Capítulo 25: Ojos negros

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—Vámonos Hope— Harry dice de pronto y me toma de la mano, yo aún sigo con la boca abierta, con mis manos temblando ligeramente y con aquella sensación de miedo incrustada muy en lo profundo de mí. ¿Cómo es posible tal cosa?, ¿Qué es Harry?

—Hope por favor— de nuevo escucho la voz de Harry, pero me es imposible mover un musculo, incluso mirarlo a los ojos, pero lo hago. Es el, me lo grita algo dentro de mí, pero mi cordura me pide que me aleje, que salga corriendo de aquí y lo olvide.

—Yo— apenas pronuncio, pero no digo absolutamente nada, mi mente divaga en otro lugar con el nombre de él, quiero seguirlo, pero mi cuerpo esta vez no reacciona a las órdenes de mi corazón

—Cariño — aquella última y simple palabra que sale de sus labios provoca que mi pecho sienta de nuevo aquella leve y salvaje presión dentro de mí, como un golpe sofocante, como Harry simplemente, mis pies finalmente deciden moverse, Harry sonríe para mí y justo cuando yo lo haré la voz del médico se hace presente

—Creo que debería checarla a usted señorita— miro al médico algo nerviosa, el me observa y me hace una señal

—Si, está bien — acepto sin más, Harry se gira hacia el doctor y lo ve de una manera un tanto fría y molesta

—Me haría el favor de esperar afuera joven— el médico se dirige hacia Harry y es entonces que veo al rizado dar unos pasos hacia el

—Harry por favor— esta vez soy yo la que se lo pide, este se acerca a mi hasta plantar un beso en mi frente con sus dulces labios y finalmente sale, lo veo desaparecer por la puerta y me giro hacia el médico

—¿Qué es lo que sucede? — mi pregunta es clara y precisa, sé que no me ha pedido que me quede solo por la herida en mi cabeza, si no por algo más, su boca no lo ha dicho, pero su rostro quiere gritarlo

—Le voy hacer franco señorita, este joven por lo poco que pude ver, es claramente una persona muy agresiva, no quiero pensar que usted haya sido golpeada por él, pero contamos con especialistas que se dedican a esto, nosotros podemos ayudarla — mis ojos se giran hacia arriba, bufo molesta y golpeteo su escritorio con los dedos, no lo soporto más

—Usted no tiene ni idea de lo que dice, Harry no me golpearía, además, no, sabe que le agradezco que trate de ayudarme, pero se equivoca, ese hombre me ama como yo a él, gracias — hago rechinar la silla en el momento en que me levanto, camino furiosa hasta tomar la perilla de la puerta cuando lo escucho de nuevo

—Tienes que alejarte de el aunque no quieras Hope— aquella voz es distinta, de pronto todo empieza a dar vueltas, mis piernas tiemblan, mi corazón parece detenerse y me inclino hacia atrás

—Sufrirás tanto que pedirás morir— mis rodillas golpean fuerte el suelo, mi vista se nubla y aquel asqueroso aroma en el ambiente se hace presente, no puedo moverme, el aire me falta y cada minuto que pasa ese calor se apodera más de mi cuerpo

—¿Doctor?— lo llamo apenas en un susurro, no puedo mantener más tiempo mis ojos abiertos, el sonido de unas pisadas cada vez más cercas me hacen querer levantarme y quitar la vista del suelo, pero me es imposible

—Esta es la última vez que te lo digo de buena manera muñeca— su mano helada levanta mi barbilla y finalmente lo veo, unos ojos más negros que la oscuridad me observan con cierto recelo, aquella sonrisa retorcida y aquel aroma putrefacto me hace querer quitar mi rostro de su toque, este frunce el ceño al darse cuenta y me toma de las mejillas encajando sus dedos sin ninguna pizca de piedad

—Ahora veo por qué él está tan idiotizado con una simple mortal, el imbécil piensa que será feliz, es tan patético, solo haz hecho a Harry débil y vulnerable, todo será más fácil para mí— está vez al escucharlo levantó mi mano y quito la de el de mi rostro con un simple y fuerte golpe, trato de ponerme de pie en un momento de lucidez, pero este me toma de los hombros y se acerca a mi rostro como si quisiera atravesarme, su mirada es tan profunda que me recuerda a la de Harry de cierta manera, un golpe se escucha en la puerta haciéndonos querer voltear a verla, sé que posiblemente es Harry y él también debe imaginarlo

—Dile a tu querido Harry que pronto nos volveremos a ver — planta un beso en mis labios al terminar de darme aquel recado para Harry y caigo al suelo golpeando mi cabeza contra este, un sonido de dolor sale de mi garganta y es cuando escucho como la puerta se abre abruptamente, trato de moverme yo sola hasta que el cálido toque de Harry me hace levantar y volver a lo que parece la realidad, mi realidad

—¿Qué haces en el suelo?, ¡Hope!— Harry trata de hacerme reaccionar pero todo aún parece ser confuso, su voz es muy baja a pesar de que parece estar gritándome, la vena de su frente se ha alterado y lo rojo de su rostro me hace darme cuenta que está igual de asustado o más que yo y sin poder mantener mas mis ojos abiertos, miro a Harry hasta que todo se vuelve oscuro...

El olor a desinfectante se hace presente al empezar a mover mis párpados, la sensación helada en el ambiente se apodera rápidamente de mi piel provocando que está se erice de pies a cabeza, comienzo a mover mis piernas entre la sábana y abro los ojos asustada

—¡Cariño! — la voz titubeante de Harry me asalta de un momento a otro, de pronto ya puedo sentir sus brazos sujetándome fuertemente, mis ojos al fin se mueven y recorro toda mi vista por ese cuarto blanco y frío, estoy en el Hospital aún

—No sabes cuan preocupado estaba por vos, ¡mierda cariño!, no despertabas— Harry susurra más que angustiado, sus dedos se clavan aún más en mi cuerpo como si quisiera estar dentro de mí, no me quejo, pero el dolor incrementa

—Harry— digo su nombre en el mismo instante que intento separarme de el para ver sus ojos, logro hacerlo después de unos segundos y vuelvo a hablar

—Te escucho Hope— esas tres palabras y la postura en la que se ha puesto me hace darme cuenta de que algo sabe, es como si ya estuviese enterado o lo imagina

—El doctor que te atendió no era un doctor, cuando me quede sola con el, ¡era otro hombre Harry! — digo algo exaltada y nerviosa, no sé ni por qué diablos mis manos han comenzado a temblar, mi garganta parece estar más seca que nunca y mis labios arden como si hubiese fuego en ellos

—Entonces comencé a sentirme mareada, caí al suelo sin más remedio, pero ese hombre me tomo de la barbilla con su helada mano— cierro mis ojos y puedo volver a sentir aquella sensación de miedo al estar con ese hombre tan cerca de mí, mi cuerpo comienza a temblar sin detenerse, respiro profundo aun así y continuo aquella conversación, Harry debe saberlo

—Me lastimo un poco, su olor era repugnante, nauseabundo, un olor que creo que ya había olido antes, pero lo que más llamó mi atención fueron aquellos ojos tan negros, creo que jamás podre olvidarlos aunque quisiera— el suspiro frustrado y arrastrado de Harry me hace abrir mis ojos de nuevo y ahí está, aquella misma oscuridad que vi en aquel hombre, justo ahí, en los ojos de Harry...

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Enamorada de su infierno, América Vázquez🎭

Mi Propio Demonio [Libro 1] |H.S|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora