Capítulo 24: No puedo morir

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Mis piernas se mueven lo más rápido que pueden hasta que llego a Harry, lo tomo del brazo enseguida, pero él me mira molesto, por lo que mi cuerpo se estremece y mi mirada se nubla al ver la de el

—Lárgate al auto y no salgas hasta que llegue— me grita y me hace hacia un lado de una manera tosca y grosera

—No veo que te vayas Hope— escucharlo decir aquello me hace dar un paso atrás, sus ojos son más negros que la oscuridad y esta vez algo dentro de mi sabe que Harry no se encuentra aquí.

Finalmente salen dos tipos de aquella camioneta negra que nos ha golpeado, Harry apenas los ve camina hacia ellos, mi respiración se atasca, mi cuerpo se detiene, no puedo moverme en lo más mínimo, solo puedo ver como Harry se aleja de mí y aquellos hombres lo miran sonrientes. La postura de Harry se endereza, su mirada se va a lo alto y la forma en que mueve sus brazos me provoca temblar de terror. En ocasiones, Harry puede ser sumamente atemorizante y eso solo empeora la forma en que explota de enojo la mayoría del tiempo.

La gente comienza a juntarse alrededor y cuando escucho el primer grito veo como cae el primer cuerpo inerte al suelo, intento cerrar mis ojos e ignorar lo que sucede enfrente de mí, pero el miedo de que lastimen a Harry es aún más fuerte. Golpea con ira al otro sujeto, Harry parece ser otro, el terror de lo que veo me deja perpleja, ¿cómo puede ser posible que mis ojos vean esto? Y ya no lo soporto más, mis labios finalmente sacan un grito de lo profundo de mi garganta y doy un paso hacia ellos

—Niña no te metas— el grito de una señora muy cerca de mi oído me hace tambalearme y girarme para verla, esta me sujeta del brazo rápido, dejo caer el trapo que cubre la herida en mi cabeza viéndola confundida y algo asustada, ella sigue moviendo sus labios, pero no logro entender nada de lo que dice, hasta que veo a Harry dejar caer al otro sujeto, mi rostro se vuelve pálido, ver las manos de Harry cubiertas de sangre y con esa sonrisa perturbadora en el rostro me deja helada. Justo ahora es que conozco al otro hombre, ese cruel, frio y malvado al que también amo

—¡Por Dios! — aquellas dos palabras entran por mis oídos tan repetidas veces y por distintas voces que el dolor en mi cabeza se incrementa aún más, mis ojos comienzan a derramar lágrimas cuando me doy cuenta que es por Harry y entiendo que debo hacer algo por el

—¡Trae un arma! — la voz de una mujer me hace verlo de nuevo, solo para darme cuenta que Harry no tiene nada en sus manos, provocando que la preocupación incremente aún más, lo veo girarse hacia mí, aquella extraña sensación de puñalada en mi pecho se hace presente, evado su mirada y un estruendoso sonido inunda el lugar

—¡Harry! — grito tan fuerte como puedo, caigo al suelo y lo veo a él girarse de nuevo hacia aquellos tipos, el fuerte dolor en mi pecho clavándose aún más, me deja sofocando en el suelo cuando veo toda aquella sangre salir de uno de su costados, se agacha sin ninguna dificultad, levanta el arma y es ahí cuando me levanto del suelo como puedo, sin siquiera pensarlo corro tan rápido como mis piernas me lo permiten, lo sujeto de la espalda con fuerza, aferrándome a él como nunca antes, necesito que reaccione

—Amor no lo hagas— prácticamente le suplico, veo como el arma tiembla en sus manos, el miedo del hombre que le ha disparado puede verse en sus ojos, Harry justo ahora parece estar envuelto por una nube oscura y fría, esa misma que se apodera de mi cada día un poco más

—Por favor Harry — vuelvo a llamarlo y finalmente baja el brazo con aquella arma, mi pecho comienza a humedecerse, a sentirse caliente, es ahí cuando me doy cuenta que es la sangre de Harry la que me humedece

—¡Llamen a la policía! — las voces de diferentes personas comienzan a gritar, jalo a Harry del brazo, el solo me sigue con el ceño fruncido y con la mandíbula completamente tensa del coraje, me es posible sentir aquella sensación que trasmite de su cuerpo al mío, está furioso.
Ambos entramos al auto, él se voltea hacia mi respirando de aquella manera acelerada, casi bufando en mi rostro, rompe un pedazo de su camiseta y lo coloca en la herida que está en mi cabeza y que ha comenzado a sangrar de nuevo

Mi Propio Demonio [Libro 1] |H.S|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora