Mi Propio Demonio [Libro 1] |H.S|

Capítulo 22: Hazme el amor

—Hay tantas cosas que no debería hacer Harry— sonrío por un momento para después suspirar exhausta, paso mis brazos por su cintura y me acomodo en su pecho

—Siempre eres tú Hope, siempre— me separo de el al escucharlo, cierro mis ojos y el me gira quedando atrás de mí. Sujeta mi cintura mientras me obliga a caminar, es difícil hacerlo y más en este lugar, sé que en cualquier minuto podría caer, pero también sé que Harry no lo permitiría, así que me relajo lo mejor que puedo y continuo aquel camino a oscuras

—Debo estar loca por hacerte caso— digo aquello cuando siento como mi pie se dobla y Harry me jala con fuerza, aun así, permanezco con los ojos cerrados por aquel camino. Solo pienso en que será lo que veré al abrir mis ojos y si me gustara o no

— Si estás loca por mi Hope, no sé cómo me describirías a mí— se detiene justo en el momento en que dice aquello, bajo mis manos y lo sujeto del pantalón con fuerza, no sé por qué, pero un sentimiento de terror se apodera de mí en cuestión de segundos

— Quitare mis manos de tus ojos querida, pero no los vayas a abrir hasta que te lo diga— asiento simplemente a la petición de Harry y quita sus manos de mí, el aire helado se cuela en mi espalda y entiendo que Harry se ha alejado, incluso podría jurar que se encuentra justo enfrente de mí, pues su aroma inunda mi rostro, quizás ahora me mira como si esperara algo. Paso mis manos por todo mi rostro, intento seguir permaneciendo así, pero es complicado

—Hope— me llama e intento moverme, pero mi cuerpo no se mueve, me tortura lentamente y yo solo me quedo inmóvil esperando que el lobo ataque a su presa

— Deberías de ser pecado— esta vez su aliento golpea tan cerca de mis labios que estos comienzan a arder porque los toque, para que los acaricie con los suyos de aquella manera tan dulce y agresiva

—¿Puedo abrirlos ahora? — le pregunto ansiosa y nerviosa hasta que siento como sus labios comienzan a besar todo mi rostro, son como pequeños toques helados

— Ahora si— lo escucho decir y al fin abro mis ojos, me quedo paralizada al instante, mi boca se abre al no poder creer lo que veo, un gran, hermoso y oscuro vacío justo enfrente de mí, trato de moverme pero es imposible, tan solo dar un paso hacia adelante la muerte me toparía de frente, pero en lugar de pensar en la desdicha o gracia de caer ahí, mis pensamientos se centran en una sola pregunta que ronda mi cabeza, ¿cómo demonios es que Harry estuvo enfrente de mi sin caer?, yo no me he movido ni un centímetro desde que se detuvo y me dejo aquí

—Ahora levanta la vista hacia arriba cariño —escucho su voz como el eco más hermoso y por voluntad propia sigo su orden, solo para encontrarme con un perfecto cielo cubierto de miles y millones de estrellas brillando junto a él, con una enorme y radiante luna llena, como si fuera la imagen del final de una historia, no puede ser real tanta belleza, me es imposible quitar la mirada siquiera

—¿Te gusta Hope?, está hecho especialmente para ti— lo escucho decir eso mientras sus brazos envuelven mi cuerpo

—Es la segunda cosa más bella que han podido apreciar mis ojos Harry— me giro hacia el ignorando por completo el gran vacío a mi espalda, me sujeto de su cuello y me embriago con su bendito aroma

—Es simplemente perfecto, tanto que no encuentro palabras para explicar lo que siento y lo que veo— mi mente se queda vacía

—Es lo mismo que me pasa cuando te veo, cuando te siento tan mía, tu Hope eres el panorama más hermoso que mis ojos tendrán la dicha de conocer— sonrío al escuchar todas las tonterías que ha dicho, yo no me puedo comparar en lo más mínimo, me aterra su significado de hermoso en verdad