más fuerza que nunca, o por lo menos aparentar ante ella, así que me levanto y la sujeto de los brazos obligándola también a levantarse

—Sabes que papá no querría vernos así— limpio sus lágrimas con mis manos y acomodo su cabello, es tan horrible hablar de en el tiempo pasado, que la voz me falla siquiera al mencionarlo

—Papá nos enseñó a ser fuertes, es hora de demostrar que lo aprendimos bien—le digo aunque sé que mi voz me ha fallado, se ha escuchado deliberadamente ronca, pero por lo menos mis ojos han retenido las lágrimas por mas tiempo y he sido clara y firme esta vez

—Estoy orgullosa de ti cariño— la escucho decir esas palabra que hace tiempo no escuchaba , la abrazo enseguida, ocultando esta vez mis lágrimas detrás de ella

—Papá nos ama como no te imaginas, sé que él quería tanto como tu despedirse, siempre nos estará cuidando mamá, ahora tenemos un ángel más en el cielo— la escucho sollozar un poco más y me separó de ella mirándola a los ojos

—Pide algo de comer, iré a mi habitación a recostarme un poco— asiento a su petición y la veo caminar, si es que a eso que hace se le puede llamar así, se mueve de un lado a otro y pareciera no sostenerse por ella misma, como si solo fuera un títere, otra lagrima resbala por mi mejilla y tomo el teléfono, marco el número de las hamburguesas y las encargo, me siento en una de las sillas del comedor y me quedo pensando el ¿por qué? y ¿cómo es que papá habló conmigo?

El sonido del timbre se escucha y me saca de mis tortuosos pensamientos, tomo el dinero de mi bolsa y abro la puerta, le doy el dinero al repartidor y prácticamente cierro la puerta en su rostro, tomo dos latas de refresco del refrigerador y camino a la habitación con mamá, una vez ahí veo la puerta frente a mí, respiro tomando todo el aire que puedo, necesito estar tranquila antes de entrar

Abro la puerta y la veo recostada con el retrato de papá en las manos, algo que me hace soltar el aire que retenía en mis pulmones y caminar con lentitud hasta que ella me mira

—Ya llegó— la miro algo confundida, hasta que me doy cuenta de que es a lo que se refiere, le doy su comida y me siento a un lado de ella

—Esta buena— la escucho decir y desenvuelvo mi hamburguesa, le doy un mordisco y lo paso por mi garganta con gran dificultad, trato de por lo menos curvar un poco mis labios hacia arriba. Termino aquella hamburguesa con gran dificultad, si no la he vomitado es solo para que mamá también coma, así pasa el tiempo, el mismo que jamás se detiene y en cualquier momento se termina

(...)

—Creo que iré a mi habitación— le digo y veo como con la mirada grita que la ayude, pero es imposible hacerlo cuando también me siento perdida, aunque quiero ayudarla, no puedo hacerlo, estaría mintiéndonos a ambas

—Solo me iré a bañar, no tardo mamá— ella parece estar de acuerdo y tomo las sobras que hemos dejado, salgo finalmente de la habitación y me recargo sobre la pared con algo de pesar, camino como puedo hasta la cocina y dejó ahí todo lo que traigo, subo los escalones hasta mi habitación por lo que parecen años, veo mi puerta abierta y esa sensación helada me aborda apenas entro, todo pareciera estar más oscuro que de costumbre, prendo la luz y saco ropa limpia del clóset, un golpe en lo que parece ser la ventana me sobresalta y me hace dejar caer la ropa que traigo en mis manos, solo me giro para ver que no sea nada y la levanto, entro al baño, dejo la ropa y me desvisto dejando caer lo que traigo puesto al suelo, abro la llave de la tina y dejo que se llene, me quedo mirando aquel chorro y como deja fluir aquella agua, recuerdos de papá jugando conmigo cuando era pequeña invaden mi mente, cierro la llave y me meto en el agua, ha quedado un poco más caliente que de costumbre pero no importa, me sumerjo en aquella agua, recargo mi cabeza sobre la tina y siento como el agua llega hasta mi barbilla, mis ojos se cierran y me pierdo en el revuelto mundo de mi mente