𝑴𝒊 𝑹𝒆𝒈𝒓𝒆𝒔𝒐 𝒂 𝑷𝒂𝒓𝒊́𝒔 [ Adrien/Chat Noir ]

《𝓓𝓮𝓼𝓹𝓮𝓭𝓲𝓭𝓪 𝓭𝓮 𝓢𝓸𝓵𝓽𝓮𝓻𝓪》

[ Marzo 5 ]

Eramos cinco personas dentro de un auto, lamentablemente yo me encontraba en los asientos de atrás, en medio de Alya y Sabrina, quienes se movían al son de la canción en la radio, al igual que Chloe y Kency, una amiga suya de su clase de gimnasia, quienes iban en la parte de enfrente; la primera, siendo la copiloto, y la segunda, la que conducía en dirección al antro donde celebraríamos por fin el día en que nos despedimos de la soltería de nuestra querida rubia. Era emocionante, mi primera despedida de soltera, pero me sentía incomoda, y también nerviosa.

Era incómodo, demasiado, además de que no sé qué canción era la que las cuatro chicas cantaban, se movían demasiado las chicas a mis lados por su alocada música. Pero sobre todo eso, era divertido verlas tan felices y emocionadas, aunque decidí levantarme y apagar el radio por mi incomodidad.

—¡Hey! —Exclamaron las cuatro.

—Lo siento, pero tendrán mucho tiempo para hacer eso en el antro. Por cierto, ¿está demasiado lejos? Llevamos una hora dentro del auto.

—De hecho, si no nos hubiéramos detenido a almorzar algo en el café, a la gasolina y a comprar cosas que Chloe quería, hubiéramos estado ahí desde hace media hora o menos. —Contestó la amiga de Chloe.

—Creo que tardamos más con lo de Chloe que con lo demás junto. —Dijo Alya.

—E-Eso no importa... Ya que estamos hablando todas juntas, ¿por qué no hablamos del tema principal en este magnífico lugar? —Opinó Chloe, sentándose de manera en que pudiera admirarnos a todas.

—¿De qué hablas? —Pregunté.

—El amor es algo magnífico cuando se te presenta.

—¿Y eso qué? —Preguntaron Sabrina y Alya.

—______. —Me giré de golpe hacia ella, ya que miraba el rostro de Alya. —Te vimos muy cómoda platicando con el tipo guapo del café. ¿En qué pensabas, niña?

—Ah, sí. Agarrabas tu cabello de una manera muy coqueta. —Dijo Alya, haciendo aquella acción.

—No hice eso. —Contradije, girándome nuevamente a ella.

—Después te colocaste en posición de flor, de una manera muy linda. —Continuó Sabrina, haciendo lo que sus palabras, causando que me girara a ella.

—Tompoco hice eso.

—¿Qué tal cuando juntaron sus manos para saber si la suya era más grande que la tuya? —Ahora era Kency quien habló, decidiendo girarme a ella.

—Eso... Eso es cierto, pero no estaba coqueteando ni nada. Se burlaba de mí por "mis pequeñas y gorditas manos".

—O también cuando le guiñaste un ojo. —Terminó Chloe.

—Que no hayan notado que parpadeaba mientras sonreía es diferente, ¿saben?

—No te hagas la inocente. A ese muchacho le brillaban los ojos, le salía humo por las orejas, y lo sabes.

—Aquí, el amor es muy siego. Solo la apariencia, solo eso. Qué tal si soy una asesina en serie en Estados Unidos, robo niños y me los como ó no me baño a diario. ¿Crees que le gustaría eso si sabe que soy así?

—De algún modo tiene razón. —Dijo Sabrina, subiendo sus gafas por el punte de su nariz. —Pero no te veías tan mal con él. ¿Cómo dijo que era su nombre? ¿Peter? El papelito que te dio, ¿qué era? ¿Su número? —Todas me miraron atentamente.