𝑴𝒊 𝑹𝒆𝒈𝒓𝒆𝒔𝒐 𝒂 𝑷𝒂𝒓𝒊́𝒔 [ Adrien/Chat Noir ]

《𝓕𝓵𝓸𝓻𝓲𝓭𝓪》

—______. —Escuché una voz que me llamaba. El dueño de aquella voz comenzó a mover suavemente mi hombro para que despertara. —Linda, despierta. Ya llegamos. —Sobé mi rostro, tratando de despertar. Solté un bostezo a la vez que me levantaba, retirando la menta que llevaba encima. —Ten, está fresco afuera. —Abrí los ojos, sintiendo como colocaba un saco negro sobre mis hombros.

—No es mía. —Dije, colocándomela bien.

—Tenía una extra en el avión. —Bajó mi maleta del maletero de arriba y después tomó la suya que se encontraba ya en el suelo. Abrió la puerta invitandome a salir primero. Bajé las escaleras, aún adormilada. Acomodé el saco, de manera en que me calentara más. Miré a mi alrededor, viendo el aeropuerto que no había visto desde hace años. Quedé extrañada, pues lo reconocía del todo. Me giré a Adrien, quien apenas se alejaba de las escaleras. Sonrió, guardando su teléfono en el bolsillo de su saco. Miré el avión, que comenzaba a avanzar ya.

—Adrien.

—¿Si?

—¿Estás consciente de dónde estamos?

—Nueva York, ¿no?

—¿Es en serio? —Comenzaba a estresarme. —Estás jodiéndome, ¿no?

—¿Por qué lo dices? —Pasó a mi lado, adelantándose.

—¡Adrien! —Se detuvo, alzando la cabeza. —No estamos en Nueva York.

—¿De qué hablas? —Se dio la vuelta.

—Esto es increíble. —Saqué mi teléfono, yendo directo a mi ubicación. —No puede ser. ¡Esto es increíble!

—¿Qué?

—¡Estamos en Flrodida, grandísimo- —Solté un suspiro, tratando de tranquilizarme. —Adrien, ¿por qué estamos en Florida?

—¿Que? —Se giró buscando algo, sacó su teléfono del bolsillo, segundos después lo colocó en su oreja. —Sí, hubo un error te ubicación... —Me di la vuelta, en busca del jet del rubio. Mi desesperación estaba acabando conmigo. —¿No puede regresar? ... ¡Tenemos que llegar lo más rápido posible! ... ¡Despedido! Hablaré con Nathalie sobre esto. Que tenga una buena noche. —Tapé mi rostro, deteniendo mis ganas de llorar. —Sí, buenas tardes. ¿Podría traer un auto lo mas rápido posible al aero puerto? ...Lo necesito ahora mismo... De acuerdo, muchas gracias. —Me di la vuelta, después de retirar mis manos, viendo como se acercaba a mí.

—¿Arreglaste el problema?

—El piloto no puede regresar, está despegando de regreso y está teniendo problemas en su hogar.

—¡Arregla el problema, Adrien!

—Lo sé, lo sé. Ya-

—¡Tengo que llegar a casa de mis padres antes de las doce! ¿Qué harás al respecto?

—Hey, tranquilizate. Ya está arreglado.

—¿Ah, sí? —Asintió. Colocando su mano en mi espalda para empujarme al camino que quería tomar. —Espero llegar a casa antes de las doce, Adrien.

—Ya lo sé, relajate.

—¿¡Cómo quieres que me relaje!? —Me detuve, quitando con brusquedad su brazo que ahora abrazaba mis hombros. —¡Confié en ti, maldita sea!

—Y agradezco que lo hayas hecho. El problema se solucionará, descuida. Vamos, el auto nos espera.

—Hubiera bajado de ese avión.

—Oye, estoy tratando de arreglar el problema, ¿si? ¿Podrías simplemente mantener la calma? Llegaremos, descuida. —Tomó mi mano, acelerando el paso. Salimos del aeropuerto, yendo al estacionamiento, donde un auto rojo ya esperaba por nosotros.