Mi Propio Demonio [Libro 1] |H.S|

Capítulo 16: Se mía Hope

—Te escucho Hope, ¿qué es lo que me quieres decir? — su mirada es profunda, como quisiera decírtelo, pero eso nada cambiaria

—No nada, solo que todo es tan bello que parece un sueño— sonrío y recargo mi barbilla sobre mi mano

—Un sueño Hope, incluso eso bastaría para permanecer siempre a tu lado— sonríe, pero algo dentro de mi duele, quema

—Sabes, me gustaría saber más de ti Harry, después de todo, ambos estamos aquí— me acerco un poco más a el

—Créeme que no quisieras saber nada de mi Hope, incluso yo mismo me desconozco estos últimos meses, he hecho tantas cosas mal, que me doy cuenta de que nada sirve cuanto lo intente, lo que está hecho hecho está y ya no habrá quien lo cambie— sonríe apenas formando una curva en sus labios, el disgusto es notorio en su rostro

—Entonces dime Hope, ¿crees que mi pasado será suficiente para que tus ojos me vean de otra manera? — su pregunta me deja anonadada, me enderezo sobre el asiento y lo miro directo a los ojos

—No lo sé, pero ahora podemos olvidarnos de toda esa basura que ambos guardamos y me puedes besar como si ese fuera el remedio a nuestras pesadillas— aquello basta para que se acerque y sus labios finalmente calmen todos los demonios dentro de mi(...)

—La carta señores— me separo de Harry y sonrío algo apenada al hombre que nos atenderá

—El mejor platillo, y una botella de vino por favor—escucho decir a Harry de una manera sumamente feliz, sus ojos brillan, sus labios están más rosados de lo usual, su sonrisa es magnífica y aquellos hoyuelos son tan perfectos como él

—No tardo señor, señorita— el mesero se despide, yo solo lo he escuchado, mi vista esta plantada en el hermoso ángel que está enfrente de mi

—Siempre he amado que me mires así, pero tengo miedo que algún día lo dejes de hacer y no sea más que un recuerdo borrado de tu mente, de tu pasado— mi vista se baja al escuchar aquellas palabras de su parte, mi corazón late con fuerza, pero lo que más me asusta es lo familiar que han sido sus palabras

—No sucederá— afirmo enseguida, esta vez clava su mirada en la mía de una manera hostil, de aquella manera fría y superficial que tan bien suele usar, provocando que todo en un segundo se vuelva sombrío, haciendo que aquel escalofrío se vuelva hacer presente en toda mi espalda, como si aquella sensación no fuera más que su mano helada recorriendo mi espalda

—Eso no puedes asegurarlo, tú no tienes la menor idea de lo que soy— su respuesta es tajante, como un cuchillo directo al corazón, una respuesta que duele de cierta manera, algo que no te esperas, algo que te pone a pensar que nada está seguro ni lo estará jamás

—No eres el único que tiene miedo— le contesto enseguida, el solo tuerce su boca a un lado y frunce el ceño, como si eso ya lo esperara venir, aunque de cierta manera no quisiera escucharlo

—No debería tenerlo, tu sí — sus palabras son confusas, Harry puede cambiar su manera de ser de un momento a otro, algo que detesto y amo de él, no sé lo que piensa o lo que dirá, quizás si estoy loca, pero creo que es lo que más me atrae de él, ese miedo placentero que solo él puede hacerme sentir, esa protección e inseguridad que puede darme en cuestión de segundos

—Harry, no me iré, lamento decirte que ya no puedo hacerlo, así que te pido que dejes de hacer esto, de nada servirá esto que intentas, sí, tengo miedo, pero no solo de ti, aunque no lo creas, me tengo más temor a mí — mis palabras son fuertes y directas, su mirada se centra en la mía y su sonrisa crece al terminar de escucharme, esa hermosa sonrisa verdadera que tanto le cuesta mostrar, la misma que podría ver todos los días de mi vida