Mi Propio Demonio [Libro 1] |H.S|

Capítulo 13: Harry

Apago las luces de la habitación, cierro las cortinas y camino arrastrando los pies hasta la cama de nuevo, me dejo caer sobre está sintiendo lo áspera que esta, lo dura que se encuentra y lo mucho que lastima mis pechos al estar recostada boca abajo, lo que me hace recordar aquella cama suave y cómoda del rizado, pero esta vez es tanto el cansancio que mis ojos no lo soportan más, mis parpados caen, pero aun mi mente divaga, vaya que he estado durmiendo, es difícil seguir aquí y tanto mi mente como mi cuerpo lo saben

—¡Niña! — abro mis ojos abruptamente al escuchar aquella voz rota gritarme de una manera desgarradora, siento como mi corazón se acelera y mis manos tiemblan en ese instante, miro hacia todos lados observando solo oscuridad, lo que provoca que me asuste aún más

—¿Qué está pasando? —grito fuerte y me arrastro por la cama sin saber qué hacer, siento tanto frío que podría usar un gran abrigo de esos que tanto odiaba y que mamá me obligaba a usar, pero apenas llego a la orilla, una mano me sujeta del tobillo jalándome hacia atrás

—Espera— aquella voz hace que jale mi pie asustada, me muevo aún más hacia atrás tratando de alejarme que caigo al suelo y me quejo, aun así, me intento levantar pronto solo para llegar a encontrar la luz, respiro acelerada y me es cada vez más imposible moverme

—Hope— esta vez reconozco su voz, así que de cierta manera la tranquilidad llega a mí, me levanto del suelo ya más tranquila y llego hasta el apagador, paso mi dedo acariciando aquel pequeño botón y es entonces que su aliento me golpea el rostro, mis piernas parecen fallarme en ese instante, estar tan cerca de su rostro me hace sentir vulnerable

—¿Cómo demonios entraste? — le grito al recobrar algo de la cordura que tengo, aunque es casi imposible, ya que siento como con su mano acaricia mi espalda suavemente, provocando que mis ojos se cierren y mi cuerpo se acerque más a el

—Tú me dejaste entrar querida, ahora estamos unidos— su voz acariciando mi oído y la manera en la que me embriaga su aroma es suficiente para bajar mis manos y dejarme completamente expuesta ante el

—Mientes, yo jamás te dejaría entrar— me separo de él y me hago hacia atrás lo más que puedo, debo permanecer lejos de él, ya que el efecto que tiene sobre mí me asusta

—Hope, Hope, Hope— repite mi nombre y se acerca a mí, me acerca a él sujetándome de las caderas y susurra en mi oído algo que no logro comprender

—¿Cómo te llamas? — pregunto su nombre y cierra los ojos haciendo una mueca de molestia

—Eso ya lo sabes Hope— sonríe y se acerca aún mas

—No, y quiero saberlo ahora mismo— frunzo el ceño, me acerco hasta el topando mi pecho con el suyo, no entiendo porque, pero el nerviosismo se apodera de mí, tengo ganas de llorar, de gritar fuerte y desaparecer de aquí

—Me has llamado desde antes que tuvieras memoria, amaba escuchar tu voz en la oscuridad, hasta que el silencio ahogo todo por completo, pensé que me habías olvidado, pero después de un tiempo llamaste de nuevo, de una manera distinta, me mostraste el camino para salir y así te volví a encontrar— sus palabras son siniestras y me asustan a pesar de la mirada dulce que me regala

—Harry— susurra justo a unos centímetros de mis labios

—Mi nombre es Harry— me separo de él y bajo la mirada, ese nombre, ese mismo nombre que tanto he escrito en mis libretas, ese mismo que he mencionado apenas despierto, ese mismo que he repetido en mi mente desde que le pregunte, Harry

—¡Niña! — la voz de la anciana eriza mi piel por completo, veo a Harry y hago una señal para que no diga nada, veo mi ropa y por costumbre o que se yo, paso mis manos por ella, camino hacia la puerta y apenas la veo la tomo de los brazos