"Mariposas" CAMREN-G!P (Segunda parte de "Ambición").

cap 15: Alguien más.

Narra Lauren. 

Me sentía tan feliz cada vez que Aurora decía que me quería. Era una felicidad completamente diferente a todas las otras veces que me sentí feliz en mi vida. Esta era mil veces mejor.

Nos acabábamos de despedir de Aurora y ahora estaba manejando hacia la casa de Camila. Ninguna decía nada y podía sentir un poco de tensión en el ambiente. Podía sentir su mirada perdida y me hubiese encantado poder preguntarle en lo que pensaba pero no tenía el placer de poder hacerlo.

-¿a qué hora debes estar en tu trabajo?-pregunté con cautela.

-no tengo un horario-se volteó a mirarme-debo ir a la oficina a revisar un nuevo caso que es para la próxima semana pero eso ya está casi listo-informó sin dejar de mirarme lo cual me ponía cada vez más nerviosa-¿por qué?

-tenía pensado que fuésemos a desayunar-la miré por unos segundo para luego volver a mirar hacia el frente-sé que no has comido nada-me encogí de hombros tratando de restarle importancia.

-pero tu ya has desayunado-escuché como soltaba una pequeña risa que me hizo sonreír.

-lo sé. Tenía pensado beber un café mientras tu comes.

-no suena mal-susurró.

-pero si no quieres está bien-no quería que se sintiera presionada.

-no. Es buena idea. Vamos.

Narra Camila.

-Es extraño estar desayunando juntas-dije antes de beber mi café. Había poca gente y eso lo hacía sentir más intimo. Es como si estuviésemos en una cita. Pero no lo era.

-¿por qué?-preguntó apoyando sus brazos en la mesa sin dejar de mirarme.

-es la primera vez en años que hacemos esto, Lauren-susurré antes de morder mi tostada.

-si, eso es verdad-asintió-pero espero que no sea la última vez-sonrió.

-todo depende de ti-sonreí bajando la mirada. Me intimidaba.

-¿de mí?-alzó la ceja mirándome divertida.

-si-sonreí. En toda la mañana no he podido dejar de sonreír-sabes que cuando quieras puedes acompañarme a dejar a Aurora en el Jardín. Si tu quieres puedes llegar un poco más temprano para que tomemos desayuno las tres.

-¿cómo una Familia?-susurró mirándome de forma intensa.

-como una Familia-respondí.

-eso me hace muy feliz-sonrió.

-a mi también-bebí de mi café-Aurora se veía muy feliz esta mañana-cambié el tema.

-lo sé-soltó una pequeña risa-ha sido una mañana increíble-bebío de su café-debo confesar que prácticamente no dormí de las ansias-sonrió como una niña pequeña.

-yo dormí más de la cuenta.

-Camila, si estás cansada y necesitas ayuda con Aurora o con lo que sea puedes llamarme-tomó mi mano por sobre la mesa-quiero estar ahí para ti y Aurora.

-gracias, Lauren-sentía que me había sacado un peso de encima-a veces siento que no puedo con todo-confesé.

-eres Humana Camila y está bien que a veces no tengas el control-susurró con compresión-lo que te dije es verdad. No estás sola Camila. No me volveré a ir-prometió.

-quiero que Aurora sepa que eres su Madre, Lauren-acaricié su mano con mi pulgar. Su piel era tan suave.

-créeme que lo que más quiero es eso-asintió-pero siento que aún no es el momento. Necesito entablar una cercanía más fuerte. Quiero que confié en mí. Han sido muchos años lejos de ella, Camila. No puedo recuperar a mi Hija de la noche a la mañana.

-lo sé, y quiero que eso ocurra. Aurora te quiere mucho. En este poco tiempo te has ganado su cariño.

-y eso me hace feliz-sonrió-te agradezco que me dejes ser parte de su vida.

-estás en tu derecho.

-mi Madre hará una cena este fin de semana-soltó mi mano para llevarla a su taza. Sentía un pequeño vacío por su ausencia-me gustaría que Aurora y tú fueran.

-si, no tengo problema. Ahí estaremos-bebí de mi café que cada vez estaba más frío.

-por favor vayan-susurró con cierto temor. Sabía que no confiaba en mí del todo. La otra noche era importante para ella y está en todo su derecho a temer que no vayamos.

-te prometo que estaré ahí.

-gracias-me dio una pequeña sonrisa-creo que ya es un poco tarde-dijo mirando su celular-debo seguir trabajando en mis cuadros.

-si-bebí lo que quedaba de café-debo ir a la oficina-limpié mis labios la servilleta antes de levantarme y tomar mi cartera-por cierto, ¿de qué tratan tus cuadros?-pregunté con curiosidad.

-sobre la belleza femenina-sonrió antes de pagar el desayuno. Me había negado pero logró convencerme.

-que bien-caminamos hacia el auto. 

-al principio no sabía sobre que pintar-dijo abrazando su cuerpo a causa del viento-pero una mañana llegó Isabella y la inspiración llegó-sonrió.

-la has estado pintando a ella-pregunté dolida. Lauren solo me dibujaba a mí. 

-ha estado viniendo en las mañanas a mi casa así que debía sacar provecho-se encogió de hombros sin darse cuenta de que todo esto me dolía.

-¿pasan mucho tiempo juntas?-pregunté antes de subir al auto. Lauren no parecía molesta o incómoda con mis preguntas. Aunque no tenía ningún derecho en preguntarle nada, era su vida y yo no debía entrometerme. Pero no podía evitar tener celos de tan solo pensar en Lauren con alguien más. No ahora que ella volvió.

-me dijo que no quería ir a la Escuela-dijo saliendo del estacionamiento-así que viene a mi casa.

-y acaso ella no tiene casa-gruñí. Esa niña era un dolor de cabeza.

-lo mismo pensé yo-rió no dándose cuenta de lo serio de la conversación. Tal vez para ella era un juego pero para mí no-pero no soy su Madre para obligarla a ir, al menos eso dijo.

-esa niña es una irresponsable-negué.

-es una adolescente-respondió defendiéndola.

-eso no tiene nada que ver Lauren.

-si, tienes razón-me miró después de detener el auto a causa del semáforo-pero no puedo hacer nada.

-no la dejes entrar a tu casa y listo-para mí la respuesta era tan obvia.

-no puedo echarla-frunció el ceño.

-¿por qué no?

-porque es mi amiga-miró hacia el frente cuando el semáforo cambió a verde.

-¿te gusta?-pregunté sin importar el hecho de que me estaba entrometiendo en su vida.

-claro que no-me miró por unos segundos con el ceño fruncido-es una niña-volvió a mirar hacia el frente.

-es mujer y es atractiva. Dos conceptos más que suficientes para ti.

-Sabes que el físico no lo es todo para mí.

-responde-demandé. Una niña no podía estar ganando mi lugar.

-¿por qué me preguntas todo esto?. No será que estás celosa, Camz.

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