"Mariposas" CAMREN-G!P (Segunda parte de "Ambición").

cap 14: Familia.

Narra Lauren.

-Será mejor que vaya con Aurora-susurré sin poder dejar de ver sus ojos. Ella estaba tan sorprendida como yo con lo que acaba de pasar. Mi corazón me jugó una mala pasada esta vez.

Caminé hacia la cocina sintiendo una incomodidad en mi pecho. No quería que Camila se incomodara con mi presencia. Todo estaba bien hasta que tuve que hablar. Pero eso no arruinaría mi mañana.

Aurora estaba sentada en el banco frente a la mesa. Pude ver que estaba dibujando lo cual me hizo sonreír. Yo era igual de pequeña.

-Hola, Princesa-me senté a su lado.

Me miró sorprendida pues al parecer no se había dado cuenta que había llegado. 

-Lauren-sen lanzó a mis brazos como siempre solía hacer cuando me veía. Su sonrisa era el mejor regalo que han dado-¿qué haces aquí?-preguntó ante de volver toda su atención al dibujo que estaba haciendo.

-quería darte una sorpresa-me levanté para comenzar a preparar el desayuno. Tostadas con chocolate caliente no sonaban tan mal para el desayuno.

-Lauren-susurró un tanto apenada captando mi atención.

-¿qué pasa princesa?-me acerqué no sin antes colocar el pan en la tostadora.

-¿me podrías decir si está quedando bien?-acercó su cuaderno hacia mí. Me dio ternura el hecho de que me pidiese una opinión de su dibujo. 

-está muy bien-sonreí al ver una pequeña rosa roja en el centro la cual estaba rodeada de colores y figuras abstractas-me gusta mucho.

-¿de verdad?

-si-le sonreí-¿no has pensado en dibujar rostros?

-no creo que pueda.

-podrías intentarlo. Tal vez seas buena-le guiñé provocando un pequeño sonroja miento en sus mejillas. El sonido de la tostadora me recordó que debía seguir preparando el desayuno.

-Mamá se levantó tarde hoy-confesó dejando de lado su pequeño cuaderno y sus lápices.

-lo sé-solté una pequeña risa-por eso estoy preparando el desayuno mientras ella se arregla.

-Patrick siempre preparaba el desayuno cuando se quedaba en casa.

-¿se quedaba mucho?

No sé por qué preguntaba. No debería importarme pero lo hace. Él tenía el privilegio de despertar junto a Camila y poder desayunar junto a Aurora. Él ha tenido más momentos con Auroras y Camila del que yo he tenido.

-no-negó.

-¿quieres chocolate caliente?-pregunté ya sabiendo la respuesta. Necesitaba cambiar el tema.

-si-gritó feliz. 

En silencio comimos nuestras tostadas y bebimos nuestro chocolate cliente. Traté de comer lo más rápido que pude, aún tenía que peinar a Aurora.

-no quiero Lauren-se negó cuando intenté cepillar su cabello.

-Tu Madre dijo que debía peinarte.

-pero no me gusta-gruñó cruzándose de brazos.

-no puedes ir así, Aurora-me arrodillé frente a ella para quedar a su altura.

-me duele cuando me cepillan el cabello-suspiró.

-te prometo que lo cepillaré despacio.

-¿lo prometes?

-lo prometo

Narra Camila.

Ya era bastante tarde y sentía que en cualquier momento iba a tener un colapso nervioso. Si no fuera por Lauren ya estaría con un ataque de ansiedad.

Bajé las escaleras lo más rápido que mis tacones me permitieron y tomé mi cartera ya lista para irnos. Caminé hacia la cocina pero antes de entrar escuché la risa de Aurora., lo cual me hizo detener.

- y recuerdo que esa vez mi Madre se volvió loca-comenzó a reír junto con Aurora. Se veían felices y para mi sorpresa Aurora estaba dejando que Lauren cepillara su cabello. 

Estaban teniendo un momento Madre e Hija y no quería interrumpir pero debía hacerlo. 

-¿de qué se ríen?-me acerqué pudiendo admirar las sonrisas que tenían en ese momento.

-Mamá, Lauren me estaba contando que cuando era pequeña había rallado las paredes de su casa-respondió sin poder dejar de reír.

-que traviesa-me voltee a mirarla con una sonrisa en el rostro-no creí que fueses tan inquieta.

-yo solo quería agregarle un poco de color a esas paredes blancas-se encogió de hombros con una divertida sonrisa en su rostro.

-más te vale que no vayas a hacer esa locura, Aurora-le advertí a lo que ella negó con una sonrisa-bueno, debemos irnos-les recordé.

Narra Lauren.

-¿quieres que maneje?-le pregunté una vez que habíamos salido de su casa.

-si por favor-respondió sobando sus manos las cuales estaban cubiertas por sus guantes. El invierno aún no acababa y cada vez se sentía más frío en la ciudad.

Ayudé a Aurora a subir a la parte trasera del auto y me fijé dos veces de ver si su cinturón estaba bien colocado. Miré la hora en mi celular y ya eran las ocho con veinte minutos. Preferí no recordarle la hora a Camila porque eso la alteraría más.

-listo-encendí el auto. Sorpresivamente llegamos a tiempo.

Narra Camila.

-pasaré por ti a las cuatro-le recordé.

-si-respondió distraída por los juego que habían en el sector.

-te comes toda la comida, recuerda que eso te hará fuerte.

-ya soy fuerte-sonrió.

-pero puedes ser mucho más fuerte-habló Lauren la cual estaba a mi lado.

-Lauren, ¿tú también vendrás por mí?-preguntó de forma inocente.

Lauren buscó en mi la aprobación lo cual no me pude negar.  

-si-sonrió. La maestra comenzó a llamar a los niños para que entraran a clases y como siempre esta fue la peor parte de la mañana. No me gustaba separarme de Aurora, nunca se sentía bien.

-cuídate-la abracé dejando un beso su mejilla-Te amo.

-y yo a ti-sonrió. Se alejó de mí para acercarse a Lauren la cual se veía un poco nerviosa.

-Adiós, Lauren-se lanzó a sus brazos.

-Adiós, Princesa-susurró besando su frente.

-gracias por peinarme-susurró provocando que sonriera-Te quiero.

Y con solo esas dos palabras sabía que ya eramos una Familia.

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Me gusta cuando marcan las partes que más les gustaron porque así sé que escribir.