"Mariposas" CAMREN-G!P (Segunda parte de "Ambición").

#Cap 32: Tenemos que hablar.

Narra Lauren.

-¿A qué hora llegará Mamá?-preguntó mientras me ayudaba a colocar los cubiertos para el almuerzo.

-No lo sé, no dijo hora-acomodé los vasos sobre el mantel de color verde oscuro.

-¿Te  puedo hacer una pregunta?-dijo mientras se sentaba en su habitual puesto, el cual era al lado derecho del del puesto de la esquina de la mesa, en donde se sentaba Camila.

-Ya me has hecho una-le sonreí.

-Entonces otra-soltó una pequeña risa.

-Por supuesto-asentí sentándome frente a ella, también en mi puesto habitual.

-¿Podría tener un perrito?-ladeó su cabeza de forma tierna. Aurora sabía que era encantadora y se aprovechaba de eso.

-Eso ya se lo habías preguntado a tu Mami y dijo que no.

-Pero yo quiero uno-frunció el ceño.

-Tal vez cuando estés un poco más grande deje que tengas uno-intenté recuperar su sonrisa pero mis palabras no parecieron aliviarla.

-Yo lo quiero ahora-susurró con la mirada en la mesa. Esta vez no estaba fingiendo su tristeza.

-¿Y por qué quieres tener uno?-apoyé mis codos en la mesa, enfocando toda mi atención en ella.

Al principio creí que su respuesta sería muy obvia, que simplemente quería uno porque eran lindos pero mi error fue creer que mi Hija era común.

-Porque mis amigos tienen hermanos con quienes jugar y yo no-alzó su mirada hacia mí dejando mi piel fría ante sus palabras-yo solo quiero algo parecido.

No sabía que responder, sus palabras fueron tan sinceras que cualquier cosa que dijera podía dañar sus esperanzas. El timbre sonó liberándome de ese momento tan dificil de sobrellevar y fuera quien fuera estaría agradecida.

-Iré a ver quien es-le sonreí antes de levantarme de la mesa.

-Tal vez es Mamá-alzó la voz al ver que ya había salido de la cocina.

-Tal vez-grité de vuelta. Acomodé mi chaqueta asegurándome de estar bien abrigada. Afuera estaba comenzando a llover. Abrí la puerta pensando que era Camila pero mi sorpresa fue ver a Patrick, su Ex novio frente a mí.

-¿Está, Camila?-frunció el ceño al ver que había sido yo quien abrió la puerta. Ni siquiera un saludo me dio el muy Idiota.

-No-respondí simplemente para luego intentar cerrar la puerta.

-¿A qué hora llega?-colocó su brazo impidiendolo.

-No te lo diré-fruncí el ceño-es más, ni siquiera vuelvas a venir.

-¿Quién me lo impedirá?-soltó una pequeña risa burlesca.

-Ella misma-le sonreí de la misma forma-no quiere saber nada de ti.

-¿Eso crees?-sonrió-veo que no te ha contado muchas cosas.

-Y no necesito que me las cuente-negué-así que por favor te pido que te vayas de aquí.

Se quedó en silencio mirándome por unos segundo, al principio pensé que no se iría pero no fue así. Simplemente se dio media vuelta, con una pequeña sonrisa irónica, y se caminó hacia su auto. Cerré de inmediato la puerto colocándole seguro.

No sabía como había sido capaz de aguantar las ganas de partirle la cara pero me había controlado y era lo mejor. Con mi mente aún pensando en lo que acababa de pasar caminé hacia la cocina en donde Aurora seguía sentada con su mirada atenta a mí.