Capítulo 6

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Eso no es un beso


Tanto tiempo hacía que no sentía sus labios que se notaban extraños sobre los míos. En apenas una fracción de segundo noté una gran incomodidad al sentir miles de ojos sobre mí. Vicente me tomaba de la cara con una mano y dejaba la otra en mi cintura. Sentía como si toda mi atención estuviera en otro lugar y no perdida en el beso como lo hacía él.  Traté de parar el beso y Vicente aflojó su agarre sorprendido por la negación del mismo, tratando de entender lo que pasaba por mi mente en aquellos momentos.

Lo miré a los ojos en cuanto su cuerpo dejó de rozarme. Nada de él estaba en contacto conmigo y todo el público permanecía atenta a nuestros movimientos. Estaba incómodo, apretó los labios y tragó saliva intentando no llevar la mirada a toda la gente que lo rodeaba. Lo abracé intentando mitigar aquella sensación.

— Vicente—Roberto apareció tras nosotros nada más separarnos —, ¿quieres decir algo? —preguntó acercando uno de los micros. Vicente lo aceptó un tanto resignado y se rascó la cabeza antes de tomar la palabra.

— Te quiero mucho, Aitana—Sonreí—. Pase lo que pase hoy, para mi siempre vas a ser la ganadora. Estamos todos en casa, tus primos, tus padres, tus abuelos, muy orgullosos de ti, de verdad —Me animó cogiéndome de la mano.

Mientras Roberto hablaba sobre momentos en la academia aproveché para acercarme a Vicente y tener una pequeña conversación un poco desapercibida de las cámaras en la que resolver algunas dudas que se agolpaban en mi mente desde que lo había visto.

— ¿Han venido mis padres? — pregunté a su oído.

— Sí, están en una de las salas de atrás —Ante una expresión por mi parte que aún expresaba confusión, Vicente siguió hablando—. Los directores del programa dijeron que podíamos pasar, pero contaban con solo dos personas. No tenían permitido que subieran más, que el escenario se vería saturado o algo así.

— Pero si han venido mis padres...

— Tenía muchísimas ganas de verte. Tu padre no quería salir si tu madre no venía y tu madre igual, así que he venido yo — Me interrumpió.

—Vicente no t... —fui interrumpida por el presentador, que ya había terminado su pequeño monólogo.

— Tendréis tiempo de hablar todo lo que queráis en poco tiempo, ¿vale, pareja? —aseguró mientras acompañaba a mi novio hacia la salida. Ninguna despedida. Nadie dio el primer paso y finalmente Vicente abandonó el escenario.

Atravesé la pasarela poniendo la mejor de las sonrisas y tomé asiento al lado de Ana.

Era el turno de Alfred. Él y Roberto intercambiaron unas pocas palabras y se retiró para prepararse. Era la última actuación antes de las votaciones. Di una respiración honda. Era la última actuación antes de las votaciones y ni siquiera me había parado a asumirlo del todo.

Ana tomó mi brazo cuando Alfred desapareció por la puerta y me miró divertida. Fruncí el ceño ante su efusividad.

— ¿Acabas de cobrear a Vicente? —Me preguntó en el tono más bajo que la risa le permitía producir.

Estoy convencida de que el color de mi cara llegó a camuflarse con el de mi vestido. Abrí los ojos de par en par e instintivamente miré rápidamente a mi alrededor para cerciorarme de que nadie nos había escuchado.

— ¡Ana!—Ella rió seguramente por el color que mis mejillas habían tomado y después me miró inquisitivamente durante unos segundos, buscando alguna respuesta por mi parte—. ¿Qué? No le he hecho ninguna cobra. Le besé. Corto. Pero lo hice — dije con mi dedo índice en alto para dar más énfasis a mi declaración.

Tú no te Irás.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora