Capítulo 7: Solo lastimarte

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—Hope podrías ir a comprar algo de fruta— escucho a mamá y me muevo finalmente, antes de contestarle observo mi ropa y es más que evidente, no puedo ir con vestido negro y con tacones a comprar algo

—Sí— respondo finalmente sin siquiera mirarla, tomo mi maleta, la llevo hasta mi habitación, la dejo ahí y comienzo a desvestirme, como si quitarme aquella ropa significara dejar cosas en el pasado, cuando no es así. La sensación helada en mi habitación es superior a la que se encuentra en la casa, algo que me desconcierta casi al instante, pero aun así dejo caer mi vestido quedándome completamente en ropa interior, doy unos pasos a mi armario, pero apenas abro el armario el desconcierto se apodera de mí, toda la ropa se encuentra revuelta, como si alguien estuviese buscando una prenda en particular, es entonces que me giro para ver mi habitación y me sorprendo aún más, hay ropa mía en todos lados, una blusa en la ventana, mas ropa en el baño, inclusive un brasier en mi cama destendida, justo al lado del lugar donde duermo.

Me detengo justo en medio de la habitación, cierro mis ojos al sentir ese pequeño pero persistente mareo, todo parece cambiar, el ambiente se siente distinto, inclusive yo, me siento diferente, una brisa helada parece hacerse presente de pronto, es entonces que lo escucho

—Hueles tan bien cariño— aquella voz detrás de mí me hace estremecer por completo, me quedo estática en el instante en que lo escucho, su respiración cerca de mi cuello provoca ligeros espasmos a lo largo de mi cuerpo, es como si todo mi ser lo conociera, es como si esta vez fuera suficiente, parece real, tan real que me asusta, tan real que me hace dudar de mí y al mismo tiempo de él, es como la oscuridad y todo aquello que esconde y cualquiera desea conocer

—Vaya, pensé que un cumplido te alagaría Hope—vuelve hablar y yo a escucharlo, no puedo creer que está justo detrás de mí, aquí, hablándome, y cuando mi cabeza intenta negarlo, su mano comienza a recorrer mi espalda lentamente, como si estuviese grabando algo en mi piel, es tan placentera aquella sensación de su contacto que provoca leves suspiros ahogados de mis labios

—Tan suave, tan frágil y bella— su voz ronca y lenta justo al lado de mi oído me hace cerrar los ojos, como si aquello pudiese sentirlo mejor sin ver, sus brazos me cubren por completo, como si fuesen el mejor abrigo, es entonces que esa sensación abrumadora se apodera de mí, ese extraño calor que emana de su cuerpo al mío me hace sentir completa, mi cuerpo lo sabe, mi cuerpo lo acepta, así que ladeo mi cabeza dejando expuesto mi cuello, sintiendo en poco tiempo sus labios hacer un camino hasta el centro de mi barbilla, siento como me pierdo cada vez más ante él, entonces que me gira y me sujeta aun con más fuerza

—Tranquila Hope, puedes abrir los ojos, mírame— esas palabras terminan por acabar conmigo, sé que está aquí, incluso puedo olerlo, puedo embriagarme con su aroma si así lo deseo, puedo perderme en él, puedo irme también, podría verlo justo ahora, pero parece no ser necesario, no hace falta hablar, no hace falta nada, él y yo sabemos que lo usual no siempre es lo mejor, así que no abro los ojos, no digo absolutamente nada, solo espero con ansias su próximo movimiento

—Está bien Hope, aún tenemos tiempo, siempre habrá tiempo para nosotros— sus palabras me dejan sin armas, es como si también lo supiera, así que me acerco más a él, para sentirlo aún más, más mío como yo de el

—Eres una hermosa criatura Hope— sentir su aliento tan cerca de mí me hace estremecer, me provoca esa necesidad de querer más, mi cuerpo lo grita, mis labios lo aclaman, quiero que me bese, quiero que me haga olvidar, quiero que me saque de este mundo y me lleve a viajar, pero no lo hace, sus dedos solo delinean mis labios apenas en un roce, como si fuese suficiente para el

—Bésame— le suplico y sus manos me sujetan de la cintura, me llevan con facilidad por donde quieren, mi cuerpo parece seguirlo, mis movimientos parecen ser controlados por él y para él, como si fuese un simple baile, hasta que se detiene y me azota levemente contra la pared, la sensación helada en mi espalda rápidamente desaparece al sentirlo más cerca, mis manos esta vez se mueven agarrándolo de lo primero que sienten, lo sujeto de la camisa con fuerza, acercándolo más a mí, dejándome llevar por aquellas caricias que delinea en mi espalda, llenándome con aquellos besos en mi cuello que de pronto provocan un sonido sin sentido salir de lo más profundo de mí, es en ese momento que todo cambia, mis pies de nuevo parecen tocar el suelo y su voz resuena en toda la habitación

Mi Propio Demonio [Libro 1] |H.S|Where stories live. Discover now