𝑴𝒊 𝑹𝒆𝒈𝒓𝒆𝒔𝒐 𝒂 𝑷𝒂𝒓𝒊́𝒔 [ Adrien/Chat Noir ]

《𝓗𝓲𝓹𝓸𝓽𝓮𝓻𝓶𝓲𝓪》

[ Abril 3 ]

-Abrazame.

-Es lo que hago.

-Más fuerte... Tengo frío.

Los climas durante hace un par de días, han estado muy locos en la ciudad. O está haciendo calor, o está normal, o a veces llega un punto en el que llueve o hace solamente frío. Y ese día no fue muy lindo que digamos. La temperatura era muy baja, no estaba nevando pero tampoco había sol, y supongo que era lo peor. El frío estaba matándome.

Me puse a limpiar la casa para "calentarme un poco". Pero, gracias a Luka, quien vino a refugiarse, ya que su casa era bastante fría en estos climas, se ofreció de paso a ayudarme a limpiar. Al terminar, ambos caímos rendidos en el sofá, viendo una película mientras comíamos palomitas y de más botanas y eramos tapados con una cobija adecuada para el momento, sin embargo, aún sentíamos esa fría temperatura recorrernos. Él estaba detrás de mí, abrazándome por la cintura mientras yo estaba en la orilla del sofá, tomando las palomitas y alimentándonos a ambos con ellas.

-¡No! -El joven de la película había sido ascecinado, cosa que yo había apostado con que no pasaría.

-Te lo dije. -Empezó a soltar risitas.

-No es cierto. No es cierto, Luka. No es cierto. -Tapé mi cara, riendo. -No. -Hacía como que lloraba mientras reía y me retorcía en mi lugar, haciendo que me abrazara más para no caer del sofá. -Mira. De seguro ya la habías visto.

-Claro que no. Era obvio.

-La viste. -Giré mi cabeza para verlo, quitando mis manos. Pausó la pelicula con el control sobre la cabezera del sofa. -¡Sí! Ya la habías visto.

-Claro que no. -Contestó entre risas.

-Maldito, confié en ti. -Comencé a golpearle con la almohada que tenía entre las piernas mientras él reía.

-¿Entonces qué apostamos?

-¡Nada! No apostamos nada, mentiroso. -Aún continuaba riendo bajito. -Te doy un beso y si quieres. -Giré mi cabeza, lamiendo mis labios por inercia y parandolos después. Giró su cabeza hacia la derecha, demostrando que lo quería en su mejilla. La besé, recibiendo después algunos mimos y caricias de su parte mientras reía. -Sí la viste, ¿verdad? -Asintió, riendo. -Te odio.

-Y yo te amo.

-No me importa. Anda, ponle play. -Riendo, nos acomodamos para continuar viendo la película después de que hiciera lo que había pedido. Después de cinco minutos, la película terminó por fin. -Me estás jodiendo, ¿no?

-¿Por qué?

-¿¡Ya se acabó!?

-Jaja, ¿qué esperabas? -Volví a tapar mi rostro mientras él aún reía y me abrazaba. Me di la vuelta, retirando mis manos, observando su torso con esa camisa azul marino que amaba como le quedaba. Alcé la mirada, notando que él estaba viéndome con ternura.

-Ahora que me pregunto... ¿Cuándo será la boda de Juleka?

-¿Su boda? -Asentí. -Ah... La verdad no tengo ni idea de sus planes. Pero creo haber escuchado que el próximo año. Tal vez, no estoy seguro.

-¿Y qué tal vas con el concurso de música?

-¿Todavía recuerdas eso? -Soltó una risita nerviosa.

-Claro. Es algo importante para ti.

-Bueno... Estamos en las semifinales, así que estoy intentando hacer una canción especial. Solo que no encuentro una buena inspiración.