"Mariposas" CAMREN-G!P (Segunda parte de "Ambición").

cap 21: Isabella.

Narra Lauren.

Las lágrimas nublaban mi vista. Llevaba manejando mucho tiempo sin saber realmente a donde ir. Por un momento pensé en ir a la casa de mis Padres pero recordé que no estaban en la ciudad. 

Necesitaba hablar con alguien. Sentía una preción en mi pecho que jamás había sentido antes y rogaba con todas mis fuerza no volver a sentir algo así. Sentía mi cuerpo pesado y mis ojos ardían de tanto llanto. No podía seguir así.

Si las cosas hubiesen sido distintas en este momento me estaría dirigiendo donde ella como siempre lo hacía. Ella me escuchaba y me entendía pero ahora todo eso era algo imposible.

¿Dónde estará? ¿Necesitará de mí como yo de ella? ¿Pensará en mí?. Eso nunca lo sabré.

No podía seguir manejando sin tener una dirección a la cual ir. Esta vez me tocaba estar sola como venía siendo desde hace mucho tiempo.

Cambié de dirección y me dirigí hacia mi casa. Coloqué música tratando de buscar alguna forma de distraer mis pensamientos. Sequé mis lágrimas por quinta vez y eso ya me estaba hartando.

-basta-gruñí apretando el volante. Me estaba volviendo loca. Jamás pensé que la soledad podría afectarme tanto. 

Estacioné el auto y rápidamente entré a la casa. Lo unico que escuché fue el sonido de la puerta al cerrarse. ¿De qué me servía tener una casa grande si no tenía con quien compartirla? 

-Podría adoptar un perro-reí ante mi propio pensamiento, aunque no era mala idea después de todo.

Escuché mi celular sonar. Lo saqué de mi bolsillo y lo vi.

Era Camila. Sin pensarlo dos veces le corté, no quería hablar con ella. Por más que no quiera mi corazón la culpa por lo que está pasando. 

Me volví a guarda mi celular en el bolsillo para luego sacarme el abrigo y el gorro mientras caminaba hacia el interruptor. Tiré las cosas sobre el sofá mientras me sentaba. Saqué la cajetilla de cigarros junto con el encendedor y saqué uno para prenderlo. Lo llevé a mis labios y aspiré sintiendo como el humo calmaba mi cuerpo.

No pude evitar pensar en las palabras de mi Madre si me estuviese viendo fumar. Hubiese pegado un grito al cielo.

Sonreí antes de volver a llevarme el cigarrillo a mis labios. No recuerdo con exactitud cuando fue el momento en que comencé a fumar. Tal vez había sido Esteban, mi compañero de universidad el que me pegó esta adicción o en alguna fiesta a la que había asistido. La verdad no lo sé pero quien haya sido lo maldigo por hacerme adicta a esta mierda que me consume poco a poco.

-un trago-susurré-eso es lo que necesito.

Me levanté y me acerqué al pequeño bar que tenía a un lado de la chimenea, la cual nunca encendía y pensándolo bien lo encontraba estúpido. Hace un frío de mierda y esa sería la forma más rápida de no sentirlo. 

Tal vez algún día la encienda. 

Me serví un poco de alcohol en un vaso de vidrio y de un solo sorbo lo bebí. Eso no me calmó así que bebí otro poco más. No sé cuanto habré bebido pero antes de darme cuenta ya estaba marcando su número.

-contesta-gruñí al no recibir respuesta. 

Estaba a punto de colgar cuando sentí su voz.

-¿Lauren...-su voz sonó adormilada. Miré el reloj que estaba en a un lado de la chimenea y me di cuenta de que ya eran las una de la noche. ¿Por qué el tiempo pasaba tan rápido?

-hola-reí sin saber por qué.

-¿qué pasa?-escuché como una cama crujía-¿estás borracha?

-creo que si-caminé hacia el sofá tambaleándome un poco.