"Mariposas" CAMREN-G!P (Segunda parte de "Ambición").

Cap 33: Te quiero.

Narra Lauren.

-¿Cómo les fue en el Doctor?-preguntó mientras se sentaba a comer.

-Bien, todo en orden-respondí mientras me sentaba frente a ellas. Miré a Aurora, la cual estaba muy concentrada comiendo y lo agradecía. No quería que Camila se enterara por ella sobre lo que había pasado hoy con Diana-¿Estuvo muy cansador el trabajo?-bebí de mi vaso.

-Un poco-sonrió-Tenía muchas ganas de venir a casa-confesó mirándome.a los ojos, tenían un pequeño brillo que me hizo sentir bien. Ella estaba feliz, realmente quería llegar para estar con Aurora y conmigo. 

Algo en mi interior me decía que no debía ilusionarme pero ya era tarde, quiero más almuerzos juntas, más salidas, muchos más momentos de lo que hemos estado tenido. Quiero todo con ella, junto a ella, para siempre.

-También tenía muchas ganas de que llegaras a casa-estiré mi mano, por la mesa, hacia ella para tomar la suya. De inmediato la tomó, dejando una pequeña caricia en mis nudillos con su dedo pulgar

-Aurora, Mi amor, ¿Tienes pensado algo para tu cumpleaños?-preguntó acariciando su cabello con la mano que tenía desocupada. En ningún momento había soltada la mía.

-Quiero que sea en casa de los Abuelos-respondió mirándola.

-Está bien-Camilla asintió en aprobación. Tomé mi vaso y comencé a beber sin dejar de mirarlas.

-Y quiero un perrito.

Me atoré de tan solo oír lo que había dicho. Comencé a toser sin poder parar, fue mala idea reír mientras bebía. Solté la mano de Camila para tapar mi boca mientras tosía. Ambas me miraron preocupadas a lo cual agité mi mano tratando de hacerles entender que estaba bien. 

-Perdón-dije entre tos y risa. 

-¿Estás bien?-Camila se acercó para darme palmadas en la espalda. No estaba ayudando.

-Sí-dije como pude.

-Levanta las manos-tomó mis muñecas y las alzó provocando que de apoco para de toser. Sentí como mis pulmones volvían a recibir todo el aire que merecían. 

-Gracias-suspiré bajando mis brazos-perdón, pero no pude evitar reírme-tomé mi vaso para dar un sorbo-Antes de que llegaras Aurora me había dicho que quería un perrito-informe. Mi cara estaba roja, lo podía sentir.

-Ya habíamos hablado de eso-dijo mirando a Aurora.

-De verdad quiero uno-susurró mirándola a los ojos pero Camila se veía segura de no dar su brazo a torcer.

-Cuando seas más grande podrás tener uno.

-Puedo morir mañana, no quiero esperar-respondió dejándome congelada. Eso no pasaría.

-No digas eso-Camila negó con su ceño fruncido.

-Es verdad..

-No quiero seguir hablando de esto-apartó su mirada de ella-No tendrás un perro y punto.

-Entonces no quiero un cumpleaños-Aurora se paró de la mesa y salió corriendo hacia el segundo piso. Camila se paro de inmediato con intensiones de seguirla pero la detuve.

-Yo voy-asentí mientras me levantaba y dejaba el vaso sobre la mesa-Déjame a mí, por favor-la miré a los ojos buscando su aprobación, a lo cual ella asintió y volvió a sentarse. Subí las escaleras con cautela, era primera vez que haría esto con Aurora. Por primera vez sentía que estaba haciendo mi labor de Madre.

-Permiso-susurré mientras me asomaba por el marco de la puerta. Aurora estaba acostada en su cama boca abajo. Me acerqué y con cuidado me senté a su lado, al principio temí de que estuviera llorando, de ser así me hubiera partido el corazón y no hubiese sabido muy bien que hacer pero me tranquilice al darme cuenta de que estaba bien-¿Podemos hablar?-susurré atreviéndome a poner mi mano en su espalda.