Capítulo 18: Te Amo

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—¡Aléjate de mí cerdo! — le grito con odio y toda la ira que clama salir de mi en un patético intento de frenar sus repugnantes caricias

—¡No me vuelvas a tocar! — caigo al suelo orillándome hacia la pared con gran temor, cubro mi cuerpo con mis manos y dejo que las lágrimas salgan de mis ojos como si se tratase de una fuerte lluvia que no se detiene

—Hope— escucho mi nombre salir de sus labios, los recuerdos llegan a mi mente tan fuerte que rasguño y clavo mis uñas en mi estómago y brazos, dejo de lado aquel ardor y aquella sustancia roja y caliente escurriendo de mi cuerpo, mi vista se vuelve borrosa, los recuerdos me ciegan, tomo una de las figuras de vidrio más cercanas

—¡Hope no! — escuchar su voz solo provoca que deje caer aquella pieza, el sonido estrellándose contra el suelo me hace cerrar los ojos y tomar la pieza más grande y con más filo que veo, la sujeto fuerte con mi mano sintiendo aquella sensación caliente, los susurros me imploran que lo haga, mientras su sombra oscura me observa desde la oscuridad, jamás me lastimara de nuevo

—Jamás me volverás hacer daño— mi mano empuja aquel pedazo filoso contra mi cuello, el tiempo parece detenerse, mi respiración se vuelve pesada y aquellos ojos verdes parecen adentrarse junto a los míos

—Todo está bien Hope, soy Harry, jamás te haría daño mi amor, soy yo— veo a Harry y esos ojos mirándome con dulzura y cariño, ¿que estoy haciendo?, es Harry, es Harry, repito aquella simple frase, abro mi mano dejando caer aquel objeto de mi mano, acaricio su suave y pálido rostro, dejándolo cubierto de mi sangre, manchándolo con mis recuerdos

—Harry, tu no me hagas daño por favor— le suplico mientras me pierdo en mi propia oscuridad, su mirada se torna oscura y los susurros de mi cabeza por fin guardan silencio

—Duerme Hope— sus palabras son el punto final para regresarme a aquel lugar, ese lugar en donde todo es claridad, donde no existe nadie más que yo y esa sombra que me sigue a cualquier lugar...

Aquel dolor incesante y caliente en mi mano provoca que mis ojos se abran, me remuevo confundida y aturdida sobre aquella suave y grande cama, toco mi frente sintiendo como algo escurre de ella, una mano me toca el hombro y antes de siquiera pensarlo unas pupilas penetrantes me observan con cautela

—Supongo que el dolor te ha despertado—lo observo como si fuera la primera vez que lo veo, su mirada es distinta, la vergüenza se apodera de mí y tomo su mano sintiendo lo helada que se encuentra, aquel simple contacto con su piel me llena de vagos recuerdos de lo sucedido hace un par de horas, es como una cinta en mi cabeza que se repite y se repite atormentándome sin dejarme descansar.

Suspiro profundo ahogando un lamentable llanto, no una sino dos veces lo veo de nuevo a los ojos, entre abro mis labios para dejar que el pesar salga de mi boca y me deje por fin en paz, estoy harta, no quiero sentir más esta asfixia, este odio que me carcome por dentro, así que abro aquel candado oxidado que pensé había olvidado

—Tengo que contarte algo que he cargado por mucho tiempo Harry— le digo justo en el momento en que se incorpora, sé que tal vez justo ahora se terminara todo

—Y yo necesito escucharte— su contestación es tajante, fría y tan superficial como su actitud la mayoría del tiempo. Es tan difícil hacerlo, ¿Cómo decirle a la persona que amas que estas manchada?, que la inocencia la perdiste de una manera brutal y dolorosa, que jamás podrás olvidar aquel pasado, ¿Cómo decirle mirándolo a los ojos?, con esos ojos que me miran como si fuera lo mejor que hubiesen visto

—Está bien— suspiro frustrada diciendo aquellas palabras, puedo sentir como aquella gota de sudor que baja por mi cien me pone más nerviosa, "díselo ya", grita la voz de mi cabeza, ojalá fuera tan fuerte como ella

—El— mi corazón se acelera, Harry no quita la vista de mí, lo cual de cierta manera me obliga hablar

—Mi tío—ya es tarde, con solo aquella palabra las lágrimas que salen de mis ojos son como una cascada, Harry se acerca un poco más, lo separo de inmediato evitando que me toque, esto solo lo hace aún más difícil, "dilo Hope", aquella voz me grita, levanto mi vista hacia la de Harry y las palabras finalmente salen de mis labios en un desgarrador y ensordecedor sollozo

—El abuso de mi— tapo mi rostro avergonzada, me desconozco, lloro y gimoteo como nunca, justo en este momento estaría bien desaparecer y jamás volver a regresar

—Ya está muerto—su voz sale en un especie de susurro tétrico, levanto mi vista observando su sombra borrosa, no parece el, lo que me hace pensar y preguntarme ¿quién es realmente?, ¿quién es Harry?, ¿qué es lo que me mira justo ahora?

—Harry— digo su nombre mientras intento quitar todas las lágrimas que estorban mi vista

—Te juro Hope, ese cerdo jamás— Harry aprieta su mandíbula mientras sostiene mi rostro con sus enormes manos

—Jamás te hará daño de nuevo—cierro mis ojos escuchando sus palabras, me jala hacia él y me abraza tan fuerte que casi puedo sentir como trata de unir todas mis piezas que yacen rotas

—Esto es lo único que necesito— le digo mientras acaricio su pecho y me acomodo mejor en sus brazos, solo necesito esto

—Prométeme que no le harás nada Harry—lo veo a los ojos mientras observo su ceño fruncirse, justo ese gesto que tanto me aterra

—Yo no lo haré querida— aquellas cinco palabras provocan que aquel escalofrío recorra de nuevo mi cuerpo, lo había olvidado, pero es tan familiar que es grato sentirlo de nuevo

—Harry yo te...—me detengo justo en el momento en que implora aquella palabra salir de mi boca, no puedo hacerlo, no puedo terminar con aquella frase, Harry es tan especial en mi vida que odiaría echarlo a perder con una estupidez como la que estaba a punto de salir de mis labios

—Te amo—lo escucho decir sin darme tiempo de analizar aquellas dos palabras, mi corazón se detiene, todo se vuelve oscuro, aquellas dos simples y tan difíciles palabras me dejan paralizada, quiero gritar, llorar, decirle que yo siento lo mismo desde que sus ojos se conectaron con los míos, que lo amo desde antes de incluso conocerlo, pero no digo nada

—No digas nada cariño, lo sé, sabes, yo no conocía el amor, jamás hubiese siquiera podido imaginar lo que significaba, como se sentía, no sé si al fin lo sé, pero puedo decir que desde el momento en que te vi, no encuentro las palabras para intentar describirlo, porque contigo al fin puedo sentirlo, puedo sentir esta sensación incesante en mi pecho cada vez que te veo o pienso en ti y créeme, no existe ni existirá una sensación más perfecta que esta que se ha alojado en mi pecho desde que te conocí— sonríe y niega [ALVB1]

—Porque tu mi querida Hope, tu haz hecho latir un corazón que jamás debió latir— me quedo sin palabras al escuchar las que ha pronunciado y sonrío al darme cuenta de que lo he encontrado

Enamorada de su infierno, América Vázquez 🎭






Mi Propio Demonio [Libro 1] |H.S|Waar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu